
20
de Agosto
de
2015
Definitivamente los routers de Internet no han evolucionado al mismo ritmo que otros dispositivos que seconectan. Mientras ordenadores, mesitas, teléfonos inteligentes y la gran variedad de aparatos wearables y de la Internet de las cosas han ido evolucionando para ser cada vez más potentes y sencillos de usar, los routers todavía son aquellas cajas con un diseño horripilante, luces parpadeando bajo siglas indescifrables y dos antenas que miran a lado y lado.
Además, a la hora de usarlos, normalmente en pisos grandes la cobertura deja bastante que desear y si alguien nospide la clave para conectarse… Empieza una odisea para deletrear una retahíla de números y letras en mayúscula y minúscula. Un cúmulo de despropósitos.
Conscientes de las grandes carencias de estos dispositivos, Google ha querido dar una solución. Y es que, de que sirve fabricar productos y dispositivos de Internet fantásticos, si la conexión no es buena? Así pues, el gigante de Mountain View acaba de presentar OnHub, un router fabricado en colaboración con TP-Link y que, de entrada, parece cualquier cosa menos un router.
Para empezar, no tiene antenas visibles, ni luces LED, ni siquiera la típica forma de caja rectangular. En lugar de esto, OnHub es un cilindro oscuro con una única iluminación circular a la parte superior. Este cambio de diseño responde a un motivo: según declaraciones de la empresa, el hecho que los actuales routers sean poco agradables a la vista hace que la mayoría de usuarios tienda a esconderlos en lugares poco visibles, hecho que hace que la calidad del Wi-Fin disminuya considerablemente. Desde Google piensan que si el dispositivo es guapo, más usuarios querrán ponerlo en un lugar central de la casa, aumentando de este modo su rango de acción.
Dentro de este cilindro seesconden nada más y nada menos que 13 antenas. De estas, 12 están dedicadas a propagar la señal inalámbricas de la manera más eficiente posible y 1 a detectar la congestión de señales en nuestra zona, de forma que el aparato se pueda ajustar en función de la cantidad de interferencias al ambiente.
En cuanto a su conexión, a partir de ahora ya no habrá que deletrear largas contraseñas, pues OnHub emitirá un sonido con una marca oculta que será reconocido por la aplicación móvil que acompaña el dispositivo y, de manera totalmente transparente para el usuario, se realizará la conexión.
Parece fantástico oi? Lo es. Aún así, el pequeño problema es su precio. De momento, el producto ha salido a la venta en una fase de prereserva por 199 dólares y, aún así, se ha agotado en pocas horas tanto del sitio web oficial de Google cómo de sus distribuidores. Definitivamente, si el futuro pasa por la Internet de las cosas, es imprescindible disponer de routers que sean capaces de proporcionar una conexión a la red de calidad y, todavía más importante, que cualquier persona sin conocimientos técnicos sea capaz de configurarlo y conectarse.
Además, a la hora de usarlos, normalmente en pisos grandes la cobertura deja bastante que desear y si alguien nospide la clave para conectarse… Empieza una odisea para deletrear una retahíla de números y letras en mayúscula y minúscula. Un cúmulo de despropósitos.
Conscientes de las grandes carencias de estos dispositivos, Google ha querido dar una solución. Y es que, de que sirve fabricar productos y dispositivos de Internet fantásticos, si la conexión no es buena? Así pues, el gigante de Mountain View acaba de presentar OnHub, un router fabricado en colaboración con TP-Link y que, de entrada, parece cualquier cosa menos un router.
Para empezar, no tiene antenas visibles, ni luces LED, ni siquiera la típica forma de caja rectangular. En lugar de esto, OnHub es un cilindro oscuro con una única iluminación circular a la parte superior. Este cambio de diseño responde a un motivo: según declaraciones de la empresa, el hecho que los actuales routers sean poco agradables a la vista hace que la mayoría de usuarios tienda a esconderlos en lugares poco visibles, hecho que hace que la calidad del Wi-Fin disminuya considerablemente. Desde Google piensan que si el dispositivo es guapo, más usuarios querrán ponerlo en un lugar central de la casa, aumentando de este modo su rango de acción.
Dentro de este cilindro seesconden nada más y nada menos que 13 antenas. De estas, 12 están dedicadas a propagar la señal inalámbricas de la manera más eficiente posible y 1 a detectar la congestión de señales en nuestra zona, de forma que el aparato se pueda ajustar en función de la cantidad de interferencias al ambiente.
En cuanto a su conexión, a partir de ahora ya no habrá que deletrear largas contraseñas, pues OnHub emitirá un sonido con una marca oculta que será reconocido por la aplicación móvil que acompaña el dispositivo y, de manera totalmente transparente para el usuario, se realizará la conexión.
Parece fantástico oi? Lo es. Aún así, el pequeño problema es su precio. De momento, el producto ha salido a la venta en una fase de prereserva por 199 dólares y, aún así, se ha agotado en pocas horas tanto del sitio web oficial de Google cómo de sus distribuidores. Definitivamente, si el futuro pasa por la Internet de las cosas, es imprescindible disponer de routers que sean capaces de proporcionar una conexión a la red de calidad y, todavía más importante, que cualquier persona sin conocimientos técnicos sea capaz de configurarlo y conectarse.