La empresa catalana Biogründl y el Instituto Català del Corcho inician un proyecto de economía circular para utilizar el corcho en cosmètica
La empresa catalana Biogründl y el Instituto Català del Corcho inician un proyecto de economía circular para utilizar el corcho en cosmètica

Biogründl buscará traer las propiedades antioxidantes del corcho a la cosmética

La empresa y el Instituto Catalán del Corcho inician un proyecto de economía circular para utilizar la corteza de la encina al maquillaje

La empresa catalana Biogrünld y el Instituto Catalán del Corcho han puesto en marcha un proyecto cuyo objetivo es incorporar las propiedades antioxidantes del corcho a productos cosméticos de forma sostenible, y que ha recibido 77.500 euros de la agencia Acció de la Generalitat.

La empresa y la fundación trabajarán conjuntamente para "estudiar la extracción de polifenoles, unas sustancias antioxidantes presentes en el corcho, para incorporarlos a cremas y otros productos de belleza con propiedades antienvejecimiento", ha informado la Conselleria de Empresa y Conocimiento en un comunicado este domingo.

Estas sustancias químicas, que se utilizan en otras industrias por sus propiedades antiinflamatorias y antibacterianas, "se deberían poder utilizar también como activos para retardar el proceso de envejecimiento", ha asegurado la Ceo de Biogrünld, Ruth Margalef.

En otros países ya se han llevado a cabo estudios con esa misma finalidad, pero todos ellos plantean metodologías de extracción "poco sostenibles que a menudo emplean derivados del petróleo", ha explicado la responsable de microbiología del Instituto Catalán del Corcho, Maria Verdum.

En cambio, para realizar la extracción ellos recurren a materiales ecológicos como solventes de naturaleza acuosa, aceites vegetales u otros materiales procedentes de la química verde.

Economía Circular

El proyecto también aspira a fomentar la economía circular, ha explicado Margalef: "Buscamos reaprovechar diferentes elementos de la industria del corcho, que actualmente tienen un valor muy bajo, pero creemos que les podemos dar una segunda aplicación con un valor añadido mucho más elevado".

Además, ha sostenido, si se encuentran nuevas formas de aprovechar el corcho que ahora se desecha --por no ser apto para producir tapones--, la industria tendrá más incentivos para invertir en el cuidado de los bosques.

Fundada en 2002, Biogründl cuenta con una treintena de trabajadores en Tarragona y Barcelona, está presente en Europa, Asia y América Latina y exporta un 30% de su producción.

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