El abandono escolar prematuro: una perspectiva desde la empresa

Hace unos días, en este diario, el profesor Santiago Niño-Becerra destacaba que "al actual mercado de trabajo, la demanda de trabajo está cambiante", y concluía que "sobra factor trabajo". En otro artículo, el exministro Joan Majó afirmaba que "la escuela tiene que dejar de ser una institución para una primera etapa de la vida y tiene que adaptarse a nuevas necesidades", y destacaba la importancia de la formación en competencias y de la educación a lo largo de la vida.

Estas preocupaciones también son presentes al colectivo empresarial. Es común escuchar que a prácticamente todos los sectores hay dificultades para encontrar trabajadores con la calificación y las habilidades necesarias. Y esto contrasta con un elevado nivel de paro, el doble entre los jóvenes que para la población en general.

La paradoja del desajuste entre oferta y demanda al mercado laboral se explica en parte por el abandono escolar prematuro. Hoy, el 17,2% de los jóvenes entre 18 y 24 años no se califican más allá de la Enseñanza Secundaria Obligatoria. El abandono escolar tiene un origen multifactorial y se está abordando desde el sistema educativo. Pero el sistema productivo también tiene su parte de responsabilidad.

Tenemos que evitar dar la señal que hay muchos trabajos poco calificadas al alcance de las personas sin formación. Si queremos un sistema productivo más competitivo y eficiente, esto no se consigue con trabajadores poco cualificados y mal remunerados. Se consigue con inversión en tecnología, con innovación constante y con personas que pongan todo su talento al trabajo que hacen. Por eso, los empresarios tenemos que ser capaces de anticipar nuestras necesidades, transmitirlas al sistema educativo e implicarnos más en la formación de los trabajadores a lo largo de la vida.

"Si queremos un sistema productivo más competitivo y eficiente, esto se consigue con inversión en tecnología, con innovación constante"

Las formaciones con alternancia tendrían que pasar a ser la norma y no la excepción. Implicándose en la vertiente práctica de la formación, las empresas consiguen mucho más que futuros candidatos: se ponen al día con el sistema educativo, conocen los perfiles que se forman, identifican las calificaciones idóneas por sus necesidades. En el caso de la Formación Profesional, su modalidad Dual hace a la empresa responsable de impartir una parte del currículum. Hoy esta opción es minoritaria, y lo tenemos que hacer crecer. A medida que se vayan reduciendo las barreras burocráticas y se adapten los ritmos y el lenguaje de ambas partes, todos saldremos ganando.

"A medida que se vayan reduciendo las barreras burocráticas, todos saldremos ganando"

El abandono prematuro de los estudios supone un lastre a largo plazo: se prevé que en el futuro sólo 1 de cada 10 puestos de trabajo sean accesibles para perfiles sin calificación. El talento de todas estas personas queda oculto, y supone, además de una pérdida de oportunidades individuales, una reducción de nuestro potencial económico y social. Entre todos tenemos que poner de nuestra parte para solucionarlo, y es un compromiso que ha quedado patente al X Foro FEMCAT que hemos celebrado este miércoles con empresarios y expertos del mundo educativo.

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