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Olga Federico, hacer posible La imposible

El exdirectora de Proa Espacios ha abierto, junto con Mireia Perelló y Tono Cristòfol, una nueva librería en pleno retroceso del papel

Olga Federico
Olga Federico
Judith Vives
09 de Septiembre de 2013
Act. 03 de Abril de 2014

Abrir una nueva librería en tiempo de crisis ha hecho de Olga Federico y sus socios prácticamente unos héroes dentro del sector del libro. Responsable desde el 2006 de Proa Espacios, Federico se tuvo que replantear su futuro cuando la librería del Grupo Enciclopèdia Catalana decidió cerrar puertas por la caída en la facturación. La respuesta de esta librera emprendedora fue abrir otra librería, La imposible, impulsada conjuntamente con dos socios más, Mireia Perelló y Tono Cristòfol, todos ellos vinculados a Proa.

Federico y su compañera a Proa Espacios, Mireia Perelló, ya habían sido trabajando en un redimensionament de Proa Espacios antes de que Enciclopèdia Catalana renunciara a su librería. "Decidimos echar el proyecto adelante, reflexionando sobre qué modelo de librería queríamos", explica Federico sobre el origen de esta aventura empresarial compartida con Perelló y Cristòfol, y con la cual da continuidad a una trayectoria dedicada a los libros. Licenciada en Historia por la Universitat de Barcelona, y con estudios de montaje cinematográfico –el cine es, junto a los libros, su otra gran pasión- ya compaginó su época de estudiante con el trabajo de librera a la misma Proa Espacios, donde empezó como aprendiz y acabó convirtiéndose en su directora. Fueron 13 años de experiencia y dedicación al mundo del libro en catalán a los cuales no ha querido renunciar, a pesar de que la crisis económica, que se lleva grandes librerías por adelantado, parezca apuntar hacia otro camino.

Un proyecto arriesgado
"Es nuestro oficio y queríamos seguir trabajando en aquello que nos motiva", replica Federico, explicando también que el trasbals que sufre el sector del comercio y de las librerías en particular los ha "alentado", a ella y sus socios, "a dar un paso adelante para contribuir a la sociedad y la ciudad que queremos". "Es un proyecto arriesgado, pero el que nos rodea también nos indica que podemos hacerlo", añade.

Fruto de la reflexión sobre el modelo de comercio que reclama la actual sociedad en transformación, salió el modelo de "librería de autor" con que se define La imposible. Es una librería redimensionada (85 metros cuadrados), especializada en la lengua catalana, con prioridad por la narrativa, el libro infantil y juvenil, centrada también en las humanidades y que tiene una especial cura de su fondo.