Los autores Toni Garcia, Cristóbal Fortúnez (@cfortunez) y Josep M. Buñol (@jmbunyol) son autónomos catalanes. El primero es periodista; el segundo, ilustrador y el tercero, guionista. Todos del mismo sector, uno de los más tocados por la crisis económica y de cambio de modelo. Todo y el contexto, animados por el intento de ayudar a los que tienen la misma condición laboral que ellos, se han lanzado a escribir el libro Autónomos. La guía definitiva (Blackie Books, 2014), un manual de supervivencia que repasa con humor y mucha sencillez las dificultades diarias de estos profesionales.
Dedican incluso un apartado a las dificultades de ser autónomo en Cataluña, una tarea "piromusical", según sus palabras. "Preguntamos qué cambiaría por los autónomos en una Cataluña independiente y la respuesta es nada. Seguiríamos igual exactamente", confirma con humor.
Porque, como es el día a día de un autónomo? Sobre todo, es un día que no tiene horarios. "Por mucha disciplina que tengas siempre puedes recibir llamadas intempestives, cualquier día de la semana", apuntan al libro. Y tampoco tiene garantías, porque cómo añaden, "nunca saben como los irá el año". Dependientes como son de la incertidumbre de los ingresos de cada mes, los autores apuntan que luchar por cada factura supone "un infierno".
Aun así, para poner negro sobre blanco estas dificultados –cosa asumida años acá por el colectivo, todo se tiene que decir-, Toni Garcia quería escribir el libro. Conoce bien el sector - es autónomo desde hace 17 años- y pretendía que "quién lo coja, se dé cuenta del complicado que es ser autónomo", apunta en su entrevista con VIAempresa.
Rutinas diferentes, pero siempre trabajando
Hay autónomos en todos los sectores económicos. Desde el campesinado –muy tradicional en Cataluña-, pasando por los transportistas, los agentes comerciales, etc. Pero a pesar de que cada autónomo es un mundo, la preocupación para conseguir clientes es común. Por esta razón, Toni Garcia cuenta que se quita temprano para poder contactar con los clientes entre las 9 y las 10 horas de la mañana, "es cuando están más frescos"; después intenta ponerse al día de la actualidad, revisando diarios, revistas, webs... todo vale para estar preparado cuando llegue el encargo. El reportaje que le pidan es el que le dará para comer y con esto no se juega.
La tarde la dedica a la parte menos entretenida: intentar cobrar las facturas pendientes. "He llegado a sentir que 'no hace falta que sea tan miserable por 150 euros', pero son mi dinero, por mi trabajo. El tema de las facturas no se respeta y a menudo te tienes que pelear con muchos departamentos de administración que te dicen que un día pagarán y otro no", apunta Garcia.
Garcia también explica que la complicación burocrática es "bestial", y considera que "en este país te obligan a formarte en una especie de trámite burocrático, un trámite que en otros países puedes hacer con un ordenador". Además, denuncia que, a escala fiscal, no haya escalados: uno que gana 100.000 euros paga el mismo que uno que gana 10.000 euros; "Tampoco hay la posibilidad de dejar de pagar unos meses cuando tienes problemas, y nadie se preocupa de estos problemas".
Un decálogo de los autónomos
El autónomo no descansa, sostiene Garcia. De aquí la teoría que por el colectivo siempre es lunes. "Lo digo porque el lunes es el primer día laborable y nosotros siempre estamos en el primer día laborable, es decir, la gente identifica el lunes con el cual supone volver al trabajo, pero por nosotros el sábado continúa siendo lunes... Cada día son lunes, siempre tenemos que empezar de cero", explica. Sin fines de semana (algunos, pero, descansa) y con la ansiedad de tener que cumplir siempre con el trabajo, el principal inconveniente que apunta el periodista es la constante falta de liquidez.
Pero también encuentra ventajas a trabajar independientemente. "Son una cosa muy individual, pero por mí es importante que yo soy mi cabeza y puedo desarrollar mis ideas y traerlas donde quiera; mi techo y mi ambición me la marco yo; mi oficina puede estar en todas partes, tengo facilidad para desplazarme y viajar por todas partes", resume. "Me siente propietario de mi destino", matiza.
En el libro Autónomos. La guía definitiva se recoge en 10 puntos como se vive facturando en torcido y derecho. Es el que denomina el autor 'El decálogo del autónomo':
1. Cada factura un Vietnam y cada día, un lunes
2. No nos ponemos enfermos, esto es de asalariados
3. No cerramos nunca
4. No dormimos, sólo trabajamos con los ojos cerrados
5. Somos invisibles
6. Se nos puede encontrar por todas partes
7. Nuestro peor enemigo somos nosotros mismos
8. Odiamos el IVA, el IRPF y las declaraciones trimestrales
9. Tenemos más paciencia que el Dalai-Lama
10. Si nunca tienes un problema, no dudes a trucarnos
Dedican incluso un apartado a las dificultades de ser autónomo en Cataluña, una tarea "piromusical", según sus palabras. "Preguntamos qué cambiaría por los autónomos en una Cataluña independiente y la respuesta es nada. Seguiríamos igual exactamente", confirma con humor.
Porque, como es el día a día de un autónomo? Sobre todo, es un día que no tiene horarios. "Por mucha disciplina que tengas siempre puedes recibir llamadas intempestives, cualquier día de la semana", apuntan al libro. Y tampoco tiene garantías, porque cómo añaden, "nunca saben como los irá el año". Dependientes como son de la incertidumbre de los ingresos de cada mes, los autores apuntan que luchar por cada factura supone "un infierno".
Aun así, para poner negro sobre blanco estas dificultados –cosa asumida años acá por el colectivo, todo se tiene que decir-, Toni Garcia quería escribir el libro. Conoce bien el sector - es autónomo desde hace 17 años- y pretendía que "quién lo coja, se dé cuenta del complicado que es ser autónomo", apunta en su entrevista con VIAempresa.
Rutinas diferentes, pero siempre trabajando
Hay autónomos en todos los sectores económicos. Desde el campesinado –muy tradicional en Cataluña-, pasando por los transportistas, los agentes comerciales, etc. Pero a pesar de que cada autónomo es un mundo, la preocupación para conseguir clientes es común. Por esta razón, Toni Garcia cuenta que se quita temprano para poder contactar con los clientes entre las 9 y las 10 horas de la mañana, "es cuando están más frescos"; después intenta ponerse al día de la actualidad, revisando diarios, revistas, webs... todo vale para estar preparado cuando llegue el encargo. El reportaje que le pidan es el que le dará para comer y con esto no se juega.
La tarde la dedica a la parte menos entretenida: intentar cobrar las facturas pendientes. "He llegado a sentir que 'no hace falta que sea tan miserable por 150 euros', pero son mi dinero, por mi trabajo. El tema de las facturas no se respeta y a menudo te tienes que pelear con muchos departamentos de administración que te dicen que un día pagarán y otro no", apunta Garcia.
Garcia también explica que la complicación burocrática es "bestial", y considera que "en este país te obligan a formarte en una especie de trámite burocrático, un trámite que en otros países puedes hacer con un ordenador". Además, denuncia que, a escala fiscal, no haya escalados: uno que gana 100.000 euros paga el mismo que uno que gana 10.000 euros; "Tampoco hay la posibilidad de dejar de pagar unos meses cuando tienes problemas, y nadie se preocupa de estos problemas".
Un decálogo de los autónomos
El autónomo no descansa, sostiene Garcia. De aquí la teoría que por el colectivo siempre es lunes. "Lo digo porque el lunes es el primer día laborable y nosotros siempre estamos en el primer día laborable, es decir, la gente identifica el lunes con el cual supone volver al trabajo, pero por nosotros el sábado continúa siendo lunes... Cada día son lunes, siempre tenemos que empezar de cero", explica. Sin fines de semana (algunos, pero, descansa) y con la ansiedad de tener que cumplir siempre con el trabajo, el principal inconveniente que apunta el periodista es la constante falta de liquidez.
Pero también encuentra ventajas a trabajar independientemente. "Son una cosa muy individual, pero por mí es importante que yo soy mi cabeza y puedo desarrollar mis ideas y traerlas donde quiera; mi techo y mi ambición me la marco yo; mi oficina puede estar en todas partes, tengo facilidad para desplazarme y viajar por todas partes", resume. "Me siente propietario de mi destino", matiza.
En el libro Autónomos. La guía definitiva se recoge en 10 puntos como se vive facturando en torcido y derecho. Es el que denomina el autor 'El decálogo del autónomo':
1. Cada factura un Vietnam y cada día, un lunes
2. No nos ponemos enfermos, esto es de asalariados
3. No cerramos nunca
4. No dormimos, sólo trabajamos con los ojos cerrados
5. Somos invisibles
6. Se nos puede encontrar por todas partes
7. Nuestro peor enemigo somos nosotros mismos
8. Odiamos el IVA, el IRPF y las declaraciones trimestrales
9. Tenemos más paciencia que el Dalai-Lama
10. Si nunca tienes un problema, no dudes a trucarnos
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