Como fabricar un asistente virtual por 40 euros

El buscador más grande de Internet publica como crear vuestra propia versión doméstica de Google Hombre

Si tenéis un teléfono móvil iPhone o Android, o un ordenador con Windows o Mac, a buen seguro que estaréis familiarizados con los asistentes virtuales. Ya sea Siri, Google Assistant, Cortana o Bixby, seguro que más de un golpe habéis usado vuestro teléfono móvil para hacer que una voz hominoide os respondiera alguna gracieta.

Desde hace unos meses, las grandes empresas tecnológicas –Amazon, Google y presumiblemente Apple–, trabajan para llevar sus respectivos asistentes virtuales en casa. Así pues, por unos 150 euros, podéis disponer de un Amazon Echo; y por unos 100 euros, de un Google Hombre.

Ahora bien, si vuestro presupuesto es más limitado o no queréis esperar que el producto llegue al Estado español – y sois fuerza manitas–, el gigante de las buscas a Internet acaba de publicar un documento en el cual explican con todo lujo de detalles como fabricaros vuestra propia versión doméstica de Google Hombre.

Los materiales
Conseguir los materiales es relativamente fácil. Antes que nada, necesitaremos una Raspberry Pino, un microordenador de bajo coste que, a pesar de que inicialmente se diseñó para estimular el ensenyança de las nuevas tecnologías, se ha convertido en un icono para inventores aficionados. El modelo 3, suficiente para construir el asistente virtual, puede comprarse a Amazon por 38 euros.

A partir de aquí, sólo nos falta una carcasa –de cartón servirá–, un pulsador, un altavoz, una bombilla y algunos pequeños componentes electrónicos que podéis encontrar en la página del proyecto. Sin embargo, si no queréis comprar las piezas por separado, las podéis adquirir todas juntas, por unos 6 euros, con la revista MagPi.

Montaje e instalación
Un golpe tengamos todo el material, Google pone a nuestra disposición instrucciones detalladas para conectar las piezas, instalar el software necesario, configurarlo y empezar a usarlo.

Si os animáis, veréis que a pesar de que aparentemente parece un proceso complejo, es de lo más entretenido y gratificante.... si acaba funcionando! Si no, siempre podéis invertir los cien-y-pocos euros que cuesta comprar un dispositivo prefabricado. O levantaros de la silla a encender la luz y usar un navegador de Internet para mirar la previsión del tiempo.

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