Cómo nos seducirán los robots?

Con el movimiento, comunicación e interacción nos enamoraremos de las máquinas

Los robots nos seducirán (y queremos que lo hagan) Los robots nos seducirán (y queremos que lo hagan)

No tenemos que tener miedo de los robots. Todo y las películas apocalípticas que pintan robots destructivos o las visiones fatalistas que dicen que nos echarán del trabajo. Clara Diana, diseñadora de robots y artista que ha participado en el Sónar+D, cree que no tenemos que recelar: "En un futuro nos pueden dar miedo porque serán más inteligentes que nosotros. Pero no tenemos que tener miedo de los robots en este sentido, porque se pueden comportar por humanos y normalmente no tenemos miedo de los humanos, oi?"

La investigadora cruz que "Es fascinante como los objetos pueden ser interactivos con la electrónica". Y esto hará que los estimamos, "será inevitable estimarlos", afirma.

Por qué? Pues porque "los robots irán a lugares donde no podemos ir, como el Antártida, debajo del mar o adentro de nuestro estómago; e irán a lugares donde no queremos ir, como por ejemplo ir a limpiar el wáter".

Movimiento

La clave para enamorarse de un robot es la interfaz. Si la manera como se presenta un robot nos gusta, "seguramente nos gustará más interactuar con los robots", afirma Diana.

Uno de los aspectos con que interactúan los robots es el movimiento. Si la manera en que un robot se mueve es mecánica no seduce.

Shimon es un robot que se comporta como los músicos que se mueven cuando tocan. El movimiento de este robot es un ejemplo de como el movimiento puede ser expresivo y es crucial cuando las máquinas interactúan con los humanos.

Es tan importando el movimiento de los robots que incluso pueden llegar a expresar cosas sólo con el movimiento. No se trata sólo de ser más amigable a la visa, sino que pueden expresar sentimientos. Jibo es un asistente de sobremesa que se mueve y expresa sentimientos como por ejemplo la felicidad con los movimientos.

Las interfaces son muy importantes y cada vez lo serán más, porque serán presente en más y más productos. Diana pone como ejemplo el coche conectado y autónomo, que tendrá que comunicar al conductor que piensa o que predice para que la persona conductora sepa, por ejemplo, si tiene que tomar el control del coche. "El robot tiene que dar respuestas viscerales – se tiene que comunicar con el conductor y esto lo hará aprendiendo de nosotros", dice la experta.

Por eso tiene claro que la inteligencia artificial hará que el robot whisperer acontezca una profesión. Personas que se dedicarán, en vez de entrar código, se dedicarán a hablar con las máquinas, entender su lenguaje y cómo aprenden para entrenarlas".

Carisma al laboratorio

La comunicación con las máquinas, pues, es el siguiente ámbito con que los robots nos seducirán. Los robots sociales aprenderán de nosotros a través de "la comunicación y nuestra gesticulación". Pero hace falta una respuesta, hace falta que el robot pueda expresarse: "Por eso hace falta que el robot pueda decir cosas si gesticular también!" exclama Diana.

La artista habla de Simon, un robot en qué ella misma ha trabajado. "Es posible hablar con en Simon, mantener una conversación con él sobre los colores que reconoce. El robot puede coger objetos y tirarlos al cubell de reciclaje que le toca".

Diana explica también que el hecho que los robots tengan aspecto humano no es siempre recomendable, el que sí que es útil son los aspectos sociales de los robots. Estos aspectos llegarán cada vez además objetos de la casa y de nuestra vida.

La personalidad de los robots

Cuando tenemos movimiento, comunicación y entendimiento empezamos a crear personalidad. Cómo tiene que ser esta personalitatper a cada objeto? "El importante entre una persona y un robot es la interacción. El intercambio entre el robot y el humano determina la forma final del robot. Y esto determina su personalidad", explica el artista.

La función del robot también determinará su personalidad, su trabajo tiene que determinar cuáles son los retos a que se enfrenta: "Así como los perfiles laborales tienen personalidad: el camarero es rápido y charlatán, el servicio de limpieza es efectivo y discreto, los robots también tendrán estos disparos". Por ejemplo, concluye la ponente, "una roomba tendrá una reacción diferente cuando empieza a trabajar, cuando acaba, cuando está haciendo su trabajo, cuando está estresada o tiene problemas y necesita ayuda, etc".

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