Expropiación de viviendas: ¿nueva medida del Govern?

Tener una vivienda en Catalunya, además de la propia, es una auténtica pesadilla. Por si no fuese suficiente el dolor de cabeza de la ocupación en nuestra autonomía, y más concretamente en el área de Barcelona, donde todo son facilidades para la ocupación, y todo es indefensión para el propietario, ahora es el mismo Govern de la Generalitat quien pretende promover otra especie de ocupación. El titular dice así: "El Govern expropiará pisos vacíos a grandes tenedores para ponerlos en alquiler social".

¿Cómo te quedas? Es evidente que no todo el mundo es un gran tenedor, pero tener cinco pisos de propiedad no es una cosa tan extraña y, esto, ya es un gran tenedor. Sí, cinco viviendas... Número que ha ido disminuyendo últimamente, y que nadie asegura que en unos meses, o años, pase a ser inferior.

Tenemos que transmitir nuestro absoluto rechazo a esta medida más propia de una época medievaL

Es decir, que nos podemos encontrar el caso de la abuela o el abuelo ahorrador, por ejemplo, que en vez de gastarse el dinero que ellos o su familia ha ido ahorrando a lo largo de su vida para mantenerse y quizás darlo en herencia en el momento de traspasar, además de preocuparse de cobrar unos alquileres y de procurar que no le ocupen ningún piso vacío, ahora se tiene que preocupar de que el Govern no le expropie sus bienes.

La Constitución española contempla la ley de las expropiaciones de la administración por razón de utilidad pública o interés social. Aquí no estamos hablando de interés público, y hay que decir que muy difícilmente se podría justificar el interés social como el que pretende el gobierno catalán a través de esta ley. Pero, en Catalunya, donde nos hacemos nuestras propias leyes, y más concretamente la ley 1/2022, consideramos que podemos expropiar un bien privado, por el simple hecho de ser de alguna persona física o legal que tiene más de cinco viviendas, y que las tiene vacías por el motivo que sea.

Més info: ¿Qué hay detrás de querer controlar los pisos vacíos y los grandes propietarios?

Como representantes del mundo empresarial que somos, tenemos que transmitir nuestro absoluto rechazo a esta medida más propia de una época medieval. Hace muchos años que no se piensa en el urbanismo social. Aquel que planificaba grandes reconversiones de terreno para hacer vivienda, social o no, pero para hacer vivienda. Cuanta más vivienda hay, menos cuesta. Es la ley de la oferta y la demanda, no hacen falta grandes explicaciones. La sensación generalizada es que los gobiernos locales y centrales tienen una mirada de corto plazo, es decir, de cuatro años. Y, en cuatro años, por la burocracia que tenemos hoy en día, no se hace nada.

Sin ir más lejos, tenemos como ejemplos Badia del Vallès o la Mina, que todos conocemos. En Badia, el gobierno creó 11.000 viviendas en 1970 con una rapidez que hoy en día nos dejaría boquiabiertos, entre recalificaciones urbanísticas, proyectos, aprobaciones, adjudicación y construcción. Algo similar pasó con la Mina durante los mismos años. A escala estética y urbanística no son los mejores ejemplos, pero sirvieron para dar salida a una necesidad vital que teníamos en el territorio: acceso a un lugar para vivir correctamente.

No hay que inventar la rueda: hay soluciones que implican desarrollar grandes extensiones de territorio

Con esto queremos expresar que no hay que inventar la rueda, que hay soluciones que implican desarrollar grandes extensiones de territorio. Todavía tenemos, y si no se puede hacer en ámbito local y hace falta que el Govern de la Generalitat promueva y financie el proyecto, pues adelante. Pero, por favor, dejemos de tapar la dejadez en este ámbito de los años pasados con acciones de dudosa constitucionalidad, y actuemos para que la vivienda social llegue de la mano del Govern, y no de las personas o entidades privadas.

Hoy Destacamos
Lo más leido