Vanesa Martínez es directora general y presidenta del GrupoCarinsa . Junto con su hermana Dènia dirige esta empresa familiar fundada por su padre el 1993. Hace una década que se ocupan y han conducido Carinsa a un crecimiento alrededor del 10% anual hasta los 40 millones de euros de facturación , un 60% proveniente de la exportación. Este miércoles 1 de octubre reciben el premio Fidem en la categoría de empresa Familiar.
La Fundación Internacional de la Mujer Emprendedora (Fidem), llega hoy a la XVIIa edición de unos premios que quieren reconocer el esfuerzo, la originalidad y la valentía de aquellas empresarias que han sabido hacerse un lugar en el mundo empresarial. Vanesa Martínez y su hermana lo han conseguido liderando una compañía de 120 trabajadores.
"Nuestro padre era químico y quería que sus hijas también lo fueran". Ellas, pero, optaron por la Ingeniería de Telecomunicaciones y las Económicas. El que sí que consiguió fue contagiarlos la ilusión por el negocio familiar. "Al inicio fabricaba aromas por alimentación humana, después se incorporaron las fragancias por detergentes y las de alimentación animal", explica Martínez.
Ahora ya son todo un grupo industrial vertebrado en tres ejes: innovación, especialización diversificada e internacionalización. "No sólo hacemos el aroma o la fragancia, nos preocupamos para hacer un buen producto final", asegura. Y siguen creciendo abriendo nuevas líneas de negocio cada año, como el de la ambientación o la de platos precocinados. Sudamérica, el norte de África o Turquía son algunos de los mercados principales de Carinsa .
Hoy recibís el premio Fidem a la Empresa Familiar. Qué supone por vosotros este reconocimiento?
Este tipo de premios nos animan a continuar nuestro crecimiento, por ejemplo este año ya hemos incorporado más de un 10% más de gente a la plantilla. Nos anima a continuar luchando y reinvertint cada año en el negocio. Compartimos la filosofía de nuestro padre, que nos inculcó la ilusión por la empresa familiar, y los reconocimientos externos siempre animan muchísimo.
En el relevo de vuestro padre a vosotros, se ha notado la mano de dos mujeres a la dirección?
El espíritu de la empresa es el mismo, si bien es cierto que la dimensión actual de la compañía es diferente a la que tenía con nuestro padre, que quizás se tenía que fijar mucho más a salir adelante los resultados. Pero es verdad que las mujeres tenemos una sensibilidad diferente, y nosotros tenemos la visión de implicar toda la plantilla con unos objetivos muy definidos. Queremos motivar y estimular la participación.
Cómo lo hacéis?
Intentamos tener una política de compañía donde todo el mundo se sienta implicado con planes de formación continuos y somos bastante flexibles en los horarios. También hacemos encuentros a menudo o comidas de Nadal y de verano. Además, tenemos una cátedra donde formamos nuevos aromistes y perfumistes.
Realmente, pero, hay diferencias entre la gestión de un hombre y una mujer?
Creo que sobre todo las mujeres estamos muy preparadas por los cambios, y con una buena capacidad organizativa. Todo el mundo tiene buenas calidades, pero las mujeres sí que acostumbramos a ser muy disciplinadas y constantes. Aportamos un rescoldo especial, y más en nuestro mundo, de las esencias y los sabores. Además, tenemos la ventaja que las mujeres son las que toman más las decisiones de compra en nuestro sector, y podemos transmitir esta sensibilidad a nuestros productos.
Si la mayoría de decisiones de compra las toman mujeres, porque hay tan pocas dirigiendo empresas?
Es cierto, pero nosotros que trabajamos con muchos mercados diferentes, todavía podemos estar contentas del mundo donde vivimos viendo el que hay afuera! Es evidente que todavía nos queda bastando camino para recorrer. Una mujer que quiere ser líder puede ser la mejor de las líderes. Pero tiene que saber las dificultades que tiene y con las que se encontrará. A la vez tiene que saber las ventajas que tiene, como la sensibilidad que decía antes y que los hombres, a pesar de tener otras calidades, quizás no la tienen tanto. Por suerte, creo que cada vez las compañías cuando hacen selección no lo hacen por el hecho de ser hombres o mujeres, sino por un perfil que se adapte al trabajo.
A veces, pero, con esto no hay bastante...
Las mujeres tenemos muchas responsabilidades, tan internas como externas, y a veces hay un cambio de prioridad cuando se es madre. Esto puede resentir en el trabajo, pero si una mujer quiere, puede con todo. Sólo tiene que saber equilibrar sus prioridades.
Hace falta más implicación por parte de los hombres en las responsabilidades fuera del trabajo?
Sí, los hombres podrían dar un golpe de mano, a pesar de que hay mujeres que tampoco los dejan! Pero sí que es verdad que se tendría que buscar un mayor equilibrio en este sentido.
Habéis tenido problemas en algún mercado por el hecho de ser mujeres las que traen la empresa?
Podría explicar muchas anécdotas! La primera vez que mi hermana fue a Turquía fue con el responsable comercial, y se pensaban que era la secretaria sólo por el hecho de ser mujer. Y yo me he encontrado con algún rabí que no me quería dar la mano porque si no me tenía que casar con él... Te encuentras de todo, y a pesar de que la cosa va cambiante, todavía hay cierto machismo.
Arreglar el mundo quizás es demasiado difícil, pero que podemos hacer para mejorar en casa nuestra?
Las primeras que tenemos que hacer algo somos nosotros, no podemos responsabilizar siempre un tercero. Tenemos que demostrar que podemos ser iguales o mejores que los hombres, y que tenemos capacidad para equilibrar el tema personal y profesional. Después hace falta que el entorno escoja la persona por su valía, no porque sea hombre o mujer. Porque si no las mujeres también se pueden aprovechar de unas leyes que nos protegen y que acaban haciendo un efecto rebote contra nosotros.
Como por ejemplo?
Te lo dice una embarazada, pero a veces algunas mujeres se aprovechan de estas leyes tan estrictas para dejar de trabajar o trabajar menos con esta protección. Por mí, es el primero que habría que sacar. Un blindaje de ocho o 12 años no tiene sentido. El mejor blindaje es que la persona sea válida. Un trabajador, hombre o mujer, tenga uno o siete hijos, si es buen trabajador siempre lo querré a mi equipo.
La Fundación Internacional de la Mujer Emprendedora (Fidem), llega hoy a la XVIIa edición de unos premios que quieren reconocer el esfuerzo, la originalidad y la valentía de aquellas empresarias que han sabido hacerse un lugar en el mundo empresarial. Vanesa Martínez y su hermana lo han conseguido liderando una compañía de 120 trabajadores.
"Nuestro padre era químico y quería que sus hijas también lo fueran". Ellas, pero, optaron por la Ingeniería de Telecomunicaciones y las Económicas. El que sí que consiguió fue contagiarlos la ilusión por el negocio familiar. "Al inicio fabricaba aromas por alimentación humana, después se incorporaron las fragancias por detergentes y las de alimentación animal", explica Martínez.
Ahora ya son todo un grupo industrial vertebrado en tres ejes: innovación, especialización diversificada e internacionalización. "No sólo hacemos el aroma o la fragancia, nos preocupamos para hacer un buen producto final", asegura. Y siguen creciendo abriendo nuevas líneas de negocio cada año, como el de la ambientación o la de platos precocinados. Sudamérica, el norte de África o Turquía son algunos de los mercados principales de Carinsa .
Hoy recibís el premio Fidem a la Empresa Familiar. Qué supone por vosotros este reconocimiento?
Este tipo de premios nos animan a continuar nuestro crecimiento, por ejemplo este año ya hemos incorporado más de un 10% más de gente a la plantilla. Nos anima a continuar luchando y reinvertint cada año en el negocio. Compartimos la filosofía de nuestro padre, que nos inculcó la ilusión por la empresa familiar, y los reconocimientos externos siempre animan muchísimo.
En el relevo de vuestro padre a vosotros, se ha notado la mano de dos mujeres a la dirección?
El espíritu de la empresa es el mismo, si bien es cierto que la dimensión actual de la compañía es diferente a la que tenía con nuestro padre, que quizás se tenía que fijar mucho más a salir adelante los resultados. Pero es verdad que las mujeres tenemos una sensibilidad diferente, y nosotros tenemos la visión de implicar toda la plantilla con unos objetivos muy definidos. Queremos motivar y estimular la participación.
Cómo lo hacéis?
Intentamos tener una política de compañía donde todo el mundo se sienta implicado con planes de formación continuos y somos bastante flexibles en los horarios. También hacemos encuentros a menudo o comidas de Nadal y de verano. Además, tenemos una cátedra donde formamos nuevos aromistes y perfumistes.
Realmente, pero, hay diferencias entre la gestión de un hombre y una mujer?
Creo que sobre todo las mujeres estamos muy preparadas por los cambios, y con una buena capacidad organizativa. Todo el mundo tiene buenas calidades, pero las mujeres sí que acostumbramos a ser muy disciplinadas y constantes. Aportamos un rescoldo especial, y más en nuestro mundo, de las esencias y los sabores. Además, tenemos la ventaja que las mujeres son las que toman más las decisiones de compra en nuestro sector, y podemos transmitir esta sensibilidad a nuestros productos.
Si la mayoría de decisiones de compra las toman mujeres, porque hay tan pocas dirigiendo empresas?
Es cierto, pero nosotros que trabajamos con muchos mercados diferentes, todavía podemos estar contentas del mundo donde vivimos viendo el que hay afuera! Es evidente que todavía nos queda bastando camino para recorrer. Una mujer que quiere ser líder puede ser la mejor de las líderes. Pero tiene que saber las dificultades que tiene y con las que se encontrará. A la vez tiene que saber las ventajas que tiene, como la sensibilidad que decía antes y que los hombres, a pesar de tener otras calidades, quizás no la tienen tanto. Por suerte, creo que cada vez las compañías cuando hacen selección no lo hacen por el hecho de ser hombres o mujeres, sino por un perfil que se adapte al trabajo.
A veces, pero, con esto no hay bastante...
Las mujeres tenemos muchas responsabilidades, tan internas como externas, y a veces hay un cambio de prioridad cuando se es madre. Esto puede resentir en el trabajo, pero si una mujer quiere, puede con todo. Sólo tiene que saber equilibrar sus prioridades.
Hace falta más implicación por parte de los hombres en las responsabilidades fuera del trabajo?
Sí, los hombres podrían dar un golpe de mano, a pesar de que hay mujeres que tampoco los dejan! Pero sí que es verdad que se tendría que buscar un mayor equilibrio en este sentido.
Habéis tenido problemas en algún mercado por el hecho de ser mujeres las que traen la empresa?
Podría explicar muchas anécdotas! La primera vez que mi hermana fue a Turquía fue con el responsable comercial, y se pensaban que era la secretaria sólo por el hecho de ser mujer. Y yo me he encontrado con algún rabí que no me quería dar la mano porque si no me tenía que casar con él... Te encuentras de todo, y a pesar de que la cosa va cambiante, todavía hay cierto machismo.
Arreglar el mundo quizás es demasiado difícil, pero que podemos hacer para mejorar en casa nuestra?
Las primeras que tenemos que hacer algo somos nosotros, no podemos responsabilizar siempre un tercero. Tenemos que demostrar que podemos ser iguales o mejores que los hombres, y que tenemos capacidad para equilibrar el tema personal y profesional. Después hace falta que el entorno escoja la persona por su valía, no porque sea hombre o mujer. Porque si no las mujeres también se pueden aprovechar de unas leyes que nos protegen y que acaban haciendo un efecto rebote contra nosotros.
Como por ejemplo?
Te lo dice una embarazada, pero a veces algunas mujeres se aprovechan de estas leyes tan estrictas para dejar de trabajar o trabajar menos con esta protección. Por mí, es el primero que habría que sacar. Un blindaje de ocho o 12 años no tiene sentido. El mejor blindaje es que la persona sea válida. Un trabajador, hombre o mujer, tenga uno o siete hijos, si es buen trabajador siempre lo querré a mi equipo.
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