El catalán a las TIC, en 7 claves

La terminología de las Tecnologías de la Información y la Comunicación sale a debate para favorecer la presencia del catalán en este sector

Dado que el concepto TIC agrupa tanto la aplicación de la tecnología en ámbitos especializados (informática, telecomunicaciones, ingeniería, robótica…) como la tecnología de consumo, el TERMCAT ha reunido recientemente en Barcelona una quincena de profesionales de los varios sectores implicados en la difusión de esta terminología -creadores y productores de tecnología, periodistas especializados, representantes de la Administración, divulgadores y otros especialistas- para compartir ideas y analizar las posibles iniciativas para favorecer la presencia del catalán en este sector.

Del encuentro, en que han participado Ester Bonet (Amistoso Wikimedia); Jordi Casademont (UPC); Albert Cuesta (periodista y traductor); Rosa Estopà (Observatorio de Neología UPF); Ricard Faura (Secretaría de Telecomunicaciones, Ciberseguretat y Sociedad Digital); M. Isabel Gandia (Consorcio de Servicios Universitarios de Cataluña); Josep M. Ganyet (Mortensen y colaborador de VÍA Emprendida); Marisol López (Cultura digital ICEC); Albert Lloberas (Sandvik); Xavier Marzal (Red Vivas de Universidades); Jaume Ortolà (Softcatalà); Cira Pérez (Fundación PuntCAT); Núria Salan (Sociedad Catalana de Tecnología. IEC); Elisa Serra (APTIC); Miquel Serrabassa (Nación Digital); Jordi Bover, Marta Grané, Maria Cortés y Sandra Cuadrado (TERMCAT), surgen siete puntos clave a analizar.

1. Creación de termas TIC
En el ámbito tecnológico, la innovación y la creación terminológica son constantes, con una presencia muy importante de formas de origen anglosajón. Los posibles mecanismos de introducción de las denominaciones inglesas al discurso en catalán son, primero, por medio de la adopción de los préstamos (web, blog, app); de la adaptación de las formas (marketing, chat, banner) o de la creación de alternativas mediante calcos y traducciones (en linea, mesita, encaminador) o buscando formas propias (compromiso para engagement, software para software o datos masivos para big fecha).

Todos estos mecanismos son válidos, y hay que buscar un equilibrio entre ellos porque la lengua de llegada no se altere con una proporción de préstamos excesivamente elevada.

2. Uso técnico vs. divulgativo
La decisión entre adoptar la forma original (en este ámbito, mayoritariamente en inglés) o buscar una alternativa catalana va muy ligada al contexto y al público a quien nos dirigimos, ya sea de forma oral o de forma escrita.

Así pues, los expertos coinciden a destacar el valor de las alternativas catalanas en los espacios más divulgativos, puesto que facilitan la comprensión de conceptos de cariz técnico, mientras que concluyen que los contextos de comunicación entre tecnólogos son más proclives a usar formas manllevades y que los esfuerzos para modificar estos hábitos obtienen resultados más escasos.

Momento del encuentro sobre el catalán a las TIC. Cedida


3. Valores de modernidad e internacionalización
Especialmente reticente a la adopción de las formas catalanas es el colectivo del ámbito publicitario y del marketing, vinculado inevitablemente también al ámbito de la tecnología.

En términos como por ejemplo target, engagement, packaging, input, timing, briefing, branding, etc., se trata de un uso deliberado relacionado con los valores que denota el inglés: modernidad, internacionalización, imagen de marca, etc.

4. Detección a tiempo
Otro de los puntos destacados de la sesión ha sido la importancia de la detección a tiempo de los neologismos del sector tecnológico. Dado que la tecnología se crea predominantemente en inglés, conviene que nos fijamos en los contextos de creación de origen y ver las tendencias que hay en cada momento.

En este sentido, se ha concluido que tanto el corpus lingüístico que representan hoy en día las redes sociales como un trabajo colaborativo muy articulado y ágil entre varios nodos que actúen como "sensores" son especialmente valiosos.

5. Operadoras, Google y los videojuegos
En un sector en que los cambios comerciales pueden hacer tumbar decisiones lingüísticas, uno de los grandes retos que tiene el catalán es llegar a acuerdos con emprendidas operadoras de telefonía, plataformas y proveedores tecnológicos, que a menudo únicamente incorporan el castellano y el inglés en sus dispositivos. Especialmente relevantes son los ámbitos de los videojuegos y de la internet de las cosas, en que convendría incidir.

También se ha puesto de manifiesto el poco control e incidencia que tenemos del posicionamiento tanto orgánico como de pago en buscadores (especialmente a Google) en lengua catalana, que favorece el inglés.

6. La terminología catalana a las herramientas de referencia
En el debate, también se destaca la necesidad de centralizar recursos, de agrupar la terminología catalana en un mismo repositorio e incorporarla a grandes buscadores, herramientas de traducción, artículos de la Viquipèdia y glosarios internacionales de prestigio como Wordreference o Google Translator.

Paralelamente, se ha visto la necesidad de seguir potenciando la línea de colaboración que el TERMCAT tiene abierta con el colectivo de traductores en lengua catalana (APTIC) para maximizar esfuerzos y encontrar soluciones ágiles de trabajo conjunto.

7. Público infantil y juvenil, usuarios de presente y futuro
Por último, y apuntándolo como línea de trabajo futura, se ha puesto mucho de énfasis en la apertura al público infantil y adolescente como usuarios tempranos de medios digitales para formarse y comunicarse. Quién sabe si es posible que de aquí a poco convocamos el premio a Català Youtuber (pronunciado agudo, a la catalana) del Año?

Finalmente, el TERMCAT tiene previsto de desplegar durante el 2017 líneas de trabajo en estos frentes, con la colaboración de este grupo de expertos implicados, y poner hilo a la aguja en el estudio de la terminología de subàmbits tecnológicos como la inteligencia artificial, la ciberseguretat, la impresión en 3D o las ciudades inteligentes.
Hoy Destacamos
Lo más leido