Pájaros enfadados que catapultan al éxito

La empresa Giromax ha aprovechado la adquisición de la licencia de Angry Birds para hacer un gran salto internacional

El impacto de los juegos para dispositivos móviles se ha materializado en éxitos como el de los Angry Birds. Saber como aprovechar un auge de estas características puede marcar la diferencia entre el estancamiento o la explosión revulsiva de un negocio, y esto es el que ha conseguido la empresa Giromax, con sede en Barberà del Vallès. La firma adquirió la licencia para comercializar productos editoriales coleccionables con el sello de los pájaros enfadados y sumarla así al grueso de licencias que ya tenían, hecho que los ha abierto las puertas en una gran cantidad de países.

Reestructuración organizativa
La empresa fue fundada a principios de los años 2000 con un marcado carácter familiar, dedicada a las artes gráficas. A finales del año pasado optaron para dividir la compañía en dos bajo el mismo paraguas: Giromax, dedicada al negocio de creación y comercialización de productos coleccionables de papel y cartón, y Giisa , encargada de la producción. "Nuestro crecimiento era pronunciado y decidimos dividir el negocio por motivos de costes y gestión", señala Anna Sanfeliu, directora general de Giromax.

Adaptación a las tendencias
Esto los ha permitido concentrarse en la investigación de tendencias y trabajar para obtener las últimas licencias de moda, como Disney, Peppa Pig o Pitufos. La incorporación el junio de 2012 de los Angry Birds, pero, los permitió hacer un salto que ha supuesto un crecimiento sostenido del 15% los primeros 4 meses. "A raíz de obtener la licencia hemos podido ir adquiriendo más otros productos, y esto se traduce en un crecimiento a día de hoy del 30%", asegura la directora general.

La licencia se convirtió en la carta de presentación para los nuevos clientes y países, que entre otros los ha permitido poner los pies en ferias donde ahora hace un año no tenían acceso. A corto plazo, por ejemplo, participarán a encuentros internacionales en Hong Kong en octubre y a Nuremberg en febrero.

Innovación
La firma se había dedicado siempre a la producción editorial de cromos, tarjetas, fotos o libros de actividades, pero patentaron un nuevo producto, los Clay Buddies, muñecos de plastilina con instrucciones porque el usuario los modele y los añada elementos de cartón que ya venden incluidos en el paquete para hacer figuras como por ejemplo la del Grande Barrufet."Este es un nuevo concepto que introdujimos ahora hace un año en casa nuestra y que ha tenido una muy buena respuesta", señala Sanfeliu.

La empresa probó el producto primero en Inglaterra ahora hace dos años con los Moshi Monsters, y vendieron 300.000 unidades. Los buenos resultados los hicieron cambiar el packaging y ofrecer el producto en el estado español en diferentes gamas, de entre los 3 y los 15 euros.

Diversificación
Sanfeliu considera que se trata de uno de los aspectos clave del éxito de la empresa, gracias a que tocan diferentes mercados, productos o canales de distribución. "Cada licencia funciona de manera diferente, hay que tienen más éxito en países como Estados Unidos o Hungría, como los Angry Birds, y otros como Pitufos, con más aceptación en Eslovenia y Polonia, por eso hay que tener una diversidad de productos y opciones", explica.

'Partners' internacionales
La empresa opta por una distribución en colaboración con socios de cada uno de los 70 países en que comercializa sus productos, como por ejemplo Australia, el India o los Estados Unidos. "Nuestra intención no es abrir suyos en todo el mundo, somos una empresa familiar y queremos seguirlo siendo", señala Sanfeliu. Por este motivo la producción se sigue concentrando en Barberà del Vallès, pero cuentan con personal que pueda distribuir sus productos en cada zona donde los comercializan.

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