Capaz de echar la histórica firma Gratacós del paseo de Gràcia y de plantar la bandera al Portal de Àngel, la calle comercial más caro de España. Son dos de los últimos hitos de la catalana Macson dentro de las fronteras de su mercado local. Ahora, un golpe consolidada su presencia en las principales ciudades del país, la cadena de moda masculina saca pecho al extranjero con la vista puesta en Europa.
Cuatro generaciones separan Macson otros conocidas cadenas de distribución como Zara o Mango, que irrumpieron al mercado español a la década de los ochenta. Fundada el 1942 como firma de camiseria, las raíces de Macson hay que buscarlas mucho antes, cuando Domingo Obradores Fitó, bisabuelo del actual consejero delegado de la compañía, puso en marcha una primitiva fábrica de tejidos en Prats de Lluçanès el 1916.
"A pesar del crecimiento que hemos tenido los últimos años, Macson ha sido siempre una compañía familiar –apunta Domingo Obradores Rosique, al frente del grupo en la actualidad. "En este sentido nos definimos como una empresa ágil a la hora de tomar decisiones, sin consejos de administración y cargos intermitjos". Con más de 60 tiendas repartidas sobre todo por Cataluña y el País Valenciano, la enseña ha conseguido superar la barrera de los 20 millones de facturación en el ejercicio 2016, con un crecimiento del 17% respecto del año anterior.
La historia de Macson es la lucha permanente para adaptarse en el cambiante mundo de la moda, el comercio y la industria. "Después de la Guerra Civil empezamos a confeccionar camisas con el género sobrante de la fábrica –recuerda el consejero delegado–; llegamos a producir un millón de camisas al año que veníamos a terceros". Finalmente, la compañía acabó virant su negocio industrial hacia la comercialización de piezas acabadas, primero en tiendas multimarca y a partir de los años setenta en establecimientos controlados por ellos mismos. Actualmente la marca cuenta con 58 tiendas propias -además de tres franquicias-.
Salto al mercado exterior
La internacionalización de la compañía es mucho más reciente. Después de varios años negociando sin éxito la presencia de la marca en países de África y el América Latina, Macson eligió la ciudad argelina de Orán para abrir su primera tienda al extranjero en 2014. El salto al otro lado del Atlántico tuvo lugar el 2016 con la apertura de un primer establecimiento en México, "un país que funciona como una puerta de entrada para las compañías europeas que deciden vender al mercado latinoamericano", apunta.
Europa será el siguiente paso de Macson en la escena internacional. Después de estrenarse en Andorra el 2014, la compañía ve con mucho de interés mercados como el francés, sin cerrarse a otras regiones como Asia y el Próximo Oriente. "Abriremos tiendas allá donde nos surja la oportunidad", explica Obradores Rosique, que destaca también el gran potencial que tienen mercados del hemisferio sur como Chile y Argentina, que funcionan a temporada cambiada: "Esto nos permitiría alargar la temporada hoja price de las colecciones que vendemos en España".
Presencia al mercado español
Igualada, Reos y Figueres son algunas de las capitales de comarca donde Macson ha subido la persiana últimamente. La expansión dentro del Estado lo ha llevado también a incrementar su presencia en epicentros turísticos del litoral levantino como Valencia, Alicante y Murcia. Los ejes prime son también una de las apuestas claras de Macson: el grupo ha abierto recientemente en el Portal de Àngel y el 2015 relevó Massimo Dutti de la calle Serrano de Madrid, el eje comercial más caro de la capital española, para situar su flagship store a la ciudad.
"De momento no contemplamos más aperturas al mercado español", afirma Obradores Rosique. Con todo, la compañía sigue manteniendo negociaciones para incrementar su presencia en el Estado a través de alianzas con otros grupos como El Corte Inglés. El pasado 2016, el beneficio de Macson fue de 239.000 euros, según detalla la compañía, que prevé superar este año los 25 millones de euros de facturación.
Cuatro generaciones separan Macson otros conocidas cadenas de distribución como Zara o Mango, que irrumpieron al mercado español a la década de los ochenta. Fundada el 1942 como firma de camiseria, las raíces de Macson hay que buscarlas mucho antes, cuando Domingo Obradores Fitó, bisabuelo del actual consejero delegado de la compañía, puso en marcha una primitiva fábrica de tejidos en Prats de Lluçanès el 1916.
"A pesar del crecimiento que hemos tenido los últimos años, Macson ha sido siempre una compañía familiar –apunta Domingo Obradores Rosique, al frente del grupo en la actualidad. "En este sentido nos definimos como una empresa ágil a la hora de tomar decisiones, sin consejos de administración y cargos intermitjos". Con más de 60 tiendas repartidas sobre todo por Cataluña y el País Valenciano, la enseña ha conseguido superar la barrera de los 20 millones de facturación en el ejercicio 2016, con un crecimiento del 17% respecto del año anterior.
La historia de Macson es la lucha permanente para adaptarse en el cambiante mundo de la moda, el comercio y la industria. "Después de la Guerra Civil empezamos a confeccionar camisas con el género sobrante de la fábrica –recuerda el consejero delegado–; llegamos a producir un millón de camisas al año que veníamos a terceros". Finalmente, la compañía acabó virant su negocio industrial hacia la comercialización de piezas acabadas, primero en tiendas multimarca y a partir de los años setenta en establecimientos controlados por ellos mismos. Actualmente la marca cuenta con 58 tiendas propias -además de tres franquicias-.
Salto al mercado exterior
La internacionalización de la compañía es mucho más reciente. Después de varios años negociando sin éxito la presencia de la marca en países de África y el América Latina, Macson eligió la ciudad argelina de Orán para abrir su primera tienda al extranjero en 2014. El salto al otro lado del Atlántico tuvo lugar el 2016 con la apertura de un primer establecimiento en México, "un país que funciona como una puerta de entrada para las compañías europeas que deciden vender al mercado latinoamericano", apunta.
Europa será el siguiente paso de Macson en la escena internacional. Después de estrenarse en Andorra el 2014, la compañía ve con mucho de interés mercados como el francés, sin cerrarse a otras regiones como Asia y el Próximo Oriente. "Abriremos tiendas allá donde nos surja la oportunidad", explica Obradores Rosique, que destaca también el gran potencial que tienen mercados del hemisferio sur como Chile y Argentina, que funcionan a temporada cambiada: "Esto nos permitiría alargar la temporada hoja price de las colecciones que vendemos en España".
Presencia al mercado español
Igualada, Reos y Figueres son algunas de las capitales de comarca donde Macson ha subido la persiana últimamente. La expansión dentro del Estado lo ha llevado también a incrementar su presencia en epicentros turísticos del litoral levantino como Valencia, Alicante y Murcia. Los ejes prime son también una de las apuestas claras de Macson: el grupo ha abierto recientemente en el Portal de Àngel y el 2015 relevó Massimo Dutti de la calle Serrano de Madrid, el eje comercial más caro de la capital española, para situar su flagship store a la ciudad.
"De momento no contemplamos más aperturas al mercado español", afirma Obradores Rosique. Con todo, la compañía sigue manteniendo negociaciones para incrementar su presencia en el Estado a través de alianzas con otros grupos como El Corte Inglés. El pasado 2016, el beneficio de Macson fue de 239.000 euros, según detalla la compañía, que prevé superar este año los 25 millones de euros de facturación.
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