Desde
la Asociación de Apartamentos Turísticos de Barcelona (APARTUR), que representa 210 empresas que gestionan el
check in,
check out, limpieza, reservas, mantenimiento de unas 7.000 viviendas de uso turístico con licencia de la ciudad Barcelona, en edificios con vecinos y sin,
queremos expresar nuestra satisfacción por las pasas adelante que está llevando a cabo el Ayuntamiento de la capital catalana para acabar con la ilegalidad existente en Barcelona. Aún así, tenemos que reconocer que
la estrategia sigue siendo incompleta. Los aspectos positivos que consideramos que se están abordando son tres puntos importantes: De entrada, la INFORMACIÓN y la DETECCIÓN. Qué es un piso legal y cómo se diferencia de un apartamento turístico ilegal? Cómo puede saber un vecino o un turista si el piso que ha alquilado es legal o, por el contrario, es un apartamento ilegal? En este sentido,
la nueva web que ha puesto en marcha hace unos días el Ayuntamiento de Barcelona, un golpe se corrijan los errores de contenido,
se puede convertir en una herramienta muy eficiente y eficaz para resolver todas las dudas que puedan surgir por parte de los mismos vecinos de la ciudad como por los extranjeros que vienen a Barcelona a pasar unos días.
Además,
aplaudimos las tareas que se están llevando a cabo en materia de INSPECCIÓN. La inspección es crítica y el Ayuntamiento está trabajando para aumentar la eficacia de los inspectores. Un equipo más amplio, que también controlará los pisos que tienen más probabilidades de ser ilegales y en momentos del día en qué es más probable encontrar turistas.
Por último, hay la SANCIÓN.
Ser ilegal ya no es rentable por los propietarios de pisos y esto es un aspecto importante, que tiene que quedar muy claro para poder disuadir a todos aquellos que se plantean ofrecer un piso sin cumplir con la normativa vigente.
Con todo ello, a toda la estrategia de lucha contra los apartamentos ilegales que ha puesto en marcha el consistorio barcelonés
le sigue a falta de un elemento fundamental que condiciona su eficacia: no se está permitiendo el crecimiento de la actividad de los apartamentos legales. Para APARTUR, el problema recae en que
hay un desfase demasiado grande entre la oferta legal de apartamentos turísticos y la enorme demanda de este tipo de alojamientos por parte de las familias que visitan Barcelona. Gracias a los vuelos
low coste, viajar ya es posible para muchas familias europeas, y este es un segmento que no deja de crecer. En la ciudad de Barcelona le interesa el turismo familiar porque tiene muchas ventajas respecto a otros tipos de turismo que también hacen parada a la ciudad.
Aún así,
no hay una oferta legal de viviendas de uso turístico suficientemente amplia y de calidad que cubra esta demanda. Actualmente, por desgracia, la disonancia entre la oferta legal y la demanda real de pisos turísticos se cubre a través del alojamiento ilegal. Esto es el resultado de una
moratoria que ya dura 11 años en Ciutat Vella y más de dos años en todo Barcelona, mientras se ha permitido – y se sigue permitiendo con restricciones – el crecimiento otros modelos de alojamientos que, siendo perfectamente legítimos y necesarios,
no cubren específicamente la demanda de apartamentos turísticos. Nuestra
propuesta implica sustituir los alojamientos ilegales por pisos turísticos legales. De este modo, podremos garantizar:
- La localización en las zonas que más convenga en la ciudad.
- El control de la buena gestión de los pisos turísticos.
- El pago de las tasas y los impuestos.
- La ubicación en edificios en los cuales nohaya conflicto entre vecinos.
En definitiva,
desde APARTUR queremos expresar que las medidas adoptadas por el Ayuntamiento de Barcelona para luchar contra los apartamentos ilegales
son una condición necesaria para conseguir una correcta ordenación del sector pero no suficiente. Para conseguir realmente los objetivos que todos perseguimos estas medidas se tendrían que acompañar otros que permitan restablecer el desfase que existe entre la oferta legal de pisos turísticos y la enorme demanda que hay por parte de los turistas que nos visitan día a día.
La
Administración municipal tendría que ir más allá de la lucha contra la oferta el ilegal de apartamentos (insistimos, mide absolutamente necesaria pero no suficiente) y tendría que adoptar también medidas que permitan un crecimiento ordenado y sostenible de los apartamentos turísticos legales. Si no abordamos esta necesidad,
difícilmente se conseguirá erradicar la presencia de pisos ilegales en Barcelona.