Una de las impresiones del invento de Natural Robotics
Una de las impresiones del invento de Natural Robotics

La impresora 3D, catalana y 'low coste'

La empresa Natural Robotics, especialista en impresión tridimensional, presenta un dispositivo de alta gama con un coste de 11.000 euros

Hay empresas que no se pueden desatar de la biografía de sus creadores. Es el caso de Natural Robotics, que es a la vez un negocio y un capítulo en la biografía de su CEO, Héctor Esteller. Hijo de empresarios del sector del automóvil, desde bien pronto entró en contacto con la industria de la impresión 3D, que sus padres utilizaban -a través de encargos a empresas británicas- para crear prototipos de diferentes piezas. "Entonces la impresión tardaba a llegar más de tres meses y hacerlo valía miles de euros; hoy todo es más fácil", explica. La evolución de la tecnología ha agilizado y ha hecho más accesibles los procesos, y el objetivo de Natural Robotics es, precisamente, este: hacer todavía más universal la imprenta tridimensional.

La gran apuesta de la empresa por este año es VIT SLS, una impresora con prestaciones propias de alta gama, pero con un precio similar a las low coste. Esto es rapidez en la impresión, prototipos más grandes, uso de materiales innovadores como el plástico en polvo y Wi-Fin para enviar los diseños a través de la red. "Es una máquina semiindustrial con un coste de 11.000 euros y con características similares a las que cuestan 180.000. Nos dirigiremos a pymes que necesitan esta tecnología, pero no con inversiones como las demanda el mercado ahora mismo", argumenta Esteller.

La VIT SLS es una de las grandes atracciones de la feria In3Dustry, que se está celebrando estos días en Feria Barcelona, y verá la luz el próximo 24 de octubre a través de la plataforma Kickstarter. Pero esta impresora es sólo el último paso del emprendedor en el sector.

Impressió de Natural Robotics. | Cedida
Impresión de Natural Robotics. | Cedida

"Desde muy joven que estoy inscrito al MIT, y a través de sus comunicaciones recopilé mucha información sobre la tecnología del 3D, que proviene de los años '80", explica. Durante sus años de formación entró en varios grupos open source que permitían el aprendizaje colectivo y el descubrimiento de los secretos de esta nueva manera de imprimir. Movimientos como el RepRap o el 3D Print Barcelona, que son la génesis del sector en Cataluña.

"Estos movimientos sirven para hacer los desarrollos en grupos. Aprendíamos con tecnología open y cada cual colaboraba con sus conocimientos electrónicos, técnicos,... Todo el que salía de allá lo publicábamos porque todo el mundo pudiera replicar nuestras máquinas", recuerda el emprendedor.

Apuesta por la emprendeduría

Todo y su estrecho vínculo con la impresión 3D, Esteller sólo hace unos años que se dedica profesionalmente. Durante diecisiete años fue ingeniero informático y trabajó por empresas como Microsoft, con grandes cargas de trabajo y presión. "Viajaba mucho y, un día, me quité sin saber la hora ni la ciudad donde me encontraba. Fue entonces cuando decidí dejar una vida laboral a la cual estaba demasiado dedicado para centrarme en un proyecto propio". Era en 2013, y desde entonces, Esteller empezó su carrera hasta convertirse en uno de los referentes del sector.

"Empecé yo solo, dedicando mucho tiempo a crear máquinas para gente de las comunidades por las cuales me movía. Con el tiempo, comprobé como mis máquinas tenían una impresión de mercado elevada, a la altura de las mejores, y que había necesitado, y por eso decidí crear la empresa". El 2014 nace Natural Robotics, centrada en dos sirve: la creación de impresoras como la VIT y la reparación de los productos otras marcas. "En los últimos años han aparecido muchas empresas que han desaparecido en poco tiempo, abandonando también el servicio postventa, por el que es un nicho de mercado importante", explica.

Impressió de Natural Robotics. | Cedida
Otra de las impresiones de Natural Robotics. | Cedida

En estos tres años, Natural Robotics se ha consolidado en un mercado que Esteller considera "mucho más maduro" y en la que ya no sólo vende a conocidos, sino a todo tipo de empresarios de sectores como la arquitectura, el diseño, maquetistes, restauradors de arte, la aviación, ...y de ámbitos menos convencionales. "Una de nuestras máquinas la tiene un sexshop, que se puso en contacto con nosotros para imprimir consoladors personalizados. Hicimos pruebas de material y una pequeña formación porque aprendieran a utilizar la impresora y ya están vendiendo sus diseños", explica Esteller.

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