El líder mundial en la fabricación de drons domésticos y profesionales, la empresa DJI, acaba de poner a la venta Spark, un pequeño aparato volador a control remoto pensado para hacerse selfies. Sí, tal como lo leéis.
De hecho, Spark es más que una simple cámara para hacerse fotos del estilo "Miráis que guap@ soy". Algunas de las funciones que incorpora, pensadas para usuarios amateur, permiten grabar vídeo con unos resultados de lo más profesionales.
QuickShot
Este sistema de imagen activa un control automático del dron para grabar vídeo en modo cohete –elevándose a alta velocidad apuntando la cámara hacia tierra–, circular –enfocando en el centro– o espiral –alejándose cada vez más del objetivo en círculos–.
TapFly
El modo TapFly es fuerza espectacular. Basta con señalar un objetivo a la aplicación móvil para que el dron lo sobrevuele mientras filma en vídeo, de manera totalmente autónoma. Y el más increíble es que Spark esquiva los objetos que pueda encontrar al camino.
ActiveTrack
El modo ActiveTrack es ideal por ciclistas, corredores y todo tipos de deportistas, puesto que el dron reconoce un objetivo y lo sigue, perfectamente enfocado, mientras este hace todo tipo de movimientos.
Gesture
Y si el que hemos visto hasta ahora os ha parecido alucinante, qué os parecería poder controlar el dron con gestos de la mano? Basta con mover la palma en vertical u horizontal para cambiar la altura y eje horizontal del Spark, o hacer un gesto de encuadrar –con las dos manos en forma de marco– para ordenarle al aparato que dispare una foto.
A escala técnica, Spark es pequeño –14 cm de largo– y ligero –300 gramos de peso–, con una autonomía máxima de 16 minutos en vuelo, Wi-Fin integrado y una cámara estabilizada mecánicamente de 12 megapíxels capaz de grabar vídeo fullHD.
Comprándolo directamente en el web de DJI, el dron cuesta 599 euros e incluye una tarjeta microSD de 16Gb de regalo.