23
de Agosto
de
2016 - 05:30
El verano también afecta nuestros dispositivos móviles. Siete de cada 10 averías que se producen en smartphones y tablets durante el verano se producen debido al calentamiento, la humedad y descuidos. Dentro de la época estival, agosto es el mes en el cual seconcentran la mayoría. En verano los móviles sufren, y no sólo por el aumento de las temperaturas; por el hecho de estar en familia son más susceptibles que los más pequeños de la casa los utilicen para reproducir sus vídeos y, por lo tanto, correr más riesgo de caídas.
En este sentido, la firma Energy Sistem aconseja no utilizar el teléfono inteligente o la tablet con las manos mojadas. Es común descolgar una llamada después de hacer un baño, con las manos y los brazos xops. Este simple hecho puede hacer que se cuele un poco de agua, aunque sea imperceptible, en el interior del móvil, lo cual provoca fallos en su funcionamiento a corto o mediano plazo.
Seis de cada 10 averías que se arreglan después del verano vienen precedidas de este tipo de accidentes, cómo ha indicado la compañía española. Sea agua de la piscina o del mar, el peligro es elevado. Además, el agua del mar trae sal, que hace que los daños provocados sean mayores.
Guardar los dispositivos a la guantera del coche o a la bolsa de la playa al sol también es altamente nocivo para los terminales. Aunque estos vienen preparados para lanzar mensajes de advertencia ante temperaturas extremas, pasar mucho tiempos al solo puede hacer que los smartphones y tablets sufran daños a medio plazo.
Para prevenirlo se recomienda apagarlos si tendremos una exposición prolongada al solo, así como usar fundas preparadas para estos lugares que protegen del solo y del calor. Una de cada 10 averías que se atienen después de las vacaciones de verano provienen de estas situaciones.
Cuando el móvil toma el solo
La arena de la playa es el segundo grande enemigo de los dispositivos móviles, y no sólo porque pueden tachar la superficie de las pantallas táctiles, sino porque pueden afectar negativamente a sus componentes interiores y provocar fallos. De hecho en este sentido, tres de cada 10 averías se producen debido a la arena.
Aunque parezca muy evidente, los descuidos son el tercero gran enemigo de los dispositivos electrónicos durante el verano. Bañarse con el teléfono al bolsillo sin darse cuenta es más común del que a priori pueda parecer. Alrededor de un tercio de las reparaciones que se producen son por humedad como consecuencia de bañarse con el móvil.
Por otro lado, el anhelo para querer capturar fotografías al agua, compartirlas en la playa o reproducir música mientras se toma el sol hace que se multiplique el riesgo de dañar los dispositivos. Desde Energy Sistem se recomienda utilizar siempre fundas y protectores para evitar disgustos que pueden suponer un coste adicional durante nuestras vacaciones.
En este sentido, la firma Energy Sistem aconseja no utilizar el teléfono inteligente o la tablet con las manos mojadas. Es común descolgar una llamada después de hacer un baño, con las manos y los brazos xops. Este simple hecho puede hacer que se cuele un poco de agua, aunque sea imperceptible, en el interior del móvil, lo cual provoca fallos en su funcionamiento a corto o mediano plazo.
Seis de cada 10 averías que se arreglan después del verano vienen precedidas de este tipo de accidentes, cómo ha indicado la compañía española. Sea agua de la piscina o del mar, el peligro es elevado. Además, el agua del mar trae sal, que hace que los daños provocados sean mayores.
Guardar los dispositivos a la guantera del coche o a la bolsa de la playa al sol también es altamente nocivo para los terminales. Aunque estos vienen preparados para lanzar mensajes de advertencia ante temperaturas extremas, pasar mucho tiempos al solo puede hacer que los smartphones y tablets sufran daños a medio plazo.
Para prevenirlo se recomienda apagarlos si tendremos una exposición prolongada al solo, así como usar fundas preparadas para estos lugares que protegen del solo y del calor. Una de cada 10 averías que se atienen después de las vacaciones de verano provienen de estas situaciones.
Cuando el móvil toma el solo
La arena de la playa es el segundo grande enemigo de los dispositivos móviles, y no sólo porque pueden tachar la superficie de las pantallas táctiles, sino porque pueden afectar negativamente a sus componentes interiores y provocar fallos. De hecho en este sentido, tres de cada 10 averías se producen debido a la arena.
Aunque parezca muy evidente, los descuidos son el tercero gran enemigo de los dispositivos electrónicos durante el verano. Bañarse con el teléfono al bolsillo sin darse cuenta es más común del que a priori pueda parecer. Alrededor de un tercio de las reparaciones que se producen son por humedad como consecuencia de bañarse con el móvil.
Por otro lado, el anhelo para querer capturar fotografías al agua, compartirlas en la playa o reproducir música mientras se toma el sol hace que se multiplique el riesgo de dañar los dispositivos. Desde Energy Sistem se recomienda utilizar siempre fundas y protectores para evitar disgustos que pueden suponer un coste adicional durante nuestras vacaciones.