El Apple de las sillas de ruedas

La empresa catalana Magic Luces distribuye Genny Mobility, una silla de ruedas eléctrica de diseño italiano que rompe con la imagen ortopèdica del aparato

Un accidente de tráfico te puede cambiar la vida. Este fue el caso del empresario italiano Paolo Badano, que desde hace más de dos décadas se mueve en silla de ruedas después de sufrir ud. De esta necesidad de buscar nuevas fórmulas de movilidad, ha creado Genny, una silla de ruedas eléctrica con dos ruedas que permite a los usuarios andar por la playa o subir calles estrechadas con adoquines.

Una vez diseñada ha empezado su distribución. Las ventas de Genny , que se iniciaron en Italia el 2011, empezaron a hacerse en España con la segunda generación a principios de 2013 . Francesc Llorens, el responsable de Magic Luces, la empresa de Sabadell encargada de la distribución al Estado español, comenta que "Genny es un producto ortopèdic que dispone de unos certificados médicos que no tienen equivalente". Más allá de sus ventajas para la salud, asegura que "cambia la vida de las personas con discapacitado porque se los permite acciones cotidianas".

Romper estereotipos
Llorens recuerda que por "la comercialización aprovechamos la red que ya teníamos del Segway". De hecho, Magic Luces también es una de las firmas distribuidoras en España del vehículo de transporte personal con autobalanceig. En el momento en que el usuario quiere adquirir la silla Genny, recibe una formación de dos horas que le permite disfrutar de sus prestaciones. Desde el departamento comercial de la compañía lo denominan como el Rolls Royce de las sillas de ruedas. E incluso, le dicen "el Apple de las sillas de ruedas y de los discapacitados" por la revolución que supone la mezcla de funcionalidad y diseño del producto. Llorens añade que "Genny rompe con el estereotipo y con la imagen ortopèdica de las sillas de ruedas".

La silla Genny está considerada un producto ortopèdic innovador. Cedida 

De momento, la silla se está utilizando en el ámbito médico, pero aún así existen casos de Responsabilidad Social Corporativa (RSC), como el de una empresa mexicana que ha adquirido la Genny como vehículo de empresa por sus trabajadores discapacitados. Además, también lo compran las mutuas privadas por sus usuarios y los hospitales especializados en la rehabilitación de lesiones medulares, como el Instituto Guttmann o el Hospital de Toledo. A estos ámbitos es donde se ha dirigido la acción comercial de la firma.

Más allá de la discapacidad
En el ámbito estatal, se han vendido 80 sillas de ruedas por parte de ocho distribuidoras. Llorens desmonta el tópico de que el perfil de usuario de la Genny sea lo de una persona con un poder adquisitivo alto. "Acostumbra a ser un cliente de clase mediana de unos 60 años y que, más que discapacitada, tiene problemas de movilidad". Esta característica ha hecho que Magic Luces esté reorientando la busca de su mercado. "Ahora también nos dirigimos a ferias y acontecimientos del sector de la gente mayor".

Más allá de las ventajas médicas de Genny, entre los cuales destacan que permite trabajar el tronco en una persona paraplègica o que esta pueda mirar los ojos a su interlocutor en una posición natural, el responsable de la empresa habla de los beneficios psicológicos. "Acaba siendo una prolongación del cuerpo que ofrece autonomía a gente con problemas de movilidad".

Asimilarla a un medio de transporte. Este es uno de los objetivos de futuro por la silla de ruedas Genny. "Tenemos que ser capaces de traspasar el ámbito médico y traerla al del ocio, basado en la gente mayor y vinculándolo al turismo sostenible", avanza Llorens. Haciéndolo, la Genny habrá conseguido dar un paso más en su revolución, sustentada al facilitar la movilidad de las personas discapacitadas, de las que no lo son y mejorando su vida con un vehículo de dos ruedas que, a pesar de su carácter funcional, no renuncia a un diseño futurista.
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