Quizás es porque entramos en estas fechas de cierre y resumen de año, y a la vez de buenos deseos para el año próximo, que yo quería también compartir mi deseo por el 2015 en el ámbito de la estrategia empresarial. La estrategia supone dar un sentido de orientación a la organización y seleccionar la hoja de ruta para su futuro.
La estrategia tiene que ver con el hecho de entender donde somos y entender donde queremos ser y tiene mucho que ver con el camino que tenemos que seguir para avanzar hacia este futuro que queremos. Hace referencia al futuro, cada vez más imprevisible. La estrategia tiene que ver con el hecho de posicionar una organización porque logre una ventaja competitiva que sea sostenible en el tiempo, y a la vez que esta ventaja competitiva suponga una diferenciación respecto a los competidores. La estrategia tiene que buscar "ser diferente".
Supone tomar decisiones y hacer elecciones. Elegir unos caminos y por lo tanto descartar otros. Para hacerlo la experiencia nos enseña que es importante contar con una estrategia clara y formalizada en acciones concretas, con objetivos definidos, y esto pide ser riguroso, disponer de información, de diseño estratégico sentado en un proceso racional, pero a la vez yo creo que el que nos pide es intuición, improvisación, presentimiento... imaginación y emociones.
Hoy más que nunca, la empresa necesita pensar en el largo plazo, pero también al sobrevivir en el corto. La estrategia tiene que conseguir un justo equilibrio entre ambos. Se tienen que repartir los esfuerzos en acciones a corto, con el establecimiento de las bases de unos modelos empresarial de crecimiento sólido y sostenible en el largo plazo.
Podemos combinar estrategias más incrementales que implican una gestión y una mejora de las actividades actuales para generar un valor más grande, o bien estrategias más rupturistas o revolucionarias que supongan introducir innovaciones que transforman el modelo de negocio.
Creo que las empresas son comunidades de personas, comunidades vivas, y por eso estoy cada vez más convencida que entre planificar, diseñar y ejecutar el que de verdad necesitamos, y este es mi deseo por el año próximo, es sentir que aquello que hacemos sirve porque realmente pasen cosas!! Y esto nos pide hacer las cosas de otro modo. Si quieres un resultado diferente, no hagas siempre el mismo. Nos pide saber actuar sobre la realidad y aportar nuevas miradas, estrategias, metodologías, acciones.
Nos pide implicarnos a fondo, activar y sacudir los equipos. Nos pide aproximarnos con una actitud colaborativa, sumando, trabajando y articulándonos con otros especialistas, por retos, por necesidades, por competencias..., convencidos que la diversidad y la participación son transformadoras. Nos pide priorizar el impacto en todo aquello que hacemos y mantener viva y permanente esta actitud transformadora.
Dirigimos este 2015 toda nuestra energía a conseguir resultados y estiércol que, de verdad, pasen cosas...