Bionegocis, la oportunidad para Ponente

06 de Mayo de 2016
Hablar de bionegocis o bioempreses puede sonar nuevo, pero no lo es en absoluto. Es más, desde Cámara Lleida pensamos que esta palabra se tendría que ir incorporando al lenguaje que la empresa y la política usan día a día para ir construyendo la realidad que implican: un proyecto de reindustrialización para las comarcas de Lleida basado en aquello que es nuestra ventaja competitiva, el sector agroalimentario, en armonía con las nuevas tecnologías.

Ya hace casi 10 años que desde la Cámara de comercio de Lleida empezamos a hablar de la biotecnología como una oportunidad para la Lleida del siglo XXI. Y es que las técnicas que la caracterizan pueden aplicarse hoy en día a cualquier industria que quiera trabajar con materiales orgánicos, sean vegetales o animales. Desde la lana o el cáñamo para aislamientos destinados a la bioconstrucció, hasta el maíz o las patatas para sustituir los plásticos no biodegradables. Una manera de irnos preparando, por ejemplo, para dar respuesta a las directivas europeas que prevén erradicar el uso del plástico industrial antes de 2018. En el Estado español, la Ley de Residuos y Sólo Contaminados prevé que a finales de este año 2016, el 80% de las bolsas de plástico que se usen ya sean biodegradables. Esta normativa es sólo uno de los muchos ejemplos posibles de los nuevos nichos de mercado que se abren de la mano de la llamada biotecnología blanca.

En Lleida tenemos suelo no urbanizable que se puede destinar a estas nuevas actividades, disponemos de los centros de investigación, de la Universidad y sobre todo, de un sector primario potente. Es decir, tenemos todos los ingredientes para condimentar un buen plato. Sólo hay que ponernos a trabajar.

Los bionegocis, o la bioempresa pueden ser una espada de doble corte: por un lado, nos pueden ayudar a fijar el conocimiento y el talento en el territorio ofreciendo alternativas y salidas a los jóvenes universitarios que ahora ven su futuro más bien lejos que cerca de Ponente; pero también es un instrumento que nos permitirá captar nuevas inversiones y, por lo tanto, dinamizar el mercado de trabajo a las comarcas de Lleida. Es por eso que desde la Cámara felicitamos a la Diputación de Lleida por su iniciativa al desarrollar un estudio sobre el potencial logístico de las Tierras de Lleida, pero somos muy conscientes que hay que implicar a todos los agentes sociales y empresariales en la reflexión y en el dibujo de la estrategia a seguir, puesto que estamos hablando de cambios que modificarán el tejido empresarial leridano a medio y largo plazo.

Desde las Administraciones se tiene que hacer un esfuerzo para poner al alcance de los inversores una oferta de suelo competitiva, que disponga de todos los servicios físicos y tecnológicos. Esto quiere decir dotar el territorio de las infraestructuras de transporte, de los espacios de negocio, de atención a la empresa... pero también tecnológicos y de telecomunicaciones. Se tiene que apostar también para aumentar las conexiones entre la Universidad y la empresa, para potenciar las start-ups y facilitarlos alianzas estratégicas con empresas consolidadas, al desarrollar un tejido empresarial basado en los nuevos modelos de producción tecnológica.

Desde la empresa se tiene que ser receptivo y tener la mente abierta a aquellos proyectos y propuestas que nos pueden ayudar a crear nuevos servicios con valor añadido y sacar el máximo rendimiento de las instalaciones e infraestructuras como el Parque Tecnológico que tenemos tanto al alcance. Y este es un aspecto que desde la Cámara creemos que podemos y queremos ayudar a impulsar.