Santiveri, los padres del naturisme

Después de más de 130 años de historia la empresa familiar celebra el 'boom' de los productos biológicos: "Teníamos razón"

"Ahora nos dicen que tenemos suerte porque todo esto está de moda, pero traemos 130 años de lucha". A Santiveri tienen una cierta sensación de triunfo. Su actual presidente, Jorge Torres, forma parte de la cuarta generación de una empresa que tiene sus orígenes al 1885, año desde el cual se ha convertido en pionera y defensora de los productos naturales y biológicos. Acostumbrados a andar sólo por el desierto de un sector donde pocos creían, que en las últimas décadas los haya aparecido tanta competencia "nos demuestra que teníamos razón, que nuestra apuesta es buena". Una facturación global alrededor de los 70 millones de euros con 460 trabajadores en nómina es una buena carta de presentación.

Tantos años de historia facilitan la acumulación de anécdotas y experiencias, pero sobre todo demuestran una evidente capacidad de adaptación. "El discurso que hacía mi bisabuelo lo podría hacer ahora y sería de actualidad. Hablaba de estar junto a la natura, de dieta, vida sana o de hacer ejercicio", recuerda Torres. Una figura, la del fundador Jaime Santiveri, que explica buena parte del carácter resistente de la compañía. "Le llegaron a echar piedras a Las Ramblas porque se situaba con una ducha portátil con la que quería difundir que el agua es sanadora. Entonces las duchas se asociaban con los prostíbulos y lo acusaban de pervertido", ejemplifica su bisnieto con devoción. "Era un luchador por el naturisme y el veganisme", resume.

La historia de una cura sorpresiva
La razón por la cual Jaime Santiveri tenía tanta firmeza en las convicciones es que " debía de su salud", relata el actual presidente del grupo. Propietario de una camiseria en la calle del Callo de Barcelona, los médicos le diagnosticaron una enfermedad pulmonar para la cual no auguraban muchas esperanzas. "Decidió irse a Wörishofen (Alemania), al balneario del abad Sebastian Kneipp, para tratarse con remedios de hidroteràpia y plantas medicinales". estuvo seis meses y volvió curado. "Esto lo alentó a empezar a transformar la camiseria en una farmacia", explica su bisnieto.

El fundador Jaime Santiveri (arriba a la derecha) con esposa e hijos. El más pequeño, Santiago, murió a los 101 años el 2014 habiendo sido clave en la expansión de la empresa. Cedida


De hecho, la Farmacia Kneipp, madre de la empresa Santiveri, se convirtió en la primera tienda de productos naturales de España. "Empieza para importar productos de Alemania", indica Torres. Pero no sólo esto. Santiveri se une a los pioneros del naturisme y la buena relación con el doctor Kellogg's y le permite introducir en España sus productos.

"Las guerras mundiales dificultaron que llegaran los productos; además, Kellogg's se acaba implantando en España por su cuenta y ya no lo necesita", continúa Torres. A partir de aquí Santiveri decide empezar a producir sus productos y crea una fábrica el 1914. La tercera de ellas fecha del 1927, a tocar de la Zona franca de Barcelona donde actualmente todavía se produce y la empresa mantiene las oficinas.

La reconstrucción
La producción propia permite a Santiveri ir creciente. Lo hace de la mano de su yerno, el Doctor Ferrándiz, que también era uno de los nombres más importantes del naturisme. "Es él quien le aconseja hacer productos de soja y alimentos proteicos para el periodo de entre guerras", dice Torres.

Pero la Guerra Civil española truncó su camino. "Pasamos de estar a la yema del huevo europeo a quedarnos a cero", rememora el actual presidente. "Murieron la mayoría de trabajadores y la fábrica quedó destrozada. A pesar de todo, tuvimos la suerte que en un sorteo nos tocó un camión". Con él, su yerno Enrique Torres y el hijo pequeño del fundador, Santiago, "iban arriba y abajo vendiendo malta, que era un sustitutivo del café; o zumos de manzana". De este modo, poco a poco empezaron a reconstruir la marca Santiveri.

Las primeras franquicias
Otra de las curiosidades de Santiveri es su condición de pionera en el modelo de franquicias, que se mantiene actualmente. "Durante muchos años sólo hemos tenido cuatro tiendas propias y a principios de siglo llegamos a las 25 para evitar que cerraran buenas ubicaciones donde el franquiciat se retiraba. Pero nos quedaremos con siete u ocho", augura. Santiveri, pues, apuesta mayoritariamente por una expansión vía franquicia, con las 250 que hay en la actualidad. "No tenemos alma de tenderos", confiesa Torres.

La primera tienda de productos naturales de España fue la Santiveri. Cedida


Pero como empezó esta estrategia franquiciadora? "Santiveri iba a una farmacia o a un colmado y nadie quería sus productos. Por lo tanto, abrió franquicias a gente como él, que creían en el naturisme. Todos gente muy firme que luchaba mucho", dice el actual dirigente. Todo ello ha dotado la compañía de un "carácter especial". A partir de los años 70, asegura Torres, "siempre hay una oferta para la compañía; pero siempre hemos dicho que nos traigan ofertas porque compramos nosotros".

De curar enfermos a hacer vida sana
"Hace muchos años teníamos unos letreros donde ponía 'Alimentos de régimen'. La palabra régimen...", recuerda Torres. El cierto es que "se asociaba Santiveri con gente mayor y gente enferma". El mismo origen de la empresa contribuía a esta asociación, algo que las nuevas generaciones han ayudado a evolucionar al ritmo que lo hacía la sociedad. "Cuando llegamos mi generación y ocupamos el departamento de publicidad y marketing apostamos por el deporte, gente joven y sana", destaca el actual mandatario.

Una de las principales vías para acercar Santiveri a los jóvenes y los hábitos saludables ha sido el patrocinio deportivo, empezando por el alpinismo. "Los primeros españoles y catalanes que subieron el Everest iban con Santiveri, pero no queríamos sólo la publicidad, también el know-how de la expedición". Este feedback no llegó y entonces apostaron para crear el primer equipo de atletismo femenino esponsoritzat de España o para patrocinar tenistas como Sergi Bruguera.

Todo ello ha ido de la mano de un incremento continuo de la demanda de productos biológicos. "Hace muchos años que tenemos productos biológicos y todavía queremos tener más", asegura un Jorge Torres que aspira a completar su extenso catálogo con un 100% de productos con este sello.

Con unas 750 referencias ( han llegado a tener un millar), este propósito requiere un proceso de adaptación. "Somos familiares incluso con los proveedores. No podemos decirlos de repente que lo cambien todo porque sólo queremos bio", admite Torres. "Iremos tirando el cambio avisando el proveedor porque si quiere continuar trabajando con nosotros se vaya adaptando. Me estimo más esperar un poco y trabajar con proveedores que ya nos conocemos".

Las cafeterías ambulantes de Santiveri. Cedida


Menos marca blanca y más internacionales
Santiveri dispone actualmente de tres fábricas: Barcelona, Lleida y Peñafiel (Valladolid). Unas ubicaciones que no son fruto de la casualidad. "Cómo que todos los cereales se producían en Castilla fuimos nosotros hacia Peñafiel, donde tenemos la fábrica más grande", recuerda Torres. En el caso de Lleida, la lógica es la misma pero con la fruta, elemento básico para productos como las mermeladas.

Durante estos últimos años de crisis, pero, Santiveri también ha destinado sus fábricas a producir para terceros. "La mayoría de empresas han decidido despedir trabajadores y cerrar fábricas. A pesar de que rompa nuestro estilo, fabricar para terceros nos ha permitido mantener las fábricas activas", celebra el presidente. Eso sí, lo han hecho a coste de reducir los márgenes, siempre menores en la marca blanca. "Un golpe ha pasado la crisis, lo estamos deshaciendo", anuncia.

Santiveri quiere centrar ahora buena parte de su atención a la exportación, que ya roza el 25% de su volumen de negocio. Con ventas en 40 países e implantados directamente en México e Italia, Torres avisa: "ahora tenemos el foco puesto en Sudamérica y en los países árabes".
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