José Luis de Vicente es el comisario del Sónar+D desde su nacimiento el 2012. Especializado en innovación, arte, diseño y tecnología, proviene del mundo que se cruza entre la tecnología y la creación, según afirma. Ha comissariat múltiples simposios y exposiciones sobre arte multimedia, ciencia y diseño. Ha trabajado por el Sónar, por el CCCB, el Medialab Prado en Madrid y es miembro del equipo de curadors de FutureEverything Festival de Manchester. Como curator del congreso de innovación del Sónar defiende que es necesario un espacio donde converjan investigadores, emprendedores y artistas. Este año el Sónar+D invita a imaginar cómo serán los 25 años próximos de la cultura digital e internet y él no tiene muy claro que las industrias culturales y la creatividad estén a salvo de la automatización y la robotització.
Por qué un festival de música apuesta por un congreso con startups y conferencias?
Porque el Sónar no ha sido sólo un festival de música. Desde la primera edición el Sónar anticipaba que había un espacio en que la exploración creativa y la innovación tecnológica estaban tan cerca y tenían protagonistas tan sinónimos que era artificial crear una línea entremedias. Esto estaba en el ADN fundacional del Sónar. Cuando creamos el Sónar+D reconeixiem que es necesario que la comunidad de la innovación tecnológica y la comunidad creativa tengan un espacio común. Porque no hay una sin la otra. Son las comunidades de creadores las que dotan de sentido las innovaciones tecnológicas. Además, una relación más cercana entre ambas comunidades es buena para hacer fluir la innovación.
También porque muchos de los protagonistas del Sónar no se identifican a sí mismos como artistas, tecnólogos, innovadores o emprendedores. Dependiendo de la hora del día o del lugar se presentan de manera diferente. Por eso tiene todo el sentido hacer un congreso de cultura digital y de tecnologías creativas al corazón de un festival, que no ha sido nunca sólo un festival de música.
Sónar+D es más arte, investigación o negocio?
Las tres cosas. Sobre todo porque hacen falta espacios donde estas tres cosas estén unidas.
Cuál dirías que es el papel de los artistas en la innovación?
Por un lado fomentar dinámicas de pensamiento lateral, de generar espacios de diversidad intelectual más grandes. Sabemos que la diversidad es tan importante como la especialización. Juntar cinco ingenieros que saben mucho de un problema no es mejor que juntarlos con personas otros ámbitos y que pueden hacer otras preguntas. Son una fuente de inspiración y nos sitúa en un mundo en que podemos imaginarnos de otro modo las relaciones entre comunidades creativas y comunidades tecnológicas. Los creadores son también investigadores. Pensamos que la innovación tecnológica genera automáticamente y de manera mágica innovación social y creativa. Pero no es verdad. Son tres vectores en un mismo territorio.
Recomendarías poner un artista a tu startup?
Sí. Y en tu centro de investigación, y a tu instituto de referencia, etc. Y no lo digo yo. Ya está pasando de una manera muy natural. Ya hay artistas trabajando a Google, Spotify o Instagram. Algunos de los primeros de lanzar una mirada lateral hacia el que pueden ser las tecnologías han sido artistas: datos, tecnología móvil, projection mapping...
Cruces que el arte se desplaza de la pared del museo al App Store?
Hace muchos de tiempos que el arte ya lo es sólo a la pared del museo. Seguimos pensando que el arte son cosas que se cuelgan de una pared u objetos únicos que no se pueden tocar. Pero hoy en día hay mucha metodología, circuitos y espacios. Y algunos son el App Store y otros son tecnologías que un artista crea para su propia práctica y que después tiene un espín off comercial. Esta tecnología -que puede ser una herramienta o una librería de código- puede tener aplicaciones para otras fuera de su espacio de práctica. Cada vez más el arte es una metodología y no sólo un contexto y un entorno. Por eso se desencadenan procesos que se alían con otros agentes en todo tipo de espacios.
Esto comporta la disolución de la autoría.
Pero la autoría ya está muy disuelta. No es nuevo en el mundo del arte que sólo hay un único creador. No es necesariamente así, el que crea el paradigma todavía es autor, porque define qué se puede hacer y que no en este entorno. Pero sí se acaba con la idea que hay un genio que hace objetos sagrados, preciosos y valiosos por sí mismos.
Qué se tiene que tener porque lo Sónar+D quiera tu startup?
Tiene que tener una relación directa con las industrias creativas, bien sea facilitación de nuevos procesos, herramientas para nuevos resultados, mecanismos de distribución, de comercialización o creación de valor. Creo que el Startup Garden del Sónar+D tiene la característica de ser un ámbito de intersección los modelos económicos en que se apoyan las nuevas prácticas creativas. Y también hace falta que las startups planten la semilla de una idea que permita alternativas y soluciones a problemas que tenemos hoy.
Por qué un empresario tendría que venir al Sónar+D?
Porque es muy importante no tener una visión previsible y lineal de aquello que solucionará tus problemas. Si necesitas referencias que no conoces, talento que no encontrarás si no sales de tu círculo que ofrecen aproximaciones diferentes de los problemas y quieres salir con un montón de referencias para aplicar a tu problema o contexto, es un lugar ideal. Existen pocos lugares en que se reúnan un hacker, un científico, un activista social, un desarrollador, un artista del código, alguien que trabaja en visualización de datos y un emprendedor. Carecen entornos en que esta clase de relaciones cuajen y sabemos que el futuro será cada vez más antidisciplinari -no definido por cómo te identificas a tú mismo, sino por el que aportas a un contexto de relación con diferentes ámbitos-. Y también porque necesitamos nuevos valores en el mundo de la emprendeduría y el desarrollo tecnológico.
Qué cosas no funcionan del modelo actual?
Estás seguro que quieres crear el cercano Facebook y acabar atestiguando ante el Congreso de los Estados Unidos?
La robotització también destruirá lugares de trabajo en las industrias culturales?
Tenemos la idea que la creatividad se protegerá de la automatización. Yo tengo que confesar que no estoy seguro. La robotització también puede destruir lugares de trabajo basados en la creatividad. Se cree que la robotització afectará las tareas rutinarias y básicas, pero estamos viendo que hay sistemas de augmentació de las capacidades creativas de se que pueden acabar reduciendo el marco de gente necesaria. Si me dices que puede ser que de aquí a 15 años un estudio de diseño web sea cuatro golpes más pequeño que ahora porque hay herramientas de inteligencia artificial que pueden diseñar una página web, te creería.
Las máquinas pueden llegar a ser creativas?
No creo que creativas, porque esto implica unos principios muy relacionados con la identidad y la inteligencia. El problema no es si pueden llegar a ser creativas, el problema es si la simulación es suficientemente buena.
Qué quieres decir?
No me importa si el hecho que un sistema genere una página web perfectamente usable y estéticamente convincente sea un acto de creatividad. Realmente no lo sea. Pero si reemplaza al mercado laboral el que antes hacía un creativo, es suficiente.
Este año invitáis a imaginar los próximos 25 años de la música e internet. Cómo te imaginas este futuro?
Me gusta decir imaginar, no me gusta predecir. Me imagino que hay cosas que cambian y no dejarán de cambiar, otros no cambiarán nunca del todo y otros cambiarán del todo. La arquitectura el actual de internet basada en la economía de la atención o capitalismo de vigilancia será reemplazado o suplementat por otros modelos. Me puedo imaginar que el que ahora denominamos concierto cambiará hacia un nuevo concepto, pero todavía tendrá que tradicionales. También me imagino que la realidad virtual no acabará de cuajar ni triunfar nunca pero que habrá experiencias que no serán pasivas y estáticas, sino inmersivas y dinámicas y un largo etcétera.
Cuáles dirías que son los hitos del Sónar+D?
Es un honor ver pasear por los pasillos del Sónar+D a personas como Brian Eno o Jan Michelle Jar o Chemical Brothers o Björk. Björk es el ejemplo de por qué necesitamos festivales como el Sónar y el Sónar+D, porque no vendía sólo a hacer un concierto, vendía a tener una conversación con el público y presentar una exposición de realidad virtual. Ella necesitaba un festival con esta flexibilidad. Que artistas tan importantes de los últimos 40 años de la cultura se identifiquen con el Sónar+D es un gran hito. Pero también el hecho de haber empezado en un pequeño espacio muy pequeño y cómo hemos crecido. Incluso el año pasado tuvimos un día sólo de Sónar+D porque el público nos pedía: "Es demasiado intenso compatibilizar y no llegamos a todo". Ha habido una buena respuesta de un público que ha entendido que esto no era una excentricidad.