Fidel Castro ha muerto y esto, si
el Commander-in-ChiefDonald Trump no lo impide,
acelerará la apertura cubana hacia el exterior y quien sabe si un adelanto en la conquista de libertades civiles.
Desde que
Barack Obama normalizó relaciones con el Castrismo, Cuba recibe toneladas de proyectos empresariales norteamericanos, fundamentalmente turísticos, el que
significa dura competencia para los operadores catalanes a la isla. A la vez esto también es una oportunidad, puesto que
Cataluña es la segunda potencia económica establecida detrás el Canadá y, por lo tanto, una ventaja comparativa importante, puesto que hacer negocios con las fuerzas armadas como intermediario no es sencillo. La prueba del algodón es el
boom de los aeropuertos cubanos: el número de líneas comerciales no ha parado de aumentar en estos dos años de apertura, fundamentalmente norteamericanas.
El futuro de Cuba pasa también por la cooperación con Australia. El pozo de petróleo, de 8.200 millones de barriles, descubierto el 2013 por MEO Australia Ltd, significará la obtención de divisas para los cubanos y, junto con el levantamiento del bloqueo, el acceso a los mercados internacionales de crédito donde Banco de Sabadell y Catalunya Caixa tienen ventaja importante dada que hace años que están establecidos en La Habana.
El pozo, propiedad de Cuba y EE.UU., será explotado por los australianos pero la infraestructura la ponen los EE.UU.: significará muchos puestos de trabajo muy remunerados por los cubanos siempre y cuando el Castrismo lo permita. El acceso en Internet ha mejorado bastante en estos dos años pero no tiene una usabilitat aceptable y queda mucho camino para hacer.
Las empresas catalanas tienen una excelente oportunidad de incrementar su peso en la islatodo y el aumento de la competencia pero es esencial suprimir las barreras burocráticas a la exportación del Estado, que no tienen nada a envidiar a las barreras cubanas.
Canadá y EE.UU. tienen gran ventaja sobre Cataluña en este aspecto y fuera adecuado regular de forma similar que estos para poder aprovechar la ventaja comparativa en
know-how sobre los EE.UU..
Cuba tiene en la construcción, el turismo y el petróleo un futuro brillante y esperanzador, pero el Castrismo tiene que dejar hacer la transición hacia una democracia porque la economía necesita la libertad para funcionar correctamente.