
26
de Agosto
de
2015 - 05:30
La compañía británica Intelligent Energy, especializada en el desarrollo de baterías, acaba de presentar un invento que podría revolucionar el mercado de la telefonía móvil.
El widget es nada más y nada menos que una batería que genera energía a partir de la combinación de hidrógeno y oxígeno. La gran novedad, pero, es que para demostrar la eficacia han modificado un iPhone 6 para que use su nuevo invento y, con las nuevas baterías, el teléfono aguanta una semana sin cargarse.
Por si esto fuera poco, no ha habido que modificar la medida, grueso o pes del dispositivo. Simplemente se le han tenido que añadir dos pequeñas aperturas para la ventilación del vapor de agua.
Además, la batería es recargable mediante un enchufe de auricular modificado, a pesar de que Intelligent Energy ya ha comunicado que esto sólo se trata de una solución temporal. En un futuro cercano, los usuarios podrán disponer de unos cartuchos que un golpe enchufados a la parte inferior del teléfono cargarían la batería a toda velocidad.
El más interesante es que parece que la compañía ya estaría trabajando codo con codo con Apple para evaluar la posibilidad de incluir este tipo de baterías en futuros dispositivos.
El invento es revolucionario más allá de ser capaz de dar energía a un teléfono durante una semana. De hecho, a pesar de que la tecnología no es nueva, nunca se había conseguido reducirla hasta el punto que fuera tan fina que pudiera encabir-se dentro de un teléfono sin modificar su estructura.
En respuesta a la pregunta sobre cuando puede tardar esta tecnología a llegar a manos del consumidor, fuentes de Intelligent Energy han comunicado que podría tratarse de un tiempo no superior a dos años, a pesar de que esto dependerá de la prisa que tengan los fabricantes de terminales a incorporar una tecnología tan revolucionaria como esta.
La principal diferencia respecto a las baterías actuales es que en ninguna parte de conectar el dispositivo al cabo de la calle, sería necesario adquirir pequeñas células de recàrrega cada vez que la batería se agotara.
Para hacernos una idea del precio de estas recàrregues podemos dar un vistazo a Upp, un producto de la misma compañía que ya es al mercado y que hace la función de batería externa para iPhone. Este dispositivo, en definitiva, usa la misma tecnología y mientras que el cargador en si tiene un coste de unos 220 dólares, cada paquete de recàrrega no llega a los 9 dólares.
El widget es nada más y nada menos que una batería que genera energía a partir de la combinación de hidrógeno y oxígeno. La gran novedad, pero, es que para demostrar la eficacia han modificado un iPhone 6 para que use su nuevo invento y, con las nuevas baterías, el teléfono aguanta una semana sin cargarse.
Por si esto fuera poco, no ha habido que modificar la medida, grueso o pes del dispositivo. Simplemente se le han tenido que añadir dos pequeñas aperturas para la ventilación del vapor de agua.
Además, la batería es recargable mediante un enchufe de auricular modificado, a pesar de que Intelligent Energy ya ha comunicado que esto sólo se trata de una solución temporal. En un futuro cercano, los usuarios podrán disponer de unos cartuchos que un golpe enchufados a la parte inferior del teléfono cargarían la batería a toda velocidad.
El más interesante es que parece que la compañía ya estaría trabajando codo con codo con Apple para evaluar la posibilidad de incluir este tipo de baterías en futuros dispositivos.
El invento es revolucionario más allá de ser capaz de dar energía a un teléfono durante una semana. De hecho, a pesar de que la tecnología no es nueva, nunca se había conseguido reducirla hasta el punto que fuera tan fina que pudiera encabir-se dentro de un teléfono sin modificar su estructura.
En respuesta a la pregunta sobre cuando puede tardar esta tecnología a llegar a manos del consumidor, fuentes de Intelligent Energy han comunicado que podría tratarse de un tiempo no superior a dos años, a pesar de que esto dependerá de la prisa que tengan los fabricantes de terminales a incorporar una tecnología tan revolucionaria como esta.
La principal diferencia respecto a las baterías actuales es que en ninguna parte de conectar el dispositivo al cabo de la calle, sería necesario adquirir pequeñas células de recàrrega cada vez que la batería se agotara.
Para hacernos una idea del precio de estas recàrregues podemos dar un vistazo a Upp, un producto de la misma compañía que ya es al mercado y que hace la función de batería externa para iPhone. Este dispositivo, en definitiva, usa la misma tecnología y mientras que el cargador en si tiene un coste de unos 220 dólares, cada paquete de recàrrega no llega a los 9 dólares.