Premiando la tecnología del futuro

El Parque de Investigación de la UAB selecciona las mejores ideas tecnológicas para dibujar el futuro más cercano

El Parque de Investigación de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) ha premiado recientemente un proyecto ideado para aprovechar el escalfor que se desprende en el sector de la industria. Se trata del reconocimiento al proyecto AEInnova, considerada la mejor idea de negocio que se ha presentado en el Programa de Generación de Ideas que cada año se celebra en el campus de Bellaterra. El proyecto se impuso a un total de 12 presentados a concurso.

En busca de los proyectos del futuro
El programa ha llegado a su tercera edición con el objetivo de acercar los resultados de la investigación al mercado, es decir, que aquellas ideas brillantes que realmente tienen perspectiva de futuro encuentren los partners necesarios para hacerla realidad. "Cada edición propone una temática a los participantes que venden de grupos de investigación o son estudiantes de doctorado para trabajar sobre temáticas que normalmente han sido propuestas por las empresas patrocinadoras", explica el director del Parque de Investigación UAB, Buenaventura Guamis.

El proyecto ganador se busca a través de siete semanas de sesiones, donde se perfilan los resultados del proceso de investigación y las capacidades en la resolución de retos que presentan las empresas impulsoras del programa. "Estas soluciones pueden dar lugar a unas patentes que se licitan o a la constitución de empresas a partir de los investigadores que tienen carácter emprendedor y pueden desarrollar iniciativas empresariales", añade Guamis.

En esta tercera edición se han inscrito unas 50 personas que se han sometido a un jurado que ha valorado los proyectos en base a criterios como la presentación de cara a la empresa, el grado de aproximación a las características del mercado, la existencia de un plan de explotación o su desarrollo.

AEInnova, aprovechando el calentamiento industrial
El proyecto ganador es AEInnova, un sistema de microelectrónica para recuperar la escalfor industrial que se pierde y transformarla en energía eléctrica. "Se trata de una tecnología que permite capturar el calor residual, la que no se aprovecha, cosa que supone desprenderse de una cantidad de dinero y energía y que contribuye en el calentamiento global", explica Guamis.

Se trata de una idea que han desarrollado los investigadores Raúl Aragonés, Carles Ferrer, Roger Malet, Joan Oliver, José Antonio Molina y Roger Nicolás. Se trata de una pandilla de investigadores del Departamento de Microelectrónica de la UAB, que han desarrollado el sistema.

El grupo vendía de ganar otros cursos, como el de Emprendedor XXI de Esade. "Íbamos pescado en el área de negocio y sólo teníamos un máster de Esade, no teníamos ni idea otros aspectos, por eso decidimos participar en el Programa de Generación de Ideas, y esto nos dio a pensar con visión de negocio, como equipo y en un plan de negocio", señala Raúl Aragonés.

Su interés se centró en la recolección energética, que se ha convertido en una gran apuesta del siglo XXI y donde se espera una gran facturación en las próximas décadas. A partir de aquí encontraron el gran desperdicio que hay en el calor que se genera en la industria: "A nivel europeo se emiten unos 140 terawats de energía a la atmósfera, cosa que supone unos 2.100 millones de euros cada hora, una energía que generan 30 centrales nucleares", explica Aragonés.

El proyecto se basa en la experiencia de un sistema de chips integrado con baterías de litio que incorpora un circuito programable, todo de medida pequeña y a precio económico. Hicieron las pruebas correspondientes y vieron que la tecnología era compatible con un sistema de celdas que permitían que el calor no se perdiera.

"Si las asociamos entre ellas con un condensador de resistencias, la energía que crea una la cruspeix las otras, pero con este sistema cada una de las celdas ahora puede no interactuar con las vecinas, y obtenemos mucha potencia, hicimos las pruebas y todo va encajar", explica Aragonés.

El crecimiento del proyecto
El proyecto resultante se ha inscrito en la Fundación Repsol para hacer la evolución tecnológica, y en mayo quedaron finalistas y ganadores a nivel internacional. Paralelamente, la empresa KIC InnoEnergy apostó por su producto y aportó una suma de 100.000 euros después de pasar por validaciones tecnológicas de auditores propios, y finalmente en agosto decidieron entrar como socios de la empresa.

"Esta tecnología nos permitiría en temperaturas a partir de 60 a 200º C recuperar el 20% del calor residual", explica Aragonés. La previsión es que en el primer trimestre del año que ve se desarrolle el prototipo y se pueda testar en las instalaciones de Repsol en la petroquímica de Tarragona y de Cementos Molins, se demuestre su viabilidad y que en el primer trimestre de 2016 el producto pueda irrumpir en el mercado.

Incentivando el futuro
El primer premio está dotado con 2.500 euros en metálico, y está complementado con un programa de asesoría a cargo de KIC InnoEnergy y seis meses de incubación al edificio Eureka, ubicado en el campus de la UAB de Bellaterra. Además, el segundo premio también dispone de tres meses al edificio y una suma de 1.500 euros, mientras que el tercer proyecto está premiado con 1.000 euros.

El segundo premio ha sido otorgado al proyecto Blue Human Photonics, que centra sus esfuerzos en la gestión inteligente y mediante control Smart Bluetooth de la iluminación LED. El equipo que está detrás de este proyecto está formado por los estudiantes Juan de Dios Sirvent, Jun Lian, Alfonso Martínez y los profesores del Grupo de Óptica de la UAB Jordi Mompart y Todor Kirilov. Blue Human Photonics han diseñado un controlador universal Smart Bluetooth, que tan sólo cuesta cinco euros, tiene un consumo 1.000 veces menor que un controlador WiFi y permite alimentación autónoma.

Los ganadores del tercer premio han sido los investigadores Naroa Uria, Óscar Castillo, Francesc Xavier Muñoz del grupo BioMEMs del Instituto de Microelectrónica de Barcelona. Su proyecto, bautizado con el nombre de OnaSensLife, se basa en un sistema de detección de legionela rápido, eficaz, portable y muy fácil de usar, que integra todos los procesos de tratamiento y medida de la muestra en un solo dispositivo.
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