Leitat, como innovar durante 100 años

El centro tecnológico de Terrassa, nacido en el apogeo textil del Vallès, abre delegación en Chile mientras continúa siendo referente en la innovación de materiales, química o biotecnología

Saliendo de Terrassa en dirección a Matadepera, en un entorno idílico, hay el edificio principal del Centro Tecnológico Leitat. El que empezó el 1906 como una herramienta de apoyo a la potente industria textil de Terrassa, conocido entonces cómo Acondicionamiento Tarrasense, es hoy uno de los centros tecnológicos más importantes de Cataluña con suyos en Barcelona y Vilanova del Camí. Recientemente, además, ha desembarcado en Chile para exportar su conocimiento.

Leitat pretende "ayudar a transformar tecnología en valor social o económico", según explica a VÍA Emprendida su director gerente, Joan Parra. De momento, el 2014 lo cerraron con una facturación de 18 millones de euros, centenares de proyectos y casi 3.000 soluciones tecnológicas avances.

Los cuatro pilares de la investigación
Con más de 200 personas trabajando, Leitat ha gestionado 265 propuestas durante el 2014, además de 137 proyectos de R D 2y y 240 proyectos industriales. Parra explica que trabajan en cuatro grandes bloques "donde hay más valor económico". Por supuesto, el primero es lo de los materiales, fruto del origen del centro con la industria textil. "Los materiales han evolucionado y ahora hay muchos tejidos con utilidad en industrias como la médica o la del automóvil", constata Joan Parra.



A Leitat también son especialistas en todo el que tiene que ver con la química y sus aplicaciones en cosmética o alimentación. La biotecnología y biosalut, así como el medio ambiente y las energías renovables completan los cuatro pilares básicos de la investigación de Leitat.

El proyecto aeronáutico Grain 2, que investiga la propulsión de aviones con tecnologías verdes y materiales respetuosos con el medio ambiente, es uno de los ejemplos de su tarea. También lo es el proyecto Mermaids, que lucha contra los microplàstics contaminantes que originan el lavado de tejidos.

Además de colaborar en todo tipo de proyectos, Leitat también interactúa con todo tipos de empresas. Desde algunas de las más grandes, como Henkel, que tiene un de sus centros de R D en este centro tecnológico; hasta pymes y emprendedores. El objetivo en todos los casos es la investigación de la mejor aplicación tecnológica. "Somos especialistas de proyectos. No es tan significativo quién encarga el proyecto, como que quiere y si el que quiere se puede conseguir en el tiempo y el dinero que plantea", dice Parra.

Según el responsable de Leitat, "nos preocupa más el empujón de la empresa que su dimensión". Reconoce que funcionan "dentro de las reglas de juego de la industria. Se trabaja por boca-oreja. Si haces bien un trabajo te referencian".

A la hora de trabajar, "intentamos compaginar la inmediatez de la sociedad, con un time tono market muy reducido, con la capacidad de nuestro investigador de desarrollarse con conocimiento nuevo, con la necesidad que este conocimiento sea aplicable", explica Joan Parra.



Por lo tanto, insiste, "es la empresa la que nos va marcando qué son los ámbitos de investigación porque ella detecta previamente que si se logra aquel hito ganará posicionamiento de mercado". Al fin y al cabo, concluye, "es una mezcla entre las necesidades de la sociedad y nuestra capacidad de ir resolviendo inquietudes".

La internacionalización empieza en Chile
El pasado septiembre Leitat ha inaugurado un nuevo centro en Chile especializado en nanotecnología. "El origen fue cómo todo en esta vida: entre accidental y deseado", explica Joan Parra. El año 2012 coincidieron una situación económica difícil en Cataluña y la convocatoria oficial chilena para recibir en el país centres de excelencia internacional. "Hicimos la licitación, la ganamos, y estamos desarrollando su plan estratégico", recuerda Parra.

El primer paso internacional, pero, no tiene por qué ser el último. "Si se encuentran unas condiciones tan buenas como las de Chile las aprovecharemos en otros países", dice el dirigente de Leitat. Ahora bien, advierte que "por nuestra medida tiene que ser un crecimiento sostenible, y más cuando tu valor es el conocimiento y las personas". El talento y la experiencia, constata, "no es tan sencillo de deslocalitzar. Un robot no puede enfadarse con la cabeza de planta, pero una persona sí", ironiza.

La fusión de los centros tecnológicos
Este 2015 los principales centros tecnológicos catalanes han sido noticia al fusionarse alrededor del proyecto Eurecat. Leitat finalmente ha descartado unirse, y de momento mantiene su rol singular. El presidente de Eurecat, Xavier Tuesta, sacaba hierro en una conversación con VÍA Emprendida; y Joan Parra tampoco ve nada de negativo. "El ámbito institucional es muy correcto e irá a mejor. Sólo necesitamos que la economía acabe de hacer tracción porque todos lo tengamos más fácil para colaborar", asegura el dirigente de Leitat.

Joan Parra, director gerente de Leitat, en la sede de Terrassa. PGF


Parra justifica que "en el ámbito de las personas que trabajan cada día hay una cierta rivalidad sana. La que tendrías con colegas cuando todo el mundo lo quiere hacer muy bien". Una cuestión que, destaca, "si se mantiene este fair play institucional, da vida. Todo el mundo quiere ganar el premio Nobel, y por lo tanto el otro es un rival. Pero es un rival con el que tienes que colaborar porque nos hace más grandes como científicos y como profesionales".
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