Por un nuevo modelo productivo

España es un país que se industrializó tarde y tiene un modelo productivo no muy avanzado. El sistema productivo español tiene algunas grandes empresas cómo los bancos, las eléctricas y las constructoras, que se han beneficiado mucho de su carácter oligopolista, pero tienen poco peso en el mercado global. En cambio, tiene centros de producción importantes que pertenecen a multinacionales internacionales, especialmente en el sector del automóvil, o a la industria química. También hay un amplio tejido de empresas medias o pequeñas con los centros de decisión fuera de España.

En Catalunya hay 640.000 empresas, de las cuales solo 2.303 tienen más de 250 empleados. 518 pertenecen al sector industrial y algún centenar a servicios avanzados. Pero en estos sectores hay muchas empresas medianas y pequeñas, que son dinámicas, innovadoras y competitivas, cómo demuestra el volumen creciente de sus exportaciones. Cómo que Catalunya no tiene capacidad para impulsarlo todo, tiene que tener claro hacia donde tiene que hacer los esfuerzos para mejorar y adaptar el sistema productivo a los nuevos tiempos. Se trata de impulsar los sectores y las empresas que hoy y en el futuro serán claves para la economía. Una buena guía de hacia donde se tiene que orientar la economía la dan las políticas que está impulsando la Unión Europea y entre ellas los sectores vinculados a la digitalización, la sostenibilidad, o a las energías alternativas.

"Se trata de impulsar los sectores y las empresas que hoy y en el futuro serán claves para la economía"

No es fácil. La situación política y económica actual es de alta volatilidad. Hay muchos escenarios que son disruptores: la crisis climática, la transición energética, las guerras en Ucrania y en Palestina, la pugna Estados Unidos-China, la fragmentación del mercado internacional, la aceleración tecnológica digital o un mundo con inflación y altamente endeudado. Habrá que tener presente también que hemos entrado en una nueva época de la globalización. Las decisiones no se tomarán solo en función de los costes bajos, sino que será prioritario la seguridad de disponer en el territorio de la Unión Europea de productos estratégicos de los cuales hoy hay una excesiva dependencia del exterior.

Por otro lado, siguiendo los pasos de los Estados Unidos, China y otros países, hay que apoyar a aquellos sectores y grandes empresas claves de la economía europea. En resumen, volvemos a políticas neoproteccionistas en la política industrial y algunos sectores de servicios claves. Este nuevo marco económico exige una calificación laboral más elevada, adaptación en las nuevas tecnologías y en las nuevas demandas del mercado, y exige alta especialización en algunos campos. Catalunya tiene que atender todo el tejido productivo mirando al futuro. Grandes y pequeñas empresas, españolas, catalanas o extranjeras.

"El entorno es muy complejo, pero ofrece muchas posibilidades de crecimiento económico sostenible"

Todas tienen que ser bienvenidas y acogidas. Pero dada la limitación de recursos de los cuales dispone Catalunya tiene que concentrar los esfuerzos básicamente en las pymes del sector industrial y en los servicios más innovadores y de mayor potencial. Reindustrializar el país, investigación, potenciar la financiación, mejorar la formación y especialización profesional, o apoyar la exportación son algunos de los caminos a seguir. El entorno es muy complejo, pero ofrece muchas posibilidades de crecimiento económico sostenible y de mejorar el bienestar social si las sabemos aprovechar.

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