Facebook, el mal muy hecho

Porque los pecados te sean perdonados primero los tienes que confesar. Es el primer paso para la expiación. Y así lo ha hecho en Chamath Palihapitiya que hacía años que vivía en un sinvivir por culpa de su vida anterior en qué había sido vicepresidente de Facebook, concretamente vicepresidente de crecimiento de usuarios, que como título es curioso. En todo caso desde el 2007 y hasta el 2011 su día a día consistía a pensar la mejor estrategia para incrementar el número de usuarios de Facebook, çò es, como hacer de nuevos y como hacer que los que ya éramos pasáramos más horas todavía.

Y porque fuera claro que su arrepentimiento era genuino, hizo aital confesión en público en una charla en la escuela de negocios de Stanford. Compartir los pecados aligera la culpa. A la charla dice cosas cómo: "Creo que hemos creado herramientas que rasgan el tejido social en que se basa la sociedad", "intuíamos que algo podía no ir bien pero no nos imaginábamos esto". En Chamath se siendo "tremendamente culpable" de haber contribuido a crear una sociedad basada en la dopamina de los corazones, likes, retuits y pulgares arriba: "No hay un discurso civil, no hay cooperación; desinformación, desconfianza. Y esto no es un problema americano —no va de propaganda rusa. Esto es un problema global". Y pone un ejemplo sobrecogedor: en mayo de este año siete personas fueron linxades a Jharkhand, en la India, por culpa de unos falsos rumores de secuestros infantiles que corrían por WhatsApp. "Imaginaos este comportamiento a escala global", remacha.

Acababa recomendando al público de hacer una pausa estricta en el uso de las redes sociales y se ponía a él como ejemplo, que utiliza el Facebook tan poco como puede, y el de sus niños, a quienes "no permite de utilizar aquella mierda". Si lo dice alguien que ha dedicado su pasado reciente a hacer el usuario número 2.000 millones, yo me lo escucharía.

De hecho el Chamath no es el primero extreballador de Facebook que reniega en público. Antes de que él, Sean Parker, uno de los suyos el cofundadores, ya se había declarado "objetor de conciencia" de los medios sociales.

"Las redes sociales explotan las vulnerabilidades de la psicología humana"

Pero que hay de razón en todo esto? Son los medios sociales tan malos como nos los pintan los medios no-sociales? Si hacemos caso al Chamath, son muy peores y el que vemos es sólo la punta del iceberg. Desconozco si Facebook y el resto de redes han rasgado el tejido social, ya lo han hecho cassigalls o sólo le han hecho un rasgón que todavía estamos a tiempo a coser. Tampoco sé como nos afectará en el futuro como individuos y como sociedades. El que sí que sé —que sabemos— es que todo medio nos cambia: el fuego nos cambió la dieta, el alfabeto nos dio el superpoder de ver el pasado y de tirar mensajes hacia el futuro y la radio nos dio el poder de la super oído para sentir la otra punta de mundo.

Y en esto de los superpoders ni Facebook ni los medios sociales no son diferentes. En el que son diferentes es que son más eficientes a hacer el que hacen, sea cual sea que hagan. Si nos conectan o si nos aíslan; si nos cierran en cámaras de resonancia o si nos proyectan a otras realidades; si nos informan o si nos desinformen; si nos entretienen o nos distraen; si nos forman o si nos deforman... todo de manera más eficiente. Si hacen el mal, lo hacen muy bien. Y el mérito y a la vez la culpa son nuestras: las redes sociales explotan las vulnerabilidades de la psicología humana, saben como nos gusta la gratificación instantánea y lo saben todo de nosotros porque se lo hemos dicho. El que hacen diferentes los medios sociales del resto de medios es la capacidad que tienen de influirnos como individuos y como sociedades con aquello que saben de nosotros. Visto así parece fácil pero esto no sería posible sin nuestra colaboración desinteresada ni la interesada de gente con el talento de Chamath Palihapitiya.

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