"El crecimiento es un medio para conseguir unas empresas más sólidas y sostenibles y aporta valor cuando sustenta esos aspectos", explica Alejandro Escribá, director de la Cátedra de empresa Familiar de la Universitat de València (CEFUV) en la conclusión del desayuno-tertulia Las empresas familiares ante el desafío del crecimiento que ha unido este martes en el hotel Valencia Palace a la consejera delegada de Grupo Gimeno, Myriam Gimeno, y el presidente del Grupo Alimentario Citrus (GAC), Joaquín Ballester.
En el País Valencià sólo el 1,5% de las empresas familiares entran en la categoría de gran empresa. ¿Qué tienen que hacer las empresas para crecer? En el caso de las empresas familiares, el crecimiento está sujeto a muchas variables, han explicado los dos ponentes. Gimeno es la consejera delegada de una empresa familiar con sede en Castelló creada hace 145 años. Se dedican a la gestión integral del agua y operan en todo el Estado, con actuaciones también en Arabia Saudí y Latinoamérica. Para ella, "la pregunta siempre tiene que ser si mi empresa está preparada para crecer, tener los indicadores que nos digan que lo estamos haciendo bien. Porque para hacerlo a veces habrá que reestructurar y los socios puede que no estén por esta elección y a menudo para crecer necesitas tener apertura mental", explica la empresaria.
Gimeno: "La pregunta siempre tiene que ser si mi empresa está preparada para crecer"
El consenso accionarial es uno de los temas al cual han hecho alusión en esa complicada operación de ampliar el tamaño de la sociedad, ya que ambos saben de crecer: Grupo Gimeno tiene más de 4.600 trabajadores, GAC ocupa a 2.500 personas. En opinión de Joaquín Ballester, que preside una empresa interproveedora de Mercadona especializada en alimentos frescos con sede en Ribarroja del Turia, "lo más importante es la estabilidad". Ballester considera que si pensamos en empresas grandes, "pero grandes de verdad, vemos que la estabilidad es fundamental. He conocido varias experiencias por el mundo y cada uno lo ha resuelto de una manera, pero para tener una gestión adecuada hay que tener una estabilidad en el accionariado".
Consenso con socios y familiares
En el caso de las empresas familiares, el accionariado además es familia. Y esto puede generar (o no) problemas. "¿Cómo se conjuga la ambición, el consenso, que se acepte que lo que yo quiero no es lo que se hará?", les pregunta Escribá. "La empresa familiar y la familia empresaria se tienen que retroalimentar y sí, lo más importante es la estabilidad accionarial a pesar de que los mecanismos pueden ser diferentes: pactos de socios, protocolos, etc. Después es fundamental contar con los mejores profesionales en los órganos de gobierno, que serán capaces de organizar y establecer los criterios para que todo funcione". Estabilidad y profesionalización son las claves de su modelo.
Asistentes al desayuno de la Cátedra de Empresa Familiar | AVE
Y es que Ballester ha recordado que crecer es complicadísimo, "y a veces para querer crecer, se abandona el primer objetivo. Y sí, se puede crecer pero sin abandonar el objetivo, si no se para la fiesta mucho mejor. Hay que darle a los socios los recursos que piden para que, si lo que llega es un proyecto válido, no pare la fiesta nunca".
Ballester: "Hay que darle a los socios los recursos que piden para que, si lo que llega es un proyecto válido, no pare la fiesta nunca"
El empresario, primera generación de su empresa, asume que a la familia "hay que cuidarla, pero a la empresa hay que darle lo que la empresa necesita". A pesar de esto, Ballester ha explicado que como único fundador de la empresa el consenso lo tiene que tener con él mismo pero que su equipo de profesionales juega un papel fundamental. En el caso de Grupo Gimeno, su consejera delegada reconoce que "todos los éxitos son de todos y los fracasos, también. Es lo que nos ayuda a tener coherencia y tener apoyo por todas partes. Si hay algo que no convence a todos, no se hace", añade.
Una demanda: más fomento público de la empresa
Gimeno ha sido reivindicativa en su parlamento, puesto que ha pedido a las Administraciones que "se fomente que las empresas se hagan grandes porque atraerán talento, unos recursos humanos más cualificados y consolidarán más compromiso con la sociedad en la cual están operando. Este mensaje tendría que dirigirse a la Administración pública", ha reconocido la ponente.
La ponencia conjunta de Gimeno y Ballester ha sido la última del ciclo de este 2019, puesto que la convocatoria volverá a arrancar en febrero de 2020 con una nueva edición con el apoyo de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), EDEM, IVEFA, Universitat de València y el Instituto de la Empresa Familiar, así como con el patrocinio de Bankia y Broseta.