
Los sindicatos de Freixenet han convocado huelga del 27 al 30 de mayo en contra del ERO con el que la empresa prevé despedir a un 24% del conjunto de la plantilla. En un comunicado, el comité de empresa critica que la dirección "se mantiene intransigente" después de tres reuniones y reclama una "solución dialogada". Asimismo, explica que ha pedido que en la negociación participe la familia Ferrer, propietaria de un 50% de las acciones de la compañía, y lamenta que esta "no está dando la cara".
El paro arrancará a las 22h del 26 de mayo y se alargará hasta las 22h del 30 de mayo. Los representantes de los trabajadores también se manifestarán en Sant Sadurní d'Anoia el día 28 de mayo y ante el Parlament de Catalunya el día 29.
La empresa ha justificado la medida en la reestructuración realizada por los efectos de la sequía, que ha provocado una reducción del 45% de la producción de uva en el Penedés desde 2022 y la consiguiente disminución de la disponibilidad de materia prima y aumento de costes. Así, la reducción de plantilla pretende adecuarla a una producción más reducida, y la empresa ha señalado que la disminución de reservas y el incremento de costes han empeorado el desajuste entre la demanda del mercado y la sostenibilidad de la compañía.