
16
de Diciembre
de
2015
Apple ha abierto un laboratorio porque sus ingenieros investiguen y desarrollen pantallas para sus productos. El laboratorio de producción está en Longtan, al norte de Taiwán, y cuenta con más de 50 ingenieros trabajando en el desarrollo de estas mejoras para sus dispositivos.
La función de este laboratorio es investigar y desarrollar nuevas pantallas por los iPhones e iPads que sean más ligeras, más brillantes y más delgadas, así como actualizar y crear nuevas versiones de las pantallas de cristal líquido que utilizan actualmente en sus dispositivos móviles.

Para conseguirlo, Apple ha contratado personal derivado de AVE Optronics Corp, un fabricante de pantallas local, y Qualcomm. Sin embargo, la identidad de los ingenieros que trabajan allí sigue siendo anónima.
Autonomía en la producción
La creación propia de sus pantallas reduciría la dependencia otros proveedores que han servido a la compañía hasta ahora para producir las tecnologías de visualización de sus productos. De este modo, Apple podría desarrollar las etapas de producción dentro de sus propios laboratorios y oficinas y encargar la fabricación a otros fabricantes más pequeños como Optronix o Innolux, sin recurrir a grandes proveedores.
El nuevo laboratorio secreto de Apple no tiene indicaciones para llegar. Está entre un bosque y una fábrica de productos biotecnológicos en obra. El laboratorio de los de Cuppertino en Taiwán no tiene carteles ni indicaciones como las empresas vecinas. Al entrar al edificio, según apunbta Bloomberg, hay una recepcionista ante un logo de Apple en la pared que utiliza un iMac, los dos únicos indicios que allí investiga una de las empresas más importantes del mundo.
La función de este laboratorio es investigar y desarrollar nuevas pantallas por los iPhones e iPads que sean más ligeras, más brillantes y más delgadas, así como actualizar y crear nuevas versiones de las pantallas de cristal líquido que utilizan actualmente en sus dispositivos móviles.

Para conseguirlo, Apple ha contratado personal derivado de AVE Optronics Corp, un fabricante de pantallas local, y Qualcomm. Sin embargo, la identidad de los ingenieros que trabajan allí sigue siendo anónima.
Autonomía en la producción
La creación propia de sus pantallas reduciría la dependencia otros proveedores que han servido a la compañía hasta ahora para producir las tecnologías de visualización de sus productos. De este modo, Apple podría desarrollar las etapas de producción dentro de sus propios laboratorios y oficinas y encargar la fabricación a otros fabricantes más pequeños como Optronix o Innolux, sin recurrir a grandes proveedores.
El nuevo laboratorio secreto de Apple no tiene indicaciones para llegar. Está entre un bosque y una fábrica de productos biotecnológicos en obra. El laboratorio de los de Cuppertino en Taiwán no tiene carteles ni indicaciones como las empresas vecinas. Al entrar al edificio, según apunbta Bloomberg, hay una recepcionista ante un logo de Apple en la pared que utiliza un iMac, los dos únicos indicios que allí investiga una de las empresas más importantes del mundo.