Trabajar en empresas que hagan el bien

Compañías como Sanofi, Amat o Penguin Random House reivindican actuar con impronta social como la mejor manera de atraer talento y ser rentables

"Tenemos que reflexionar sobre el papel de las empresas a nuestra sociedad". Anna Fornés, directora de la Fundación Factor Humano, reivindica hacer visibles las compañías que trascienden su propia actividad para aportar algo más a la sociedad. "Estas empresas están", insiste durante la presentación del 9è Premio Mercè Sala que entregará la entidad este martes al atardecer. Para ir tirando boca, responsables de empresas tan diversas como Sanofi, Penguin Random House y Amat Inmobiliarios han compartido su convicción que las compañías comprometidas no sólo aportan un plus a la sociedad, sino que también son más rentables a largo plazo y soportan mejor las crisis.

Así lo asegura Imma Amat, codirectora de una compañía singular dentro del mercado inmobiliario. "Cuando estalló la burbuja y todo el mundo cerraba, nosotros abrimos oficina en la calle Balmes de Barcelona", ejemplifica. Una actuación prudente y diversificada los permitió superar con más facilitado los momentos difíciles. "Siempre hemos tenido como objetivo hacer las cosas de forma diferente", insiste. "A veces se nos ha acusado de ser poco ambiciosas, pero nos hemos auto limitado voluntariamente en cosas que no se habrían alineado con nuestra manera de sentir".

Y qué es esta manera de sentir? Según Imma Amat, "la relación trabajador-emprendida es de compromiso mutuo". En su caso, durante 60 años sólo han trabajado mujeres. Esto, asegura, "nos hizo inventar políticas que ahora dicen de conciliación para conseguir que las mujeres no dejaran de trabajar al tener hijos". Cuando, a pesar de todo, alguna abandonaba, "lo sentíamos como un gran fracaso". Así pues, Amat Inmobiliarios elabora el calendario de la empresa de acuerdo con el calendario escolar y estimula horarios flexibles también para permitir la cura de las personas grandes.

Amat critica que "hoy al sector inmobiliario es fashion tener 30 personas fijas y 300 falsos freelance. Esto es una forma moderna de esclavitud. Cobran si venden y no tienen ningún derecho". Ella, pero, asegura que "no podemos exigir a los comerciales unas cifras imposibles de conseguir". Sea como fuere, recuerda que el 70% de su gasto pertenece a la demasiada salarial. "Si tuviéramos freelance nos sería más rentable seguro, pero no es el que queremos", defiende.

La codirectora de la firma inmobiliaria reivindica la tarea formadora de la empresa. "Todavía tenemos la primera trabajadora de la empresa, de hace 50 años, que entró con 14 años. Ha llegado a ser la directora comercial a base de su voluntad de aprender", recuerda emocionada. "A nuestra empresa encuentran la estabilidad, las garantías, el compromiso y una manera de hacer diferente en el sector", insiste. La parte mala, reconoce, es que "cómo que saben que invertimos en formación de jóvenes, las grandes se nos llevan el talento de vez en cuando".

La salud por encima de todo

Carme Jordà es la directora de Recursos Humanos de Sanofi Iberia. La multinacional farmacéutica comparte con Amat el hecho de trabajar en un sector que no disfruta, injustamente o no, del máximo reconocimiento social. "La mala fama del sector se lo ha ganado en buena parte. Por eso nuestra gente nos pide que tendríamos que hablar más del que hacemos y explicar que somos en un sector muy bonito, que impacta en la salud de la gente", defiende Jordà.

Amat: "A veces se nos ha acusado de ser poco ambiciosas, pero nos hemos auto limitado voluntariamente en cosas que no se habrían alineado con nuestra manera de sentir"

Con una intensa tarea de responsabilidad social, la directiva de Sanofi se muestra convencida que el hecho que "las personas que lo han vivido lo expliquen, da credibilidad". Defiende que "los valores nos los creemos y esto forja un compromiso compartido. Cómo una de las grandes empresas farmacéuticas europeas tenemos la responsabilidad de aportar salud y bienestar a las personas".

Así pues, relata que la impronta social de la compañía se encara hacia el medio ambiente y la seguridad, la flexibilidad y eficacia personal, la diversidad y la formación. "Buscamos edificios que sean sostenibles y invertimos. El mismo con los envases y los embalajes. Y hemos plantado más de 10.000 árboles para compensar la contaminación de nuestros vehículos", ejemplifica. "También formamos los trabajadores itinerantes en seguridad a la carretera, que es su mayor riesgo, reduciendo un 32% los accidentes", añade.

Esmorzar informatiu Factor Humà

Amat, Sanofi y Penguin Random House explican su impronta social | Cedida

Además de la flexibilidad horaria, lo programa estrella de Sanofi es el teletrabajo. "Más del 30% de la plantilla se acoge. Los formamos y ponemos las herramientas porque puedan hacer dos días a la semana", detalla antes de añadir que también disponen de talleres de alimentación, de cocina, clases de zumba o yoga dentro de las oficinas.

Jordà: "Los valores nos los creemos y esto forja un compromiso compartido"

"Ninguno afuera tenemos algunos programas para concienciar los jóvenes diabéticos que tienen que aprender a vivir con la enfermedad. O una campaña con la Cruz Roja para concienciar sobre la gente mayor que está sola", explica con orgullo. Una serie de acciones sobre las que "cuesta medir el impacto en la rentabilidad", reconoce; pero donde "hay que mirar la correlación con atraer talento y el compromiso de los trabajadores".

Aprovechar los valores del sector

Penguin Random House vende más de 10 millones de libros al año. "Fomentamos valores como la creatividad, somos una empresa que permite el error controlado", indica su directora de Recursos Humanos y Servicios Editoriales, Marta Grau. "Los valores están presentes en todo. Hagamos procesos largos de selección porque el trabajador pierde más que nosotros si nos equivocamos en la contratación", ejemplifica de entrada.

Antes de mirar afuera, Grado reivindica "asear la casa por dentro". Así pues, "se tiene que pagar el que se merece y ofrecer condiciones idóneas". Cómo no puede ser de otra manera en una editorial, "fomentamos la lectura, el libro es un producto que permite dejar impronta", asegura.

A Penguin Random House intentan "crear comunidad allá donde somos presentes con trabajadores y proveedores locales. También somos muy exigentes en los proveedores de papel y a la hora de imprimir", destaca su directiva.

"Preguntamos mucho a los empleados, hecho que nos permite crear iniciativas de bienestar desde coaching interno un golpe al mes o clases de yoga dos golpes por semana", relata Grado. La empresa también cuenta con el programa Poténciate, que prevé pagar hasta el 80% de la formación reglada que quiera hacer cualquier de los operarios de los almacenes porque pueda llegar a trabajar a las oficinas.

"También hay la opción de un mes sabático, que no nos cuesta nada y tiene un impacto muy grande. La mayoría de gente lo coge cuando la pareja trabaja y los hijos estudian, para podérselo dedicar realmente en ellos", explica con orgullo Marta Grau.

Según la directiva de Penguin Random House, "aunque no repercutiera en la rentabilidad todo esto lo haríamos igual porque se trabaja mejor y atraemos el talento". Al fin y al cabo, resume, "la gente quiere trabajar en empresas que hagan el bien".

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