Los programadores del mañana se sumergen en las 'piscinas' del 42 Barcelona

La escuela, que no tiene horarios, ni profesores, ni clases, ofrece un modelo de aprendizaje disruptivo y gratuito que cuenta con casi un 100% de empleabilidad

El 42 Barcelona es una escuela de programación gratuita impulsada por la Fundación Telefónica | Cedida El 42 Barcelona es una escuela de programación gratuita impulsada por la Fundación Telefónica | Cedida

Una escuela sin profesores, sin clases y sin horarios. El sueño de la gran mayoría de estudiantes tiene lugar en un centro atípico ubicado en el distrito de Nou Barris, concretamente en el Parc Tecnològic de Barcelona Activa: el 42 Barcelona. Durante las 24 horas de los 365 días del año podemos encontrar actividad, ya que tiene las puertas abiertas a una comunidad de personas entre las que podemos encontrar perfiles muy variados, de todas las edades y de todo el mundo. Eso sí, con un interés en común: la programación.

Con un año y medio de vida, el 42 Barcelona surge como una escuela de programación gratuita impulsada por la Fundación Telefónica, el Departament de Recerca i Universitats de la Generalitat de Catalunya y el Ayuntamiento de Barcelona. Los estudiantes se encuentran en un amplio espacio dividido en dos partes: una zona de trabajo equipada con 180 ordenadores y, a escasos metros, una zona de ocio y de descanso, con un comedor, literas, máquinas recreativas, y una mesa de ping-pong, entre otros. El equipamiento cuenta también con un espacio exterior donde poder desconectar de las pantallas.

La clave del éxito: el modelo de aprendizaje

Aun así, el principal rasgo característico del centro es su modelo formativo. El centro ofrece una carrera de tres años que consiste en la realización de proyectos colaborativos y gamificados, donde el proceso de aprendizaje depende completamente del estudiante. Estos estudios proponen un primer año introductorio a la programación, y posteriormente ofrecen diversas especializaciones en el ámbito de la programación.
“Una de las claves del aprendizaje en el 42 Barcelona son las evaluaciones. Para poder presentar un proyecto, los estudiantes deben ganar puntos, y estos se obtienen evaluando los proyectos de los compañeros”, explica a VIA Empresa el director del centro, Humbert Ruiz, quien ha añadido que no solo se desarrollan las competencias técnicas que requiere el mercado, sino también las mal llamadas habilidades blandas, como la inteligencia emocional, el trabajo en equipo y la gestión de la frustración o del estrés. "Aquí el título eres tú", resume Ruiz.

Ruiz: "Aquí el título eres tú"

Se trata, por lo tanto, de un modelo muy atractivo para todo aquel que no encaja en el sistema universitario actual. Además, la empleabilidad de los estudiantes del 42 Barcelona es casi del 100%: “en un año y medio, garantizamos el nivel de developper junior y, por este motivo, muchos estudiantes encuentran trabajo antes de terminar los estudios que ofrecemos”, ha detallado Ruiz, quien ha añadido que “este hecho, que se debe a las necesidades del mercado, es un éxito, pero nosotros queremos que se queden y se formen más”.

Joven jugando en una máquina recreativa del 42 Barcelona
Joven jugando en una máquina recreativa del 42 Barcelona

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Tirarse de cabeza a la piscina: el proceso de selección

Aun así, existe un reto para las personas interesadas en formarse en el 42 Barcelona: su proceso de selección, las piscinas. Estas consisten en entrenamientos intensivos de 26 días que comienzan con las bases de la programación y de la metodología colaborativa. Con este sistema se pretende garantizar que las personas candidatas serán capaces de ser autónomas y de adaptarse al funcionamiento de la escuela. Que serán capaces de nadar solas o, como mínimo, de no hundirse entre los proyectos que tendrán que llevar a cabo y las exigencias del mundo laboral. Las piscinas acaban con un examen final y es un algoritmo el encargado de valorar el proceso (y, sobre todo, el progreso) de cada candidato, y tomar la decisión final: si está preparado para sumergirse en el 42 Barcelona, o si no lo está.

La empleabilidad de los estudiantes del 42 Barcelona es casi del 100%

A pesar de contar con unas condiciones muy favorables, la escuela exige un valor fundamental: el esfuerzo. “Llego aquí sobre las 9 o 10 h de la mañana y me quedo hasta que acabo lo que quiero terminar. Normalmente, hasta las 21 h de la noche no me voy, aunque hay días que se hace mucho más tarde”, ha detallado a VIA Empresa Jan Aubert, un joven que está finalizando la piscina con la intención de acceder al centro y que valora muy positivamente su sistema: "aquí aprendes a aprender".

En una situación muy similar se encuentra su compañera, Sara Fernández, que también se ha dedicado plenamente al proceso de selección: "por suerte puedo decir que no tengo que hacer nada más y que si voy a casa mi madre me hace un tupper". En este sentido, la joven ha querido enfatizar la importancia de “ser resiliente y saber lo que necesitas en cada momento para no acabar petando, porque a veces no te acuerdas ni de comer y es muy importante dedicarte tiempo a ti misma”. Fernández, que conoció a Aubert al empezar la piscina, destaca que se trata de un proceso "muy constructivo" donde "nos ayudamos unos a otros para conseguir acceder todos juntos a los estudios".

Aubert: "Aquí aprendes a aprender"

 

Sara Fernández y Jan Aubert en el 42 Barcelona
Sara Fernández y Jan Aubert en el 42 Barcelona

42 Barcelona y la lucha contra la brecha de género del sector

42 Barcelona realiza cuatro o cinco piscinas a lo largo del año. Las próximas serán en julio y agosto, aunque, consciente de la brecha digital de género, el centro ofrece una versión de estas piscinas enfocadas únicamente en incrementar la presencia femenina del sector tecnológico: las piscinas discovery.

Ruiz: "En una ingeniería informática, de media, el 10% son mujeres. En el 42 Barcelona hemos conseguido que el porcentaje sea del 25%"

Con una duración de cinco días, se ofrecen formaciones de desarrollo web exclusivo para mujeres, hecho que motiva su participación, esencial para el crecimiento del sector. “En una ingeniería informática, de media, aproximadamente el 10% son mujeres. En 42 Barcelona hemos logrado que el porcentaje sea del 25%, un dato que debe seguir creciendo porque se necesitan más mujeres en el sector digital”, apunta Ruiz. Las próximas piscinas discovery tendrán lugar en los próximos meses de mayo y junio.

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Y es que son miles los piscineros y las piscineras que se encuentran en todo el mundo compartiendo conocimiento entre sí: el proyecto 42 Network, nacido en París en 2013, cuenta con más de 18.000 estudiantes repartidos en los 49 campus ubicados en 28 países, como Australia, Canadá o Singapur.

La escuela ubicada en la capital catalana, concretamente en el distrito de Nou Barris, prevé seguir creciendo año tras año y piscina tras piscina, formando a los programadores y programadoras del mañana, y preparándolos para programar, salir de sus piscinas y nadar en alta mar.

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