En la novela La mort i la primavera, de Mercè Rodoreda, Maraldina es el nombre de una montaña que atemoriza a todo un pueblo. En Maraldina habita un fuerte viento que arrasa con todo aquello que encuentra a su paso. Su nombre es dulce, agradable y tiene musicalidad, hecho que contrasta con la violencia que ejerce su viento. "Como esta montaña ficticia, espero que los libros que publique sacudan al lector y no lo dejen indiferente", explica Natàlia Mulero, quien a finales del 2021 fundó Maraldina, una editorial barcelonesa que sólo publicará narrativa de autoras.
Mulero es filóloga hispánica. Critica que la literatura a lo largo de la historia "se ha centrado mucho en los escritores, como si ellas no existieran o solo hubiera las cuatro típicas". Por eso empezó a hacer investigación de escritoras de épocas de las cuales había leído mayoritariamente a autores. Admite que le gusta mucho la generación beat, un movimiento social y literario que surgió en la sociedad norteamericana en los años cincuenta, caracterizado por la lucha contra el convencionalismo, la rigidez y la hipocresía. De esta época nos llegaron autores como Jack Kerouac y Allen Ginsberg y "ahora lo que estoy haciendo es intentar rescatar a autoras de aquella época, como Jan Kerouac, la hija de Jack Kerouac", explica.
Maraldina busca escritoras con "una voz femenina que explore aquellos temas que nos mueven y preocupan y que, en la actualidad, sus libros puedan ser interpretados en clave feminista, independientemente del momento en que fueron escritos"
De hecho, esta es la filosofía de Maraldina: publicar autoras, tanto antiguas como actuales, no traducidas al castellano o de habla hispana que sus títulos no hayan llegado aquí. Las descubre investigando y hablando con editoriales de otros países. La idea de Mulero es que las escritoras, de diferentes nacionalidades y culturas, tengan en común "una voz femenina que explore aquellos temas que nos mueven y preocupan y que, en la actualidad, sus libros puedan ser interpretados en clave feminista, independientemente del momento en el que fueron escritos".
Maraldina quiere ser una plataforma para aquellas autoras que han quedado olvidadas por la historia y también para aquellas que están apenas empezando y necesitan un espacio donde hacerse escuchar. De hecho, Mulero tiene en sus manos varios manuscritos de nuevas autoras que no descarta publicar más adelante. Ahora, pero, tiene "muy claras cuáles serán las primeras publicaciones".
De momento la primera novela que ha publicado es Asco, libro debut de Carolina Perrot, autora argentina nacida en Buenos Aires en 1975. Actualmente, está editando otro que saldrá publicado pronto y prevé alcanzar las cuatro publicaciones a lo largo del 2022. La previsión de Mulero es editar cinco novelas anualmente. El pistoletazo de salida lo hizo eln e mes de noviembre con un microcrédito de 25.000 euros de MicroBank, filial de CaixaBank muy orientada a emprendedores que, durante el 2021, apoyó a un total de 4.915 proyectos de emprendedores, autónomos y microempresas en Catalunya. Previamente, con Barcelona Activa, Natàlia había acabado de redondear la propuesta y la viabilidad del negocio.
Trabaja de la mano de la ilustradora Nataly Aros, quien diseña una portada única para cada publicación. "Quería que el diseño fuera a cargo de una mujer", explica Mulero.
El asco no engaña
Asco es una novela provocativa e impactante. Mulero dice que la escogió por ser "muy potente, desde su título". "Asco no deja indiferente, te sacude por dentro y se queda contigo después de leerlo". La narración utiliza olores y contrastes que recuerdan en todo momento que el asco no engaña. Perrot, la autora, explica que Asco nace "primero de una anécdota con la cual me crucé y que disparó la trama: la de un coche fúnebre que llega desde Corrientes a un hospital porteño para recoger el feto de un bebé. Pero también surge de la fascinación que siento por los contrastes, por aquello que sucede donde no tendría que suceder".
El viento de la Maraldina
"Y los viejos explicaban que el viento de la Maraldina, agachado entre matorrales cuando en la montaña no había nadie, era un viento cargado de almas que caminaban por la montaña solo para hacer el viento más fuerte cuando era la hora de ir a buscar el polvo, para hacernos el trabajo pesado y para decirnos que todo lo que hacíamos más habría valido que no lo hubiéramos hecho porque no servía para nada. Y como no tenían boca las almas nos lo decían con la voz del viento." La mort i la primavera, Mercè Rodoreda.