El papel de la dirección general en los próximos cuatro años (II)
31
de Julio
de
2016
Para poder competir con éxito en esta nueva economía es determinante disponer de demasiado crítica. Dedo de otro modo, porque un proyecto empresarial sea viable a medio y largo plazo, una empresa tiene que tener una medida crítica en una o varias competencias distintivas que le proporcionen un nivel adecuado de eficiencia, para poder así, competir a los mercados internacionales. Estas competencias pueden ser materiales (R D, economías de escalera, tecnología, etc. O intangibles, desarrollo de la marca, joint-venturas, acuerdos comerciales, etc.
Romper definitivamente el paradigma consistente al confiar en qué el que ha funcionado bien hasta ahora seguirá haciéndolo en un futuro. Este cambio cultural tiene que ser un proceso gradual dentro de la organización. Y especialmente en tiempo de grandes cambios, la empresa tiene que tener una idea clara de qué tiene que ser la inspiración y aspiración de sus directivos y accionistas, es decir, una visión compartida de cómo tiene que ser la empresa en el futuro y disponer de una estrategia definida para lograrlo.
Finalmente, el crecimiento orgánico para conseguir un fuerte posicionamiento empresarial internacional no será suficiente en la gran mayoría de empresas. Hace falta pues que la dirección busque nuevas maneras de fortalecer sus fortalezas mediante nuevas alianzas, acuerdos comerciales, adquisiciones, etc. que permitan desarrollar una posición ganadora que complemente sus competencias distintivas y, que por otro lado, multiplique sus capacidades y competencias.
Para dar respuesta a algunas de estas preguntas creemos que hay que hacer una reflexión estratégica. Una reflexión estratégica planteada desde cuatro puntos de vista: el estratégico, estudiando qué tiene que ser el modelo de negocio más adecuado, estructurando la cadena de valor, y reposicionant la empresa en los mercados internacionales. El segundo, tiene que contemplar los potenciales riesgos que se pueden derivar, como por ejemplo, pérdidas comerciales y reputacionals, derivadas de la complejidad más grande de los canales de suministro y distribución, uso indebido de la propiedad industrial e intelectual de la empresa e incumplimientos regulatorios de alcance internacional. El tercero y de tipo operacional, repensar los procesos del negocio, la organización, su governança, definir un plan de innovación que ponga en valor todo el anterior y; finalmente, el cuarto, saber identificar el potencial humano dentro de la organización.
Y por qué esta reflexión? Pues porque la dirección general tiene que ser el garante no sólo a la hora de definir los próximos pasos en el "qué y lo cómo" sino, también, ser capaz de instrumentarlo mediante un estilo de liderazgo como factor clave de éxito de la empresa "lo porque", considerando que, este liderazgo es determinante cuando se acontecen ciclos económicos como el actual, donde las empresas tienen que crecer y transformarse para sobrevivir.
La Dirección general es, en gran medida, responsable de hacer viable el proyecto empresarial. Por eso, hace falta un espacio de reflexión para hablar, discutir y compartir entre todos qué tendría que ser la hoja de ruta del director general en estos cuatro años próximos. Un espacio que facilitan iniciativas como por ejemplo el programa RETO-2020 que impulsan diferentes organizaciones del Vallès.
La reflexión estratégica, pues, tiene que contemplar cuatro perspectivas empresariales y que todo directivo tendría que tener presente:
1. Qué tiene que ser la estrategia de mi empresa en los próximos cuatro años?
2. Cuáles son los riesgos que tenemos que identificar y como los tenemos que mitigar?
3. Qué tiene que ser el Plan Operativo y de Innovación que involucre a toda la Organización. Y finalmente,
4. Qué tiene que ser el Talento del Equipo humano que lo haga posible?
Indudablemente,pueden haber y, de hecho, hay muchos más aspectos que se tienen que tener presentes pero, consideramos que estos son capitales si queremos afrontar este reto con prudencia, solidez y eficacia.
Este artículo es la segunda parte de un texto completo que se ha publicado este sábado 30 de julio.
Romper definitivamente el paradigma consistente al confiar en qué el que ha funcionado bien hasta ahora seguirá haciéndolo en un futuro. Este cambio cultural tiene que ser un proceso gradual dentro de la organización. Y especialmente en tiempo de grandes cambios, la empresa tiene que tener una idea clara de qué tiene que ser la inspiración y aspiración de sus directivos y accionistas, es decir, una visión compartida de cómo tiene que ser la empresa en el futuro y disponer de una estrategia definida para lograrlo.
Finalmente, el crecimiento orgánico para conseguir un fuerte posicionamiento empresarial internacional no será suficiente en la gran mayoría de empresas. Hace falta pues que la dirección busque nuevas maneras de fortalecer sus fortalezas mediante nuevas alianzas, acuerdos comerciales, adquisiciones, etc. que permitan desarrollar una posición ganadora que complemente sus competencias distintivas y, que por otro lado, multiplique sus capacidades y competencias.
Para dar respuesta a algunas de estas preguntas creemos que hay que hacer una reflexión estratégica. Una reflexión estratégica planteada desde cuatro puntos de vista: el estratégico, estudiando qué tiene que ser el modelo de negocio más adecuado, estructurando la cadena de valor, y reposicionant la empresa en los mercados internacionales. El segundo, tiene que contemplar los potenciales riesgos que se pueden derivar, como por ejemplo, pérdidas comerciales y reputacionals, derivadas de la complejidad más grande de los canales de suministro y distribución, uso indebido de la propiedad industrial e intelectual de la empresa e incumplimientos regulatorios de alcance internacional. El tercero y de tipo operacional, repensar los procesos del negocio, la organización, su governança, definir un plan de innovación que ponga en valor todo el anterior y; finalmente, el cuarto, saber identificar el potencial humano dentro de la organización.
Y por qué esta reflexión? Pues porque la dirección general tiene que ser el garante no sólo a la hora de definir los próximos pasos en el "qué y lo cómo" sino, también, ser capaz de instrumentarlo mediante un estilo de liderazgo como factor clave de éxito de la empresa "lo porque", considerando que, este liderazgo es determinante cuando se acontecen ciclos económicos como el actual, donde las empresas tienen que crecer y transformarse para sobrevivir.
La Dirección general es, en gran medida, responsable de hacer viable el proyecto empresarial. Por eso, hace falta un espacio de reflexión para hablar, discutir y compartir entre todos qué tendría que ser la hoja de ruta del director general en estos cuatro años próximos. Un espacio que facilitan iniciativas como por ejemplo el programa RETO-2020 que impulsan diferentes organizaciones del Vallès.
La reflexión estratégica, pues, tiene que contemplar cuatro perspectivas empresariales y que todo directivo tendría que tener presente:
1. Qué tiene que ser la estrategia de mi empresa en los próximos cuatro años?
2. Cuáles son los riesgos que tenemos que identificar y como los tenemos que mitigar?
3. Qué tiene que ser el Plan Operativo y de Innovación que involucre a toda la Organización. Y finalmente,
4. Qué tiene que ser el Talento del Equipo humano que lo haga posible?
Indudablemente,pueden haber y, de hecho, hay muchos más aspectos que se tienen que tener presentes pero, consideramos que estos son capitales si queremos afrontar este reto con prudencia, solidez y eficacia.
Este artículo es la segunda parte de un texto completo que se ha publicado este sábado 30 de julio.