
15
de Diciembre
de
2015
La gran mayoría de multinacionales del sector textil ya hace años que movieron sus plantas de producción hacia la China, atraídas sobre todo por los salarios bajos. De unos años acá, pero, esto ha empezado a cambiar. Los costes de transporte cada vez son más elevados y los sueldos de los trabajadores chinos ya no son tan atractivos como años atrás.
Si a este hecho le sumamos la mala imagen que da a las compañías llevarse la producción fuera de sus países de origen cuando las cifras de paro son elevadas, no es de extrañar ver movimientos como los que ha hecho Apple, trasladando parte de su producción en Arizona.
Ahora Adidas, uno de los fabricantes de calzado deportivo más importante del mundo, ha anunciado un nuevo concepto de fábrica, la primera de las cuales se acaba de construir a Ansbach –Alemania–, cerca de la sede central de la compañía, en la que se ha prescindido en la práctica totalidad de trabajadores humanos en pro de robots.
De momento, Adidas no se plantea abandonar sus factorías en la China y Vietnam, pero está ensayando un nuevo concepto de planta de producción que podría rebajar enormemente los costes de transporte y, por supuesto, los gastos de personal. Esta nueva planta está equipada con tecnología capaz de crear, de manera totalmente automatizada, calzado deportivo de alta calidad.
Hoy por hoy, en la fase inicial, se espera que en el primer semestre del 2016 la nueva Speedfactory sea capaz de producir 500 pares de zapatillas deportivas.
De acuerdo con la experiencia que la compañía adquiera con este periodo de pruebas, la iniciativa Speedfactory se irá replicando a otros lugares del planeta, con el objetivo de conseguir unos tiempos de entrega del producto mucho más ajustados.
La apuesta de la compañía por la tecnología es clara y según parece, no acaba con la creación de estas factorías robóticas. De hecho, ya tienen otros servicios en mente, como por ejemplo una nueva línea de calzado deportivo impreso en 3D a partir de residuos extraídos del mar, como por ejemplo plásticos, poliéster o restos de redes de pesca.
Si a este hecho le sumamos la mala imagen que da a las compañías llevarse la producción fuera de sus países de origen cuando las cifras de paro son elevadas, no es de extrañar ver movimientos como los que ha hecho Apple, trasladando parte de su producción en Arizona.
Ahora Adidas, uno de los fabricantes de calzado deportivo más importante del mundo, ha anunciado un nuevo concepto de fábrica, la primera de las cuales se acaba de construir a Ansbach –Alemania–, cerca de la sede central de la compañía, en la que se ha prescindido en la práctica totalidad de trabajadores humanos en pro de robots.
De momento, Adidas no se plantea abandonar sus factorías en la China y Vietnam, pero está ensayando un nuevo concepto de planta de producción que podría rebajar enormemente los costes de transporte y, por supuesto, los gastos de personal. Esta nueva planta está equipada con tecnología capaz de crear, de manera totalmente automatizada, calzado deportivo de alta calidad.
Hoy por hoy, en la fase inicial, se espera que en el primer semestre del 2016 la nueva Speedfactory sea capaz de producir 500 pares de zapatillas deportivas.
De acuerdo con la experiencia que la compañía adquiera con este periodo de pruebas, la iniciativa Speedfactory se irá replicando a otros lugares del planeta, con el objetivo de conseguir unos tiempos de entrega del producto mucho más ajustados.
La apuesta de la compañía por la tecnología es clara y según parece, no acaba con la creación de estas factorías robóticas. De hecho, ya tienen otros servicios en mente, como por ejemplo una nueva línea de calzado deportivo impreso en 3D a partir de residuos extraídos del mar, como por ejemplo plásticos, poliéster o restos de redes de pesca.