Pisando el acelerador de la innovación empresarial en Catalunya. ¿Suficiente?

Recientemente, se han publicado las cifras sobre la actividad de I+D en España, un buen termómetro de la innovación empresarial. El gasto en Investigación y Desarrollo (I+D) interna ascendió a 19.325 millones de euros en 2022, con un aumento del 12,0% respecto al año anterior. Dicho gasto representó el 1,44% del producto interior bruto (PIB), frente al 1,41% del año 2021. A nivel privado, la innovación empresarial se situó en el 0,81% del PIB. Es cierto que la innovación no se mide solo por la inversión en I+D, pero no deja de ser uno de los indicadores relevantes. ¿Y estas cifras son mucho o poco? ¿Estamos innovando lo suficiente?

Por un lado, el crecimiento del +12% es el mejor en años. Claramente, la pandemia de la covid-19 ha marcado un punto de inflexión. Las empresas y las administraciones públicas invierten más en I+D, y esto es bueno. No se nos escapa que la innovación privada ha cogido importancia en el panorama económico. Numerosos son los ejemplos de empresas innovadoras o startups de éxito, como recogió recientemente Forbes en su artículo Las Pymes Españolas que están cambiando el mundo 2023 con destacados nombres como Cocunat, FRACTTAL, Fractus, Heura, Holaluz.com o VOTTUN entre otras.

"Catalunya ha incrementado en unos espectaculares 744 millones de euros su inversión en I+D"

Como indica Xavier Ferrás en su artículo Innovar o Morir, “hay dos territorios donde la inversión en I+D se acelera: Catalunya, que incrementa en unos espectaculares 744 millones de euros su inversión (el +18,2%), y Madrid, con 591 millones de euros más (el +13%). Son datos significativos. Algo hace que despierte la I+D en los dos grandes motores económicos del país (que aglutinan dos terceras partes del crecimiento). En dos años, el esfuerzo en I+D de la economía catalana ha acumulado un aumento del 35,7%, y la de Madrid, del 28,5%”. Y con esta evolución, Catalunya alcanza el 1,89% del PIB y el 25% de la inversión total en I+D de España (vs. su PIB del 20%) muy por encima del 22,1% del año 2000. Estas cifras son consistentes con otras fuentes publicadas recientemente y que muestran una buena evolución de la innovación en Catalunya. Una muy buena evolución impulsada mayoritariamente por la inversión privada que supuso el 62,3% en 2022. De hecho, 14 de las 25 empresas destacadas por Forbes, son catalanas. 

Més info: Las 14 pymes catalanas que están cambiando el mundo

La verdad es que es una buena evolución. Pero si nos comparamos con nuestros vecinos europeos o países de la OCDE, empezamos a ver carencias. Como hemos dicho, España dedica un 1,44% de su PIB a I+D. Los países considerados más innovadores invierten bastante más; Suiza invierte un 3,36% (vs. un 2,26% en el 2000), Suecia un 3,42%, Países Bajos un 2,31% e Israel un 5,56%. Algunos de nuestros vecinos como Francia un 2,22%, e Italia y Grecia parecido a España. El promedio de la EU es de un 2,28%, el de la OCDE de un 3,01%. Cabe recordar que el Gobierno de España Ha definido una estrategia con un objetivo del 2,12% en 2027. Como indica COTEC en su informe “de mantenerse una tasa de crecimiento de la inversión en I+D del 12% en promedio anual hasta 2027, la ratio de I+D sobre PIB se situaría en el 2% en ese año, todavía por debajo del 2,12% marcado por la Estrategia. Para alcanzar el objetivo del 2,12% del PIB en 2027, sería necesario encadenar, a partir ya de 2023, cinco tasas de crecimiento consecutivas de inversión en I+D superiores al 12%. En concreto, del 13% en promedio anual. En términos absolutos, sería necesario duplicar el volumen de inversión actual, añadiendo más de 17.000 millones de euros de inversión adicionales al sistema de ciencia e innovación, hasta alcanzar los 36.000 en 2027.” A todo esto, cabe recordar que el actual crecimiento se ha producido en un entorno favorable de fondos Next Generation.

En este contexto, recordé la frase de William Brody: “La fórmula de la innovación es realmente bastante simple: el conocimiento impulsa la innovación, la innovación impulsa la productividad, y la productividad impulsa el crecimiento económico”. Y creo que debemos tenerla muy en mente. Sabemos que un talón de Aquiles de nuestra economía es la productividad. Es cierto que ha mejorado algo por la reducción comparativa de los costes laborales. Pero esto tiene un límite y si queremos seguir en el club de los ricos, necesitamos incrementar la productividad y el valor añadido. Nuestras empresas deben seguir invirtiendo en innovación de forma significativa, y no es solo un tema de start-ups. Es un tema de todo el tejido empresarial. Necesitamos seguir apostando de forma sostenida por la innovación privada de las empresas.

"Un talón de Aquiles de nuestra economía es la productividad"

El aumento continuo en la inversión en Investigación y Desarrollo (I+D) es crucial para la competitividad empresarial en Cataluña. Más allá del respaldo público, siempre relevante, el compromiso privado es central y primario. Las empresas pueden fomentar la innovación mediante estrategias internas de I+D+I y de innovación abierta. Al priorizar la innovación, estas empresas no solo se vuelven más competitivas, sino que también lideran el crecimiento económico y tecnológico sostenible en la región. Hoy, en un mundo complejo y globalizado, la innovación es una clara ventaja competitiva.

La capacidad de adaptación y evolución que proporciona la innovación empresarial es clave para enfrentar desafíos en un entorno globalizado. Según datos del informe del Banco Central Europeo sobre Innovación, las empresas que apuestan por la innovación experimentan un aumento en su productividad, mejoran en la calidad de sus productos y servicios, impulsan su crecimiento y consiguen un fortalecimiento de su posición en el mercado.

Aquí, compañías como Seat, por ejemplo, han demostrado cómo la innovación puede impulsar su éxito. Con un enfoque pionero en movilidad sostenible y la implementación de nuevas tecnologías, Seat ha logrado reinventarse, desarrollando nuevas marcas como Mo y Cupra, conquistando mercados y liderando el cambio hacia la movilidad eléctrica. Empresas como Fluidra, Sener, Avinent o Hipra también tienen una fuerte tradición innovadora.

"La capacidad de adaptación y evolución que proporciona la innovación empresarial es clave para afrontar desafíos en un entorno globalizado"

Pero no solo las grandes empresas innovan. La tradición innovadora de la economía catalana, principalmente formada por pymes, es conocida. Los Clusters sectoriales que, bajo el amparo de Acció principalmente, desarrollan una labor de impulso de la innovación en el tejido empresarial y son referentes a nivel europeo. Este impulso tiene que seguir y debe verse aumentado para favorecer la competitividad de nuestras empresas.

Invertir en innovación no solo impulsa el crecimiento empresarial y la competitividad, sino que también contribuye al desarrollo económico y social del país. Las empresas que apuestan por la innovación generan empleo cualificado, fomentan la investigación y el desarrollo, y contribuyen al progreso tecnológico y la atracción de inversiones.

Més info: ¿Qué necesita el ecosistema empresarial catalán para innovar todavía más?

El progreso en las empresas catalanas ha sido notable, con un aumento evidente en la inversión en investigación y desarrollo. Es una buena noticia, no obstante, este avance debe inspirarnos para ir más lejos. Es hora de elevar aún más el listón, de aprovechar esta base para impulsar una nueva ola de innovación. Las empresas catalanas han demostrado su capacidad para destacar en este campo; ahora es el momento para avanzar más rápido y de expandir horizontes. Hay muchas oportunidades que podemos capturar, sin mencionar “el tsunami de la IA” que se nos viene encima, que van a requerir importantes esfuerzos en este ámbito.

La innovación empresarial ya no es una opción, es una necesidad para desarrollar la competitividad y la sostenibilidad de las organizaciones y de nuestra economía. Es una clara fuerza motriz para el éxito de nuestras empresas. Las empresas que entienden y abrazan esta premisa están destinadas a liderar sectores, generar impacto positivo y forjar un futuro próspero para ellas mismas y su comunidad. Ahora que tenemos una buena inercia inicial es clave que aumentemos el apoyo y la inversión en I+D e innovación de nuestro tejido empresarial.

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