
10
de Mayo
de
2014
A pesar de que Safari es el amo y señor de los navegadores en iPhone, de un tiempo acá han ido apareciendo alternativas que intentan añadir mejoras. Cambios en un tipo de app que, sobre todo limitada por la medida de pantalla de un teléfono, necesita hacer uso de la imaginación de sus desarrolladores para aprovechar cada píxel para mostrar el máximo de contenido sin sacrificar la usabilitat.
Google, por ejemplo, dispone de una versión por iPhone de su popular navegador, el Google Chrome que, a pesar de que en esencia no dista demasiado de Safari, introduce una serie de mejoras, como por ejemplo la sincronización de marcadores, pestañas abiertas, historial y contraseña con los equipos de sobremesa.
Y a pesar de que con cada nueva actualización las funcionalidades de estos navegadores los acercan cada vez más a las de sus hermanos grandes de PC o Mac, a nivel de usabilitat, todavía hacen la sensación de ser una versión reducida de los equivalentes de escritorio, poco preparados para resolver las carencias en dispositivos pequeños.

En este sentido, un actor que todo el mundo daba por muerto y enterrado, Opera Software, ha presentado una versión de su navegador, Opera Coast, que introduce una experiencia de navegación realmente innovadora.
De entrada, Coast propone eliminar, prácticamente en su totalidad, la interfaz de usuario, y apoyarse en los gestos de los dedos para realizar las acciones más habituales de un navegador.
Cuando lo abrimos por primera vez, se nos presenta una pequeña introducción que nos detalla que, por ejemplo, para movernos adelante y atrás en una página, no tenemos que buscar el clásico icono de la flecha en la típica barra de herramientas, sino que basta con hacer un gesto a izquierda o derecha para saltar de página.

La barra de direcciones de toda la vida, también ha desaparecido a Coast. Para hacer una busca o acceder en una página concreta, basta con "estirar" la hombre del navegador hacia bajo porque aparezca el apartado "Search the web".
Coast todavía tiene, sin duda, muchos aspectos a mejorar, como por ejemplo la gestión de direcciones de interés, o el historial. Aún así, es sorpresivo la simplicidad con la cual los diseñadores de Opera han sabido conceptualizar un navegador con una carència prácticamente total de interfaz y que, aún así, cualquier usuario sabrá usar desde el primer minuto.

Google, por ejemplo, dispone de una versión por iPhone de su popular navegador, el Google Chrome que, a pesar de que en esencia no dista demasiado de Safari, introduce una serie de mejoras, como por ejemplo la sincronización de marcadores, pestañas abiertas, historial y contraseña con los equipos de sobremesa.
Y a pesar de que con cada nueva actualización las funcionalidades de estos navegadores los acercan cada vez más a las de sus hermanos grandes de PC o Mac, a nivel de usabilitat, todavía hacen la sensación de ser una versión reducida de los equivalentes de escritorio, poco preparados para resolver las carencias en dispositivos pequeños.

En este sentido, un actor que todo el mundo daba por muerto y enterrado, Opera Software, ha presentado una versión de su navegador, Opera Coast, que introduce una experiencia de navegación realmente innovadora.
De entrada, Coast propone eliminar, prácticamente en su totalidad, la interfaz de usuario, y apoyarse en los gestos de los dedos para realizar las acciones más habituales de un navegador.
Cuando lo abrimos por primera vez, se nos presenta una pequeña introducción que nos detalla que, por ejemplo, para movernos adelante y atrás en una página, no tenemos que buscar el clásico icono de la flecha en la típica barra de herramientas, sino que basta con hacer un gesto a izquierda o derecha para saltar de página.

La barra de direcciones de toda la vida, también ha desaparecido a Coast. Para hacer una busca o acceder en una página concreta, basta con "estirar" la hombre del navegador hacia bajo porque aparezca el apartado "Search the web".
Coast todavía tiene, sin duda, muchos aspectos a mejorar, como por ejemplo la gestión de direcciones de interés, o el historial. Aún así, es sorpresivo la simplicidad con la cual los diseñadores de Opera han sabido conceptualizar un navegador con una carència prácticamente total de interfaz y que, aún así, cualquier usuario sabrá usar desde el primer minuto.
