Se ha acabado la tarifa plana
09
de Agosto
de
2013
El mundo de las instituciones empresariales no pasa por sus mejores momentos. Esta vez, pero, no burxaré en las carències de liderazgo; queestán. Quiero hacer hincapié en la obsolescencia del modelo asociativo.
Los socios de nuestras organizaciones ya no están dispuestos a pagar una tarifa plana a cambio de cualquier cosa. Hoy las empresas se muestran dispuestas a hacer efectiva la factura de aquellos servicios que reciben según sus necesidades y demandas reales, no de aquellas contrapartidas que se los ofrecen arbitrariamente y de las cuales no suelen hacer uso.
El mismo se puede decir de los patrocinadores, que también se cuestionan cada vez más cuál es el regreso de sus aportaciones. Vincular una marca a una corporación patronal ya no tiene aquel glamour institucional que quizás había tenido, de forma que los sponsors encuentran alternativas de inversión más atractivas y sobre todo más rentables.
El tercer eje presupuestario, que demasiado a menudo ha sido el palo de pajar, incluye las ayudas y subvenciones provenientes del mamellam público para favorecer la prestación de determinados servicios de apoyo a la empresa. Esto también está en vía de extremunció.
Si quieren continuar latiendo, sean gremiales o intersectorials, las asociaciones empresariales tienen que virar hacia un modelo de empresa de servicios y tienen que ser capaces de competir en un mercado abierto; eso sí, sin perder la esencia del asociacionismo. He aquí la inminente hibridación de buena parte de las entidades; siempre y cuando, está claro, tengan los recursos y las personas adecuadas para ser competitivas a la hora de hacer la inmersión mar adentro, entre todo tipo de tiburones.
Más de un ya ha dejado de remar.