Diversificar las inversiones: un ejercicio imprescindible

29 de Julio de 2013

Nos encontramos en medio de un gran cambio económico, y cuando salimos de la crisis seremos sin duda diferentes que en 2008. Casi todo al nuestro cercando está cambiante, la forma como las empresas se ajustan a la bajada de la demanda, la forma en que los bancos lo hacen a los nuevos y más severos requerimientos de capital.

 

Aun así, hay principios que no lo hacen, y que tendríamos que tener siempre presente. Uno de ellos es el de la bondad de diversificar activos.

El año 1952 en Harry Markovitz teoritzà que por inversores con una determinada aversión al riesgo, para maximizar los ingresos de su cartera reduciendo el riesgo el mejor que pueden hacer bien es diversificar sus inversiones en productos no correlacionados. Lograr rendimientos más elevados se entiende que quiere decir que el resultado es el mismo pero con menos riesgo, o bien el riesgo es el mismo pero se obtiene más rentabilidad.

 

La teoría tiene puntos débiles, la racionalidad de los inversoreses uno de ellos. No todos actuamos de forma racional, a veces los mercados se mueven conjuntamente por modas, totalmente irracionales, o bien los mismos individuos somos incoherentes. El premio NobelKanehman (lean su libro revelador "Pensar rápido, pensar lento"), hace varias demostraciones de cómo tomamos decisiones contradictorias dependiente del entorno y cómo somos irracionales.

Una dificultad es encontrar inversiones que no estén correlacionadas entre ellas. Antes se podía invertir en varios países, pero cada vez más el mundo se mueve conjuntamente (China era la excepción a la crisis, pero la bajada de su crecimiento del 8% está provocando una pequeña crisis económica). Los diferentes valores a bolsa tienden a moverse siguiendo grandes tendencias. Invertir en inmuebles ahora vemos que está muy relacionado con la economía en general y, por lo tanto, con los resultados de la bolsa.

Últimamente los inversores y los gestores de carteras están invirtiendo en unos productos diferentes, en inversiones alternativas, bien mediante plataformas de crowdfunding , bien invirtiendo directamente en préstamos o capital a empresas. Todos ellos forman parte de la desintermediació bancaria que se está produciendo en nuestro país y tantos otros, quizás el Reino Unido es, como muchas veces en temas financieros, el adalid en esta tendencia. Una tendencia que de forma consistente está haciéndose un agujero en las carteras de los inversores.