La novedad con la que el operador intenta volver a acceder en el territorio es un servicio llamado UberEATS que se estrena en Barcelona y mediante el cual los conductores podrán entregar comer a domicilio.
Este servicio, que a priori puede parecer competencia otros productos como La Nevera Roja, del que hablábamos hace unos días o Just Eat, no está pensado para servir pedidos de todo tipos de restaurantes, donde seguramente no saldría por anticipado pagar un conductor que hiciera el servicio expresamente para cada trayecto, sino que se orienta a restaurantes de un cierto nivel.
De hecho, la empresa usa la base de datos de Plateselector , un agregador de restaurantes con un cuidadoso editorial al última.
Para empezar a usar este nuevo servicio basta con descargar el app oficial de Uber e indicarle donde queremos recibir el pedido.
Como curiosidad, la aplicación nos permite dividir el pago del encargo entre diferentes amigos, de forma que no haga falta pasar cuentas a posteriori. También té dos limitaciones que llaman bastante la atención: sólo se pueden pedir hasta cuatro platos por viaje; y a diferencia otros servicios similares, el conductor no sube hasta casa a entregar el pedido, sino que será necesario bajar a la calle a recogerla.
A buen seguro que en las próximas semanas sentiremos reacciones al nuevo servicio que, un golpe más, arranca con la política de hechos consumados que ha caracterizado Uber hasta el momento.
Los taxis, a la espera
El despliegue de Uber en Europa parece que no ha empezado con demasiado buen pie. En el estado español, después de muchos problemas con los diferentes gremios de taxistas y una orden de cierre impuesta por un juez de Madrid, la empresa decidió abandonar temporalmente el servicio de transporte de pasajeros UberPop en España.
Este servicio, que a priori puede parecer competencia otros productos como La Nevera Roja, del que hablábamos hace unos días o Just Eat, no está pensado para servir pedidos de todo tipos de restaurantes, donde seguramente no saldría por anticipado pagar un conductor que hiciera el servicio expresamente para cada trayecto, sino que se orienta a restaurantes de un cierto nivel.
De hecho, la empresa usa la base de datos de Plateselector , un agregador de restaurantes con un cuidadoso editorial al última.
Para empezar a usar este nuevo servicio basta con descargar el app oficial de Uber e indicarle donde queremos recibir el pedido.
Como curiosidad, la aplicación nos permite dividir el pago del encargo entre diferentes amigos, de forma que no haga falta pasar cuentas a posteriori. También té dos limitaciones que llaman bastante la atención: sólo se pueden pedir hasta cuatro platos por viaje; y a diferencia otros servicios similares, el conductor no sube hasta casa a entregar el pedido, sino que será necesario bajar a la calle a recogerla.
A buen seguro que en las próximas semanas sentiremos reacciones al nuevo servicio que, un golpe más, arranca con la política de hechos consumados que ha caracterizado Uber hasta el momento.
Los taxis, a la espera
El despliegue de Uber en Europa parece que no ha empezado con demasiado buen pie. En el estado español, después de muchos problemas con los diferentes gremios de taxistas y una orden de cierre impuesta por un juez de Madrid, la empresa decidió abandonar temporalmente el servicio de transporte de pasajeros UberPop en España.
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