Prevenir las picaduras de mosquitos. Este es el objetivo de la camiseta antimosquits que ha creado la empresa terrassenca STINGBye y que cuenta con un alto porcentaje de garantía como barrera protectora. Después de exportar el producto en México, la compañía se ha abierto en el Brasil, donde está presente la amenaza del virus del Zika. Con el inicio de los Juegos Olímpicos de Río, la empresa catalana ha recibido encargos de viajeros y deportistas que adquirirán 10.000 unidades como prevención para disfrutar del acontecimiento.
El que empezó el año pasado en Terrassa como una firma nacida de una tradición familiar de 30 años al mundo del textil, se ha convertido en una empresa que da trabajo a 72 trabajadores (12 internos y 60 subcontratados), entre químicos, operarios y distribuidores, y que tiene previsto continuar su internacionalización, tal como explica su gerente y socia Sílvia Oviedo. "Pensamos a exportar el año pasado, cuando por una repercusión mediática contactaron con nosotros desde diferentes países. Vimos la oportunidad en México y la cogimos. Ahora, nuestra expansión se centra en Colombia, Costa Rica y Brasil, donde las negociaciones han sido lentas por temas burocráticos, pero, al final, lo hemos conseguido. En un futuro, nos enfocaremos al mercado italiano y francés", señala.
A pesar de que su producto original fueron las camisetas, también producen gomas para el cabello que previenen los piojos, y ya trabajan en la fabricación de nuevos productos que "bien seguro sorprenderán", en palabras de Oviedo. "Cuando se nos presentó la ocasión de hacer un producto técnico, nos pareció una gran oportunidad para innovar y tomar un camino diferente dentro del sector. Creímos que la goma anti piojos facilitaría mucho la vida a las familias y, sobre todo, a los niños", explica.
Cinco años de investigación
La empresa terrassenca ha tardado cinco años a crear la camiseta, que tiene una eficacia del 94%. "Ojalá hubiéramos inventado un producto 100% eficaz, pero hay que recordar que la camiseta es una barrera protectora, uno 'más además' de las vacunas y del resto de productos de prevención para enfermedades, como la malaria, el dengue, el Zika o la fiebre amarilla", reconoce.
La camiseta está impregnada con Permetrina, de tal manera que la persona queda protegida cuando se la pone. Los mosquitos pueden ponerse encima, pero no pican a quienes la puerta. Otras ventajas de esta tecnología es que la camiseta no desprende olor, no provoca alergias, la puede traer cualquier persona y dura hasta 100 lavadas sin perder eficacia.
Producción local, venta global
Una de las características singulares de STINGBye es que la empresa apuesta por la producción local: todo se produce en Badalona, Terrassa y Hostalric. "Creemos que es importante potenciar la marca local y el lugar donde hemos vivido y dónde han confiado en nuestros productos desde los inicios", apunta Oviedo.
Actualmente, podemos encontrar las camisetas para niños y adultos y las gomas del cabello a 1.800 farmacias del Estado español. También se venden en México, Costa Rica, Colombia y Brasil y se pueden pedir en la página web de STINGBye. Entre enero y mayo, se vendieron 70.000 camisetas y 300.000 gomas de cabello.
Sólo el año pasado, la compañía facturó 100.000 euros, y desde el comienzo de año hasta ahora ha ingresado 400.000 euros con la venta de los dos productos. La empresa terrassenca espera cerrar este ejercicio con una facturación de dos millones de euros, mientras que de cara al año próximo aspira a facturar cinco millones.
Un futuro con posibilidades
La compañía trabaja ahora en el diseño de prendas de ropa que eviten la picadura de un insecto determinado con la eficacia más grande posible. "Próximamente, comercializaremos calcetines, pensados especialmente para mantener alejadas garrapatas, xinxes y mosquitos que quieren bajo. De momento, las pruebas funcionan. También tenemos preparados las sábanas antimosquits, que tienen por objetivo evitar una situación común en que los mosquitos aprovechan la noche para picarnos", concluye la gerente.
El que empezó el año pasado en Terrassa como una firma nacida de una tradición familiar de 30 años al mundo del textil, se ha convertido en una empresa que da trabajo a 72 trabajadores (12 internos y 60 subcontratados), entre químicos, operarios y distribuidores, y que tiene previsto continuar su internacionalización, tal como explica su gerente y socia Sílvia Oviedo. "Pensamos a exportar el año pasado, cuando por una repercusión mediática contactaron con nosotros desde diferentes países. Vimos la oportunidad en México y la cogimos. Ahora, nuestra expansión se centra en Colombia, Costa Rica y Brasil, donde las negociaciones han sido lentas por temas burocráticos, pero, al final, lo hemos conseguido. En un futuro, nos enfocaremos al mercado italiano y francés", señala.
A pesar de que su producto original fueron las camisetas, también producen gomas para el cabello que previenen los piojos, y ya trabajan en la fabricación de nuevos productos que "bien seguro sorprenderán", en palabras de Oviedo. "Cuando se nos presentó la ocasión de hacer un producto técnico, nos pareció una gran oportunidad para innovar y tomar un camino diferente dentro del sector. Creímos que la goma anti piojos facilitaría mucho la vida a las familias y, sobre todo, a los niños", explica.
Cinco años de investigación
La empresa terrassenca ha tardado cinco años a crear la camiseta, que tiene una eficacia del 94%. "Ojalá hubiéramos inventado un producto 100% eficaz, pero hay que recordar que la camiseta es una barrera protectora, uno 'más además' de las vacunas y del resto de productos de prevención para enfermedades, como la malaria, el dengue, el Zika o la fiebre amarilla", reconoce.
La camiseta está impregnada con Permetrina, de tal manera que la persona queda protegida cuando se la pone. Los mosquitos pueden ponerse encima, pero no pican a quienes la puerta. Otras ventajas de esta tecnología es que la camiseta no desprende olor, no provoca alergias, la puede traer cualquier persona y dura hasta 100 lavadas sin perder eficacia.
Producción local, venta global
Una de las características singulares de STINGBye es que la empresa apuesta por la producción local: todo se produce en Badalona, Terrassa y Hostalric. "Creemos que es importante potenciar la marca local y el lugar donde hemos vivido y dónde han confiado en nuestros productos desde los inicios", apunta Oviedo.
Actualmente, podemos encontrar las camisetas para niños y adultos y las gomas del cabello a 1.800 farmacias del Estado español. También se venden en México, Costa Rica, Colombia y Brasil y se pueden pedir en la página web de STINGBye. Entre enero y mayo, se vendieron 70.000 camisetas y 300.000 gomas de cabello.
Sólo el año pasado, la compañía facturó 100.000 euros, y desde el comienzo de año hasta ahora ha ingresado 400.000 euros con la venta de los dos productos. La empresa terrassenca espera cerrar este ejercicio con una facturación de dos millones de euros, mientras que de cara al año próximo aspira a facturar cinco millones.
Un futuro con posibilidades
La compañía trabaja ahora en el diseño de prendas de ropa que eviten la picadura de un insecto determinado con la eficacia más grande posible. "Próximamente, comercializaremos calcetines, pensados especialmente para mantener alejadas garrapatas, xinxes y mosquitos que quieren bajo. De momento, las pruebas funcionan. También tenemos preparados las sábanas antimosquits, que tienen por objetivo evitar una situación común en que los mosquitos aprovechan la noche para picarnos", concluye la gerente.
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