Estás preparado/da para conciliar?

13 de Julio de 2015
A finales del siglo pasado era habitual pensar que el trabajo tenía que estar por encima de los intereses más personales, como si el trabajo fue lo más importante y que la familia y la afición quedara sometida a su sacrificio. Es curioso ver como va cambiando todo ello, en pocos años y ahora más que nunca se impone una nueva manera de percibirlo.

Se habla de equilibrio, de conciliación. Me sorprendió escuchar de uno caza-talentos, que al perfil de los aspirantes se valora cada vez más aspectos relacionales fuera del ámbito laboral, aficiones, pertenencia a clubes asociaciones, colegios profesionales.

Y la tendencia, según mi parecer es que esto va además. Especialmente si queremos dejar de ser una particularidad dentro de la UE, en cuanto a sus horarios de jornada partida, con dos horas para comer, la cena después de llegar del trabajo, en muchos casos por encima de las 21 h, los almuerzos de media mañana, etc. Imaginamos un nuevo paradigma donde la jornada intensiva se impone en la mayoría de casos, que para comer sólo nos hace falta media hora, que plegamos del trabajo con tiempo suficiente para poder hacer otras actividades más conciliadoras.

Seguramente, la jornada será más productiva profesionalmente y también más motivando en el ámbito personal. Un deseo hecho realidad. Pero este proceso de cambio no se hará de la noche a la mañana, puesto que implica diferentes cuestiones, que van de la programación a la TV hasta los horarios de los colegios, de la restauración. También las personas individualmente tendrán que hacer suyo este cambio superando algunos retos de los cualesdestacaría los siguientes:

Administrar el tiempo disponible.
Será posible en la medida que las personas se las valore por objetivos y no por sus horas de permanencia al trabajo. Seguramente no hay nada más poco alentador que "calentar la silla a la oficina". Habrá que provocar reuniones más productivas y enriquecedoras.

• Mantener el equilibrio.
Es cuestión de elegir cuáles son las prioridades de cada cual y actuar en consecuencia. La ausencia mental al trabajo es un indicador que hoy por hoy no es medible, pero seguramente es de los más importantes en cuanto a productividad. La flexibilidad en el puesto de trabajo tiene que ser posible, y los medios tecnológicos nos ayudan en este sentido.

• Devolución social. 
Las personas tienen la necesidad de pertenecer más allá de la estrictamente profesional, de asociarse, afiliarse, y así devolver a la sociedad el que la sociedad los aporta. Por eso se necesita tiempo disponible, que hoy casi no tenemos, pues en las condiciones actuales es más un "sacrificio que una voluntariedad", en muchos casos.

No se trata de grandes cambios, cuando menos de poner un poco de organización al desgavell de horario que estamos desbocats. No hacemos más horas de trabajo, que otros. Aquí se hacen 38,4 horas semanales, frente a las 37,7 de Alemania, 37,3 del Reino Unido o las 35,6 de Francia (según EIRO). Se trata de cambiar las jornadas extensivas por jornadas más intensivas y productivas. Qué reto, verdad?saldremos beneficiados todos juntos!