"Solo hay una solución a la emergencia climática: la tecnología". El presidente y CEO de Nokia, Pekka Lundmark, tiene una visión clara, a pesar de que materialmente difusa, de cómo tiene que ser la lucha contra la emergencia climática. El papel de las nuevas tecnologías, especialmente de aquellas ligadas con las potencias de la industria móvil, es condición sine qua non para el mundo verde, tal como lo imagina el directivo. Lundmark cuenta con un currículum que le otorga una autoridad en la transición corporativa hacia el mundo verde que no tiene ninguno otro directivo de su sector. Después de años de gestión de la empresa pública de energías renovables finesa, Fortum, el CEO se encuentra en la tesitura de liderar uno de los players mundiales de una rama productiva que él mismo considera adalid en la gestión del cambio climático.
La situación, cómo admite el mismo directivo, no se mujer a la esperanza. "Los recientes datos publicados por el IDCC, que pasaron desapercibidas, no ofrecen una lectura placiente", lamenta. Con un escenario que, en el lado más optimista del abanico, deja el mundo ante un aumento de temperatura de entre tres o cuatro grados a final del siglo, no se puede por menos que tomar "acciones rápidas y contundentes" – unas acciones que, lejos del recorte de actividades extractivas o la limitación de la producción, apuntan, según Lundmark, hacia hacer más eficientes los procesos que han hecho avanzar esta emergencia.
Lundmark: "El nuevo metaverso no es un añadido a la sostenibilidad, es la sostenibilidad en sí misma"
La relevancia de la tecnología móvil, según el CEO, reside en su capacidad para mejorar los procesos mediante la conectividad. Uno de los ejemplos paradigmáticos de esta potencial alianza entre conexiones y sostenibilidad se encuentra, opina Lundmark, en las energías renovables. "Cuanto más energía verde usamos, mejor conectividad necesitaremos". Desde el transporte de las energías renovables hasta "sistemas de almacenamiento que hagan el transporte más eficiente", la mejora de las infraestructuras de conexión, sean en comunicaciones o en gestión y transporte de la energía, es la clave de vuelta de una transición ecológica basada en el adelanto técnico.
La generalización de la tecnología 5G también será, argumenta Lundmark, esencial para una reconversión productiva hacia procesos más sostenibles. Está en la mano de las empresas de telecomunicaciones "ofrecer sostenibilidad" en el conjunto del territorio, en cuanto que la mejora en eficiencia que supone la conexión móvil de baja latencia es la pieza central de la idea de transición verde del directivo. Con una menor inversión energética por bit a la conexión, la tecnología 5G – y eventualmente 6G – permitirá el que Lundmark considera la aplicación más útil del metaverso: un gemelo digital del planeta que genere "un loop constando de información entre el mundo real y el digital". Con esta herramienta, sería posible el análisis y la gestión de todas las situaciones y procesos en el sentido de la eficiencia. "El nuevo metaverso no es un añadido a la sostenibilidad, es la sostenibilidad en sí misma".
La perspectiva tecnooptimista de Lundmarkk se basa en un adelanto sostenido de las infraestructuras y dispositivos que permitirían llevar a cabo esta transformación sostenible. "Es fácil subestimar la velocidad a qué van algunas tecnologías – advierte el CEO – que se vuelven más pequeñas, más ligeras y más baratas" en periodos muy cortos de tiempos. Como ejemplo, el directivo se coge al progreso de la energía solar fotovoltaica, que en cuestión de menos de una década ha pasado de ser la más cara de todas las renovables a ser el más trueque, en un proceso que "todavía tiene que continuar". El Sol, defiende Lundmark, es el motor de la transición ecológica, en cuanto que "proyecta cada día más o menos la misma energía que el Mundo utiliza en un año". Su captación y mejor aprovechamiento, pues, "es el futuro".
Transición verde de mercado
Según Lundmark, las regulaciones sobre el combate contra la emergencia climática tienen que tener un de dos objetivos: o bien dejar que el mercado elija la distribución de recursos óptima para la transición, o bien poner a disposición del tejido empresarial las herramientas para ser más eficientes. "Las empresas tenemos que ser una fuerza del bien", imagina el CEO de Nokia, que sitúa bajo el paraguas corporativo la responsabilidad y la capacidad de implementar esta transformación.
Polman: "No podemos vivir en pequeñas islas de riqueza mientras el mar de pobreza crece a nuestro alrededor"
El directivo celebra el compromiso "al 100 %" de Nokia en la completa dependencia de renovables en sus operaciones por el año 2025, subidos a la oleada de "la eficiencia energética". Para seguir su camino, el CEO anima administraciones y empresas a movilizar los mercados financieros, los únicos con la capacidad económica para afrontar "las inversiones necesarias para la transformación verde". Lundmark posa, como ejemplo de la activación del sector privado, el mercado europeo de emisiones de CO2 que, considera, ha posado unos límites y ha dejado el mercado regular como gestionar estos límites. Es el sector privado, así, quién "tiene que decidir cuáles son las mejores y más eficientes formas de reducir emisiones".
El principal contribuidor a la reducción de emisiones y aumento de la sostenibilidad dentro del sector privado, reitera Lundmar´, es la industria móvil y de las telecomunicaciones. Una buena coordinación entre los adelantos en conectividad y las políticas de transición ecológica hará que las telco no sean "Solo un usuario pasivo de la electricidad, sino parte activa del sistema energético". La huella ecológica de esta industria, cómo indica el CEO, es 10 veces inferior a sus capacidades en cuanto a recorte de emisiones si se implementa en otros sectores. "Nuestro mensaje a las autoridades – informa Lundmark – es que miren la actividad de carbono de la tecnología móvil".
Valores de empresa
Como telonero de la presentación de Lundmark, el director general de GSMA Matts Granryd ha debatido con el que fuera CEO de Unilever, Paul Polman, sobre la responsabilidad social corporativa en términos de sostenibilidad y lucha contra las desigualdades. En la línea del planteamiento del CEO de Nokia, que reclama a las empresas que "hagan el correcto", Polman exige el sector privado que asuma su rol social y vaya más allá de los intereses de sus shareholders. El directivo y autor de Neto Positive pide que las compañías superen el discurso de la RSC para aportar a la recuperación del entorno social y ecológico. "Ser menos doliendo que antes no es ser basta bó. Tenemos que ser regenerativos y reparadores".
Sobre el conflicto entre sostenibilidad y balance, Polman lo descarta cómo una falsa dicotomía. "Las empresas que más activamente intentan reducir sus externalidades negativas son las que tienen más valor de mercado". En un sentido similar, el director general de GSMA niega que, en las condiciones actuales, la apuesta por la sostenibilidad y la vertiente social de la empresa no es una cuestión de RSC. "El compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible – establece Granryd – es una buena decisión de negocio". Una mejora de la situación social alrededor de la empresa es, de hecho, una apuesta por su viabilidad a medio plazo, en cuanto que el sector privado es un actor más de una estructura social que aporta más a todas sus piezas si funciona correctamente. "No podemos vivir en pequeñas islas de riqueza mientras el mar de pobreza crece a nuestro alrededor", concluye Polman.