“Trabajar con sectores de futuro al margen del turismo ya estaba en los planes del Ayuntamiento”

La comisionada de Promoción en la ocupación y políticas contra la precariedad, Raquel Gil, encara de forma positiva la crisis derivada del Covid 19

Raquel Gil, comisionada de Promoción a la ocupación y políticas contra la precariedad | Cedida Raquel Gil, comisionada de Promoción a la ocupación y políticas contra la precariedad | Cedida

Ante la crisis económica derivada del coronavirus el Ayuntamiento de Barcelona ha desarrollado un plan de choque para la ocupación para hacer frente a esta nueva realidad. El plan cuenta con diferentes áreas de actuación que van desde el turismo hasta el sector cultural y va acompañado de una inversión de 6 millones de euros. Raquel Gil, comisionada de Promoción en la ocupación y políticas contra la precariedad, se muestra positiva con las posibilidades que este plan presenta y se niega a endulzar la situación que se vive en la ciudad de Barcelona, una extremadamente dura para la ocupación.

Barcelona en este momento se encuentra con 40% más de paro que a las mismas alturas del año pasado. ¿Cómo se encara este contexto tan repentino?

Con mucha paciencia e intentando ser muy imaginativos. Yo creo que es importante no engañar a nadie. Estamos en una situación difícil y en la que todavía tenemos muchas incertidumbres. No sabemos como evolucionará, por muchas prospecciones y estudios que hacemos, siempre hay elementos que quedan fuera de tu capacidad de saber y de decidir. Tuvimos el otro día los datos de la EPA que mostraban una destrucción de ocupación muy importante en sectores como el turismo y todo lo que tiene que ver, sea directamente relacionado con el turismo como con la economía del visitante, el gasto que hacen las personas que venden en la ciudad no sólo en hoteles y restaurantes sino en las tiendas, en el transporte público y otros servicios. De forma que en el ámbito de la ocupación el coronavirus está teniendo un impacto muy grande y los datos nos indican que éste puede ser incluso más grande. Hay muchas personas que todavía están en ERTE y que, por lo tanto, sus empresas no se han podido poner en marcha todavía, no han reiniciado la actividad. Así pues la perspectiva no es buena. Dentro de esto lo que intentamos es hacer propuestas para estar junto a las personas que lo necesitan en este proceso, el cual se alargará los próximos meses.

"Intentamos hacer propuestas para estar junto a las personas que lo necesitan en este proceso, el cual se alargará los próximos meses"

Destacaba el gran impacto del turismo. Este verano la sensación de dependencia se ha agravado en la ciudad y el descontento parece más latente.

El sector turístico es muy importante y esta importancia se está haciendo más evidente por si alguno tenía dudas. La voluntad de trabajar con sectores de futuro al margen del turismo ya estaba en los planes del Ayuntamiento antes de que  estuviera la pandemia. La pandemia lo que nos hará es ir más deprisa con algunas medidas, como la redefinición de algunas cuestiones turísticas, como trabajar con un modelo de turismo de más calidad, que sea más amable para la ciudad, que la gente no lo viva como un elemento negativo, sino al contrario. Que ayude económicamente, pero que también tenga un equilibrio con otros sectores. Por ejemplo, con sectores que tienen que ver con el verde y la sostenibilidad, con la energía, con los cuidados, que se han manifestado como un sector estratégico en el momento en el que estamos.

El turismo es una de las actividades más 'tocadas'. ¿Cuáles son las que se han podido mantener mejor en la ciudad?

El sector servicios relacionado con la industria alimentaría y sanitaria se ha mantenido abierto y, en algunos casos, incluso han aumentado las contrataciones. Los otros sectores del comercio han reducido el impacto del confinamiento en función de su capacidad de adaptarse a las nuevas tecnologías para poder seguir funcionando. Seguramente las que se han visto más afectadas son las empresas más tradicionales, aquellas que son más de barrio o las vinculadas al turismo.

"Trabajamos por barrios, conociendo la actividad del territorio y sus necesidades"

En Barcelona ya hace tiempo que el comercio tradicional o de barrio sufre por su supervivencia. ¿Cómo encara el Ayuntamiento esta situación que previamente ya era un problema que se ha agravado?

Se han sacado adelante medidas, algunas previamente a la pandemia. Por ejemplo, con relación a los alquileres de estos locales, muchos de estos comercios se encontraban con contratos de alquiler que se acababan o que se negociaban a la alza, así que se pusieron en marcha una línea de subvenciones para propietarios que estaban dispuestos a bajar el precio de estos alquileres durante un tiempo para mantener también el negocio que estaba allá. Los locatarios, y más en un momento como el actual, difícilmente a corto plazo volverán a tener otro negocio que se ponga. Al final esto también es una pérdida de ingresos económicos para la persona que tiene el local. También hemos puesto en marcha ayudas para los autónomos, pero no somos omnipresentes y tenemos el presupuesto que tenemos. Si bien hablamos de un presupuesto muy grande, también hay que tener en cuenta que Barcelona tiene muchas necesidades. Por lo tanto, intentamos hacer complementos a ayudas que ya existen y llegar a colectivos que quedan fuera de estos. Trabajamos por barrios, conociendo la actividad del territorio y sus necesidades.

¿Ven limitado vuestro radio de actuación?

En materia laboral, por ejemplo, el Ayuntamiento tiene cero competencias, otra cosa es que al ser la institución más cercana es la que puede ayudar a escala más local. Como la mayoría de ciudades tenemos nuestro servicio local de ocupación. Nosotros lo que intentamos es hacer mucha red con el resto de administraciones, puesto que creemos que en momentos como el actual en que los recursos son los que son pero el impacto es muy grande, es más necesario que nunca que nos coordinemos.

¿Qué busca el plan de choque del Ayuntamiento?

Lo que hemos hecho mayoritariamente es repriorizar las áreas de trabajo. Nos preguntamos, con la situación actual, ¿qué pasa a ser más importante? Por ejemplo, en las acciones por la ocupación hemos pasado de un presupuesto inicial de 250.000 euros a un millón, que nos permite, por ejemplo, reforzar las entidades y que no tengan que echar a la gente. También ponemos en marcha una línea de ayudas de contratación a las empresas, que nos permite que no sea directamente el Ayuntamiento quién te contrate con los planes de ocupación, sino que empresas que tienen trabajo pero que, por la situación económica actual, quizás no tienen la capacidad de poder contratar personas. Además, hemos podido mantener los trabajadores que ya estaban contratados por el Ayuntamiento. En algún momento del confinamiento no sabíamos si los podríamos mantener o no. Finalmente, algunos de los proyectos que tenemos previstos han cambiado pero hemos podido mantener estos lugares de trabajo.

En el plan de choque se destacan algunos sectores que se quieren reforzar especialmente, uno de ellos son las tareas de cuidados. ¿Qué acciones concretas se plantean?

Estamos trabajando en un proyecto europeo en el cual hemos empezado haciendo un mapeo para ver cuál es la situación del colectivo, su dimensión y todas las partes implicadas. Con este mapeo queremos ver como está cubierta la oferta formativa, el sector en si cómo funciona. ¿Son grandes empresas que contratan a través de concesiones públicas? ¿Son particulares que contratan a través de la economía sumergida? ¿Por qué las familias no pueden contratar regularizando? Una vez obtenidas estas respuestas podremos saber cuál es la situación del sector y cómo ayudar.

"Todos los sectores tienen un componente digital cada vez más grande. En cambio, no todo el mundo tiene estos conocimientos"

Otro de los aspectos es la digitalización. ¿Encuentran que el momento actual es una oportunidad para impulsar la digitalización en las empresas?

Digitalizados ya estamos desde el momento que las administraciones hacen trámites por internet o en las universidades se dan clases online. Todo esto habría acabado pasando pero quizás habríamos tardado más. Todos los sectores tienen un componente digital cada vez más grande. En cambio, no todo el mundo tiene estos conocimientos. La necesidad de trabajadores formados en áreas digitales es una de las cosas que más nos remarcan las empresas que acuden a Barcelona Activa. Es una demanda que no es nueva, pero que sí que se puede haber acentuado.

Més info: Felix Ortega: "El sector digital y tecnológico saldrá reforzado de la crisis"

¿El incremento del teletrabajo juega un papel importante en el crecimiento de esta demanda?

Sí, a pesar de que lo que hemos vivido no ha sido teletrabajo muy bien. En muchos casos no ha sido una cosa pensada y organizada con cuidado sino que se ha improvisado de la noche a la mañana. Una persona de la Diputación lo explica muy bien, dice que lo que hemos hecho no ha sido teletrabajo, sino fusionar la vida personal con la profesional y hacer lo que hemos podido sin separar ni momentos, ni organizar el tiempo. Esto no es teletrabajo. Pero es verdad que por sacar algo positivo, se ha visto que teletrebajar es posible. Ahora tendremos que corregir muchas cosas y se tendrá que hacer un plan muy hecho, pero hay empresas que lo podrán incorporar de forma recurrente. Esto tendrá muchas consecuencias, en el ámbito de desplazamiento y de conocimientos tecnológicos.

Intentamos ser positivos pero las previsiones no son tan optimistas. Por ejemplo, en cuanto a la gestión de los ERTE. ¿Cuál es la perspectiva del Ayuntamiento en este caso?

Todas las administraciones han hecho un esfuerzo brutal para seguir trabajando a pesar del cierre. Por ejemplo, en el Ayuntamiento de Barcelona una semana antes del confinamiento había 200 personas que teletrebajaban, 15 días más tarde eran 9.000. Cierres y cambios de modelo de trabajo como éste afectan a muchas cosas, una de las cuales es la gestión de los ERTE. Yo entiendo que con sólo que una persona tenga necesidad y no cobre, ya lo estará pasando muy mal y se le tiene que intentar poner lo más fácil posible, con sólo que fuera una. Pero también se tiene que poner en valor el casi millón de ERTE que se han tramitado en un tiempo récord con gente que estaba trabajando desde casa, con las empresas medio cerradas, con las gestorías a medio gas y que se ha podido hacer. Que también se haya podido aprobar la renta de ingreso mínimo vital, que hasta hace unos meses era tan controvertida. Todo es mejorable, si hablas con alguien que todavía está pendiente del ERTE te explicará todas las complicaciones y con razón, pero las tramitaciones administrativas con un sistema tan grande como el nuestro por desgracia son lentas, pero no imposibles.

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