Oliu: "La crisis no llegó porque los banqueros fueran mala gente"

El presidente de Banco Sabadell lamenta la mala reputación bancaria a raíz de la crisis y defiende la honestidad como uno de los valores que han conducido la entidad al éxito internacional

"Hemos vivido la mala fama bancaria con una gran indignación por la injusticia de la mala reputación generalizada". Josep Oliu, presidente del Banco Sabadell, ha defendido este lunes al atardecer que "la mala reputación hacia los banqueros ha sido una generalización burda donde se han amparado los políticos para lanzar las culpas". Lo ha hecho en una distendida charla al Círculo de Economía, donde ha asegurado que en la recesión "la responsabilidad es de todo el mundo". Por Oliu, "la crisis en España no llegó porque los banqueros fueran mala gente".

De hecho, el máximo dirigente del Banco Sabadell ha defendido que "la honradez y la honestidad personal han sido y son la base de la entidad". Oliu ha asegurado que, "como en todos los negocios, al negocio banquero también hay ladrones y empleados infieles"; y a la vez ha asegurado que "la banca ha pagado por muchos costes que no le correspondían. Que yo sepa no se ha rescatado ningún banco, sólo Bankia. El que se ha rescatado son los depositants de los que se habían financiado con un déficit de capital".

Los aprendizajes de la crisis
Sea como fuere, Oliu tiene claro que "la crisis financiera nos ha enseñado muchas cosas, como la necesidad de una mayor solvencia. Pensábamos que con un 5% de capital teníamos de sobra y se ha demostrado que no era así". En cualquier caso, ha reconocido que "los bancos tenemos que hacer el posible para hacer un ejercicio de transparencia y ser claros en los abusos que se han cometido".

El presidente del Sabadell ha recordado que "las crisis siempre estarán, pero la cantidad de provisiones que se han dotado al sistema financiero y el capital han pasado de ratios más bajas a casi el doble". Por lo tanto, asegura, "la solvencia y la capacidad para hacer frente a shocks económicos es el doble en el sistema europeo de la que tenía hace siete años". Una reforma que, apunta, se ha hecho "a expensas del accionista. Han pagado de su bolsillo las pérdidas del banco y su recapitalització, y a veces incluso las pérdidas del banco vecino".

Los tipos de interés seguirán bajos
En el análisis económico del momento, Josep Oliu se ha referido a la política expansiva que se ha acabado generalizando entre los principales bancos centrales. "El quantitative easing es una política monetaria de circunstancias extraordinarias. La comenzaron los Estados Unidos, y los ha funcionado". Por el presidente del Sabadell, "en Europa ha llegado tarde", y ha alertado que "si las economías donde se aplica son rígidas y sin expectativas de generación de riqueza al sector privado, los empresarios no pedirán dinero por muy barato que sea".

De cara al reciente estrenado 2016, Oliu no ve "dinamismo suficiente porque suban los tipos de interés a corto plazo". En un momento donde tanto el precio del dinero como el de la energía y las materias primeras es muy bajo, el presidente del Sabadell insta a reflexionar: "parece que de momento va bien por España, pero esto siempre produce ganadores y perdedores. Y de los tipos bajos los perdedores somos los bancos".

Cerrando el apunte de la actualidad, Oliu no ha querido profundizar en su posición sobre los movimientos políticos de Cataluña; y ha vuelto a repetir que sólo lo preocupan la estabilidad institucional y la seguridad jurídica.

La bicicleta de Josep Oliu
Aprovechando que jugaba en casa, en un Círculo de Economía del cual es directivo y con la sala llena a rebosar, Oliu ha aprovechado para repasar las claves de la transformación de Banco Sabadell. El que era un banco local ya es hoy una multinacional con presencia en los Estados Unidos y el Reino Unido, y ya factura una cuarta parte del negocio fuera de España. "En una bicicleta si no pedales al final se para y madrigueras. A la banca pasa el mismo, y por eso no hemos parado nunca", ha resumido metafóricamente.

El auditorio del Círculo de Economía se ha llenado para escuchar el presidente del Banco Sabadell. Cedida


Oliu ha evidenciado que "si nos hubiéramos parado habríamos desaparecido o acabado a manso de un competidor más grande. Una empresa que piensa que ha llegado a su zenit acaba muerta". Con esta filosofía por bandera, Oliu ha recordado los años donde el reto era ser presentes en España. "Un reto era tener una oficina en cada capital de provincia. Era una necesidad, pero también una dificultad económica. Por lo tanto, siempre hemos pensado a ser a un mercado que tuviera un sentido suficiente a la vez que tener un volumen para ser competitivo al ámbito español".

Cómo que con el crecimiento orgánico no había basta, el Sabadell ha optado por la adquisición de una quincena de entidades, empezando por la del Banco de Asturias, que requirió tres años de trabajo. De las siguientes, "cada una ha sido más sencilla que el anterior, porque vas aprendiendo de los errores", ha asegurado.
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