Organ, la inmobiliaria que vende confianza

La agencia de Sant Cugat del Vallès incorpora el servicio de consultoría de inversiones para cerrar el círculo de la vivienda con creación y administración de comunidades

Organ nació el 1967 con la vocación de ser una inmobiliaria que vende confianza | Cedida Organ nació el 1967 con la vocación de ser una inmobiliaria que vende confianza | Cedida

Sant Cugat podría ser un barrio de Barcelona y Collserola un parque como Hyde Park de Londres en sólo 20 años . Esta es la visión de la inmobiliaria Organ, una empresa familiar que en sus 50 años ha visto cambiar totalmente el paisaje urbano y la salud de la economía y ha hecho frente con una premisa clara: ofrecer valor añadido y confianza . Un servicio que no se centra sólo a vender o alquilar, sino a ayudar el sector a mantener su vitalidad.

La compañía se fundó el 1967 con una agrupación de promotores y constructores que querían crear una agencia más grande. Javier Pérez del Pulgar Roig adquirió casi la totalidad de las participaciones hacia los años 80 cuando tambaleaba y reconvirtió el negocio encarándolo únicamente hacia los servicios: venta, alquiler y administración de fincas.

Pérez del Pulgar: "Mi padre sabía que la parte enfocada a servicios de gestión era la que tenía que asegurar la supervivencia de la empresa"

Este negocio es el que heredó el 2016 su hijo, Javier Pérez del Pulgar Clavel, con sus escasos 20 años y con la muerte de su padre, pero con la experiencia de haber vivido el intríngulis del negocio a casa desde muy pequeño. Seguramente por eso tiene claro que quiere traer una línea "continuista pero innovadora". "Durante 50 años ha funcionado, se tiene que mantener, a pesar de que tenemos vocación de crecer y apostamos ahora también para aportar valor y vender conocimiento y confianza", añade.

Más que compraventa de pisos y casas

Si entre los 80 y 90 hacer la venta de viviendas era una apuesta segura, ahora se ha convertido en un reto. O al menos lo es que un negocio base el grueso de sus ingresos en esto. "Mi padre sabía que la parte comercial era muy fluctuante y la más enfocada a servicios de gestión era la que tenía que asegurar la supervivencia de la empresa cuando cogió la compañía, por eso se enfocó hacia la gestión de comunidades", explica Pérez del Pulgar.

Hoy en día el 60% de su facturación de Organ proviene de la Administración, mientras que el resto es el resultado del trabajo más comercial. La tendencia de los dos últimos años, explica, muestra un incremento en las ventas –"fruto de la salida de la crisis que ha afectado duramente los últimos tiempos"- y la previsión es que todo vuelva a equilibrarse. "El que no deja de ser nuestro objetivo", apunta, "tener un portafolis diversificado asegura la supervivencia a largo plazo".

javier perez del pulgar organ

Javier Pérez del Pulgar Clavel, director general de Organ y segunda generación de la empresa familiar | Artur Ribera

Con un incremento del volumen de negocio del 15% anual, se han marcado como objetivo llegar a los 2,5 millones de euros en dos años. Y de los 25 trabajadores, a un equipo más grande. Unos resultados alcanzables con la incorporación de unos nuevos servicios de asesoría jurídica y la consultoría de inversiones hace dos años.

Este segundo tiene que ser el puntal del camino a seguir en los próximos años. Está liderado por Jordi Monserrat, director de inversiones y expansión y mano derecha del padre de Pérez del Pulgar, quien remarca la importancia de cerrar el círculo: "De forma esporádica habíamos ido tirando promoción y decidimos hacer desde aquí. No somos promotores ni constructores, buscamos ofrecer soluciones en las necesidades de inversión de los clientes que tienen capital y no quieren ir a fondo de inversión". Una tarea que incluye desde vender solares de clientes, pedir licencias de planes urbanísticos o cubrir la parte más técnica y arquitectónica, hasta gestionar posteriormente las fincas.

Pérez del Pulgar: "Aprovechamos las nuevas tecnologías para recibir información y traducirlo en una comunicación constante"

Todo ello los tiene que permitir salir de Sant Cugat, Rubí, Cerdanyola y Bellaterra –donde ya trabajan con la parte comercial- y ganar nombre en Cataluña. De hecho, Sabadell sería su primer destino, ya tienen algunos estudios entre manso, y ven Girona como un objetivo alcanzable a finales de este año o principios del siguiente.

Una tecnología que nadie más tiene

Órgano se diferencia también para gestionar las fincas a través de la tecnología. Usan aparatos que miden los consumos de agua de las comunidades para detectar excesos o que monitoren los servicios de vigilancia para saber en cada momento son los vigilantes. "Aprovechamos las nuevas tecnologías para recibir información y traducirlo en una comunicación constante y completa con el cliente", resume el director general.

El próximo paso podría ser pagar los recibos de la comunidad desde el web y añadirlo como un medio de pago más. Una innovación más para un sector que, como recuerda, "ha sido muy tradicional y se tiene que modernizar".

Una competencia fluctuante

Igual que el mercado inmobiliario ha cambiado en función de la economía, lo ha hecho el número de agencias. Monserrat, que entró a Órgano con Pérez del Pulgar Roig, ha visto cómo han salido a otras empresas del que ellos denominaban la "escuela Órgano": "De entre los socios surgieron las primeras inmobiliarias, cuando nosotros lo cogimos fue cuando paramos la sangría".

Pero con el tiempo han visto como algunos de estos que habían sido fundadores iban desapareciendo, mientras otros creaban nuevas agencias. "Las crisis han hecho que sólo resistan las que, además, son administradores de fincas y tienen una base sobre la cual sostenerse", comenta el director de inversiones y expansión, recordando que en este ámbito ellos son capaces de ofrecer un valor añadido en forma de confianza, trayectoria y, además, tecnología.

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