La Cambra de Comerç de Barcelona ha cerrado las elecciones parciales para la cobertura de las dos vacantes del Pleno correspondientes a las empresas de mayor aportación voluntaria. En concreto, estas vocalías serán ocupadas por el Racc y Criteria. El 22 de abril se declaró abierto el proceso electoral para cubrir estas vocalías, de acuerdo con la ley y el Reglamento de Régimen Interior de la Cambra. El plazo de presentación de candidaturas finalizaba el 14 de mayo.
Las dos empresas de mayor aportación voluntaria ocuparán su vocalía por primera vez en el Pleno ordinario que tendrá lugar el miércoles 29 de mayo. La Cambra de Comerç de Barcelona contaba con 14 vocalías de este tipo hasta la aprobación durante el mandato anterior de una reforma del Reglamento de Régimen Interior para reducir este tipo de vocalías a solo dos. Como resultado de esta decisión, se ampliaron de 40 a 52 las vocalías del Pleno elegidas por sufragio. Uno de los objetivos de mandato del nuevo presidente de la Cambra, Josep Santacreu, era retomar la estabilidad de la Cambra de Comerç, y en abril volvió a abrir una convocatoria para intentar "solucionar el problema". Antes, sin embargo, rebajó las pretensiones económicas y fijó un límite de entrada de 75.000 euros por empresa.
El Racc y Criteria ocuparán las dos vocalies de mayor aportación voluntaria del Pleno de la Cambra, valoradas en 75.000 euros cada una
En el futuro, la intención del actual equipo de gobierno es modificar el régimen interno de nuevo antes de las próximas elecciones y ampliar nuevamente el número de sillas de pago, aunque no se prevé alcanzar los 14 asientos del pasado. Anteriormente, las doce sillas de plata las ocuparon Banco Sabadell, Banco Mediolanum, CaixaBank, Criteria Caixa, Deloitte, el Gremio de Hoteles de Barcelona, Indra, PwC, RACC, Damm, Agbar, Naturgy, Catalonia Hotels y Abertis.
Los nuevos recursos aportados por las dos empresas servirán para aliviar las cuentas de la Cámara de Comercio de Barcelona, que han acumulado unas pérdidas de unos cuatro millones de euros en los últimos cuatro años, período difícil de valorar por los esfuerzos que se tuvieron que hacer para ayudar a las empresas en plena crisis económica vinculada con la pandemia. El ejercicio pasado concluyó con unos números rojos de 2,5 millones de euros.