Un GPS que detecta en qué carril se encuentra el coche y ofrece indicaciones más precisas y claras en el conductor sobre a qué carril situarse. Esto es el que ofrecerá inLane, una nueva tecnología que permite planificar y anticipar las decisiones al volante y, por lo tanto, mejora la seguridad viaria evitando los cambios de carril a último momento. Así mismo, cuando se disponga de información del tráfico, permitirá avisar de los carriles con más congestión para evitarlos.
El RACC ha participado en el desarrollo de este navegador, diseñado por el consorcio inLane, del cual forma parte la entidad, junto con empresas e instituciones europeas como TomTom, Honda, Intel o Vicomtech. El proyecto ha sido financiado por la GSA, la agencia de sistemas de navegación por satélite de la Comisión Europea.
La tecnología inLane funciona con el sistema de navegación por satélite Galileo de la Unión Europea y también utiliza tecnología de reconocimiento visual para detectar las líneas pintadas a la calzada. El sistema funciona tanto por vías urbanas como interurbanas, incluso en el interior de los túneles. El RACC ha liderado el proceso de validación de la tecnología y los tests con usuarios reales durante las diferentes fases del proceso de investigación.
Una de las causas principales de accidentes son los cambios de carril a última hora
"Muchos accidentes son provocados por decisiones de última hora que, con este sistema, podrían evitarse y salvar vidas", asegura la cabeza de estudios de movilidad del RACC, Martí Massot, en un comunicado.
Según una encuesta del RACC, el motivo principal por el cual la mayoría de personas se equivocan a la coger una salida es la falta de exactitud de las indicaciones del navegador. Por eso, las mejoras prioritarias son aumentar la precisión sobre el volumen de tránsito, conocer a qué carril se encuentra el vehículo y saber en qué momento exacto se tiene que empezar a cambiar el carril para tomar la salida.