Hay una curiosa teoría evolutiva
 que compara la relación 
 de las 
empresas y sus 
consumidores, con los cambios en la innovación de los 
yogures:
Primera evolución: anteayer
Las marcas decidían y convencían al consumidor de las virtudes del yogur. La publicidad 
 era su gran aliada. Los productos en esta fase competían por calidad y precio.
Segunda evolución: ayer
El consumidor informado exige a las marcas nuevos productos más funcionales, más saludables y más adecuados a su vida. El precio sigue siendo un factor clave, pero la calidad y la funcionalidad del producto son un gran 
factor de diferenciación 
. Nacen el bios, los bífidus, los omega, etc.
Tercera evolución: hoy
El consumidor pide productos con 
compromiso social. Las marcas de yogures se comprometen con causas sociales y además, aparecen marcas con valores 100% sociales cómo es el caso de 
El Hayedo. La publicidad la utilizan para dar a conocer sus productos, pero su 
éxito es la calidad de sus productos y, sobre todo, su compromiso social.
Cómo en el caso de los yogures, la relación entre las marcas y los consumidores ha cambiado. Las 
empresas saben que tienen que estar cerca de los usuarios y que sus productos ya no sólo compiten por calidad y precio, sino que hay un nuevo 
ingrediente que se llama compromiso social.