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La única fábrica de agujas del Estado, la empresa Metal·lúrgica Folch de Montbrió, cumple 100 años

La compañía, que cuenta con cuatro generaciones, mueve 25 toneladas anuales y exporta a una cincuentena de países

Abuelo, hijo y nieto mirando una de las máquinas de la Metalúrgica Folch de Montbrió del Camp | ACN
Abuelo, hijo y nieto mirando una de las máquinas de la Metalúrgica Folch de Montbrió del Camp | ACN
Redacción VIA Empresa | ACN
Montbrió del Camp
15 de Agosto de 2024
Act. 15 de Agosto de 2024

La empresa familiar Metal·lúrgica Folch, ubicada en Montbrió del Camp (Baix Camp), celebra este año su centenario. En la actualidad, es la única fábrica de agujas en todo el estado español y una de las tres últimas que queda en Europa. En sus comienzos, la empresa fabricaba agujas y otros artículos como botones, cadenas o bisutería. Fue en 1985 cuando la segunda generación de los Folch tomó el mando y apostó por la especialización en agujas de cabeza, así como en la industrialización de las máquinas. Una estrategia que la familia reconoce, 40 años después y con la cuarta generación entrando en el negocio, que ha sido la fórmula del éxito. La compañía produce unas 25 toneladas anuales y exporta a una cincuentena de países de todo el mundo.

 

Metal·lúrgica Folch es la única fábrica de agujas en todo el estado español y una de las tres últimas que quedan en Europa

A finales de los años 70, España contaba con seis fabricantes de agujas. Una década después, Metalúrgica Folch era la única que quedaba en pie. Según el sobrino de los fundadores de la empresa en 1924, Jordi Folch, la especialización ha sido clave. "Cuando tomé el mando de la empresa en 1985, decidí cancelar todos los artículos pequeños —botones, bisutería, entre otros— y diseñar las máquinas para competir", explicó en una entrevista a la ACN. "No me interesaba fabricar productos de poca cantidad; quería industrializar las máquinas para que funcionaran solas", argumentó Folch.

Paralelamente, y según recuerda Jordi Folch, el número de fabricantes de camisas también disminuía. "En aquella época teníamos 200 clientes que hacían camisas", afirmó Folch, quien lamenta que actualmente solo haya uno en todo el Estado. Unas afirmaciones que comparte el hijo de Jordi, Josep Maria Folch, quien actualmente es el gerente de esta empresa familiar. "La confección industrial era nuestro gran mercado, pero ha ido disminuyendo, sobre todo en Europa", ya que ahora la gran mayoría se hace en Asia, añadió la tercera generación de los Folch.

 

"Teníamos clientes que nos pedían mil kilos de agujas al mes", recordó Josep M. Folch. Un mercado que, poco a poco, ha ido perdiendo fuerza. "Antes, el 70% de la fabricación iba destinada a la confección y el 30% a mercería", detalló el gerente, quien reconoce que ahora es al revés: 70% costura, mercería y 'hobbies' y 30% confección. A pesar de ello, dentro del sector de la confección industrial, la compañía mantiene ciertos clientes de renombre como Zara, Mango o El Corte Inglés.

Nuevas líneas de negocio

Actualmente, Metalúrgica Folch produce unas 25 toneladas anuales. De estas, el 50% se venden en el mercado nacional y el otro 50% se exporta a una cincuentena de países de todo el mundo. "Tenemos clientes importantes allí donde aún predomina la confección, como Colombia o México", añadió Josep Maria Folch.

En la actualidad, la facturación ronda el millón de euros. Una cifra que los Folch esperan incrementar en los próximos años, a través de la incorporación de dos nuevos productos: cintas métricas y dedales. "Se trata de dos elementos complementarios a nuestras agujas de cabeza", explicó Josep Maria Folch, quien anunció que a finales de año la fábrica estará preparada para que convivan los tres productos.

Actualmente, la facturación ronda el millón de euros. Un dato que los Folch esperan incrementar durante los próximos años

Una nueva etapa que, en parte, ha sido propiciada por la cuarta generación. "En las empresas, siempre se debe mirar hacia adelante e intentar abrir nuevas líneas de negocio aunque no salgan bien al principio, porque en algún momento darán resultados", defendió Xavier Escaich, actual jefe de producción, quien considera que los dedales y las cintas métricas "aportarán valor añadido a las agujas". Preguntado sobre el futuro, el más joven de los Folch considera que este también requiere automatizarlo todo "para que sea más eficiente".